Hoy siento que va a ser uno de esos días en los que preferiría estar viviendo como una simple gallina, con una vida corta y comiendo todo lo que encuentre a mi paso. No me quejo demasiado de la forma en que me desperté con los brazos de Jhon a mi alrededor, solo que ni mi reconfortante esposo me podrá salvar del enredo en que me acababa de meter.También estaba otra cuestión que no dejaba descansar esta pobre cabeza mía, sentía como si Jhon me escondiera algo, tenía el presentimiento de que si nuestra boda fue planeada con anterioridad fue por algo... Nada bueno.
<<Tal vez soy presa fácil>>
<<Un simple señuelo>>
No, sería demasiado, Jhon me ama, lo siento en cada uno de mis huesos... Puedo decir que soy quien conoce su verdadero carácter.
Mi madre solía decirme una frase que siempre rondaba por mi cabeza:
"Muchos caen por amor Verónica, pocos se levantan"
Mi pecho duele de solo pensar que él me dañara, que me utilizara, es al único que le he entregado mi corazón y más.
—Señora... ¿Está usted bien?—Rose terminaba de ayudarme con el vestido, había estado en una especie de trance donde no escuchaba lo que me decía anteriormente.
—Perdón, solo estoy con muchas cosas en la cabeza—la verdad si las tenía, hace tan solo unos meses estaba fregando el suelo de un castillo y ahora el peso de todo un reino caería sobre mis hombros, un reino con mucha historia y sangre.
Antes tenía la costumbre de quejarme por mi vida, de lo difícil que era criar a mi hermano y tener que hacer las tareas asignadas como esclava. Pensaba que no podría estar peor pero al menos en aquellos tiempos era de cierta manera feliz y podía descansar tranquila.
Rose ajusta el corsé de mi vestido y recuerdo a Nora, no puedo evitar preocuparme por ella. El rostro que atormentaba mi cabeza no era el de la chica hermosa de ojos verdes y piel morena, tenía solo la imagen de su piel pálida repleta de venas oscuras, de la forma en que convulsionaba y se retorcía, su dolor agobiante y sus gritos agudos.
<<esto está mal>>
Siento tanta culpa y angustia en mi pecho que si no logro verla o saber de ella me volvería loca. Nora no se despidió de mí esa noche, no pude decirle que sentía haberle fallado, debí dejarla en Sora y venir yo sola a este nido de serpientes.
Pero fui egoísta.
—¡Alteza!—no puedo evitar llorar, era mucho el estrés por el que estaba pasando.
Rose seca mis lágrimas con un pañuelo, luce algo confundida.
—Rose—hago una leve pausa mientras la miro en el reflejo del espejo, tengo que ser fuerte, es lo que todos esperan de mí.
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La corona de la esclava ®
FantasíaMi nombre es Verónica Capri y soy la hija de uno de los duques de la corte de Sora. De niña tuve la mejor y más cara vida hasta que mis padres murieron en un incendio. No solo me dejaron a cargo de mi pequeño hermano, también descubrí que teníamos...