1.- Déjame presentarme

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Terminaba mi día laboral en la empresa de mi abuelo, al enfermar éste hace algunos meses mi padre quedó a cargo y yo tomé el puesto de subdirector.

Me gustaba aquel puesto, me sentía más importante más dominante.

Llegue a casa y tome una ducha rápida, me cambié y salí de nuevo.

Mis padres como siempre me reprimian el porque salía tanto.

Solo los ignore y suspiré fastidiado.

¡Tengo 24 años!

Toda una vida por disfrutar.

Me gusta salir a beber con mis amigos a bares, jugar billar, al póker, cualquier juego donde se apueste, tengo bastante suerte en eso del dinero.

¿Pero en el amor?

Agh, ¡Me va del asco!

No me importa mucho eso, además,
¿Quien quiere amarrarse a una mujer que lo mande, cele y domine?

Me volví muy desconfiado y solitario desde que aquella chica me rompió el corazón.
Tenía tantos planes junto a ella y se encargo de destrozarlos todos en una sola noche.

No entraré en detalles, es cosa del pasado ya.

Ahora me enfocó en mi día a día, divertirme, gastar dinero, apostar, tomar mucho alcohol hasta llenar el vacío en mi.



Cómo cada viernes llegué al billar, ahí me esperaban ya mis dos buenos amigos, Harry y Ban.

En realidad el hombre de Harry es Harlequin, pero el lo odia y lo entiendo, por eso prefiere que le llamemos Harry.

Ellos dos son mis confidentes, me conocen muy bien, ellos también están tan solos como yo.

Pero no importa nos apoyamos mutuamente, eso hacen los amigos. ¿No?

Llegué hasta a ellos y los saludé, me dieron una cerveza y la bebí completa.


-¡Es deliciosa!-

Exclamé entusiasmado.

Ellos rieron y me imitaron.

La noche se nos pasó tomando y riendo, todo era diversión, salimos de ahi ya muy tarde más de media noche, tome mi motocicleta y me despedí de ellos para marchar hacia mi hogar.

Otro día llegaba, ese día en especial tenía que ir a un lugar lejos de la ciudad a supervisar una construcción que yo mismo diseñe, si soy arquitecto.

Llegue temprano, siempre era puntual.

Saludé a los trabajadores y me dispuse a supervisar todo

La tarde caía el reloj marcaba las 5 era hora de irse ya, subí a la camioneta de la empresa y todos los trabajadores subieron detrás de ésta, los lleve a la ciudad, para después llevar la camioneta a la empresa.

Saludé a mi padre y le informe de los avances.

Al estar todo en orden me dispuse a retirarme por fin.

¡¡¡ Era sábado ya!!!

Recibí un mensaje en mi teléfono muy interesante.

Ella siempre estaba dispuesta a satisfacer mis necesidades sexuales.

¡Era lo mejor! ¡Sexo sin compromiso!

Le respondí de inmediato, subí a mi motocicleta y me dirigí a su casa.

~ Comprando Amor ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora