Dos Mundos

Capítulo 35

Había pasado una semana a lo que eso decía que Ana ya se estaba preparando para la boda de hoy, podía verla nerviosa mientras Tricia le colocaba el velo y le ajustaba el cabello.

- ¿Cómo me veo?- Nos pregunta a Mariana, Marina, Sara y a mí que aspecto tiene.

- Te ves realmente genial dios, eres la novia más hermosa de todas, estoy segura que Louis morirá al verte.- Añadimos nosotras felices.

Había que admitir que estaba preciosa su vestido tenia diamantes incrustados. Bajo las escaleras de casa de mi padre y el tacón me juega una mala pasada pero no toco el suelo. Los fuertes brazos de Zayn me sujetan y nos miramos a los ojos.

- ¿Estas bien?- Yo asiento tímidamente, no entendía el porqué de mi repentina timidez.

-Zayn vamos ya a la iglesia tío, te has demorado muchísimo y Louis esta allí con Liam y Harry.- Musita Niall, en cuanto lo miro el sale disparado de la casa.

- ¿Lo has mandado fuera?-Muerdo mi labio y sonrió.- Quería decirte algo.- Sonrió y le respondo algo nerviosa.

- Que cosa Zayn?- Mi auto defensa estaba baja hoy, mi periodo estaba aqui de nuevo pero nadie iba a prohibirme ir a la boda de una de mis amigas.

- Termine con Perrie hace varios días, le explique lo que me pasaba y que no quería involucrarla en mi decisión.- Lo miro a los ojos y nos acercamos un poco.

- Que Decisión tomaste?- El me mira y besa mi labio inferior.

- Quiero seguir siendo humano, de momento... no voy a elegir a ninguna raza, aguantare hasta el momento indicado.- Beso su labio inferior y su lengua se adentra en mi boca para causar una guerra contra la mía.

- Vamos a la iglesia Zayn... Deja de besarme así...No me favorece...que me excites.- Digo con la voz entre cortada.

Monto el coche con Zayn, Mariana, Sara y Niall y en el otro coche va el resto. Mi mano y la de Zayn se entrelazan constantemente y su mirada se centra en el pequeño escote que llevo.

- Malik... deja de mirar mis pechos...- Gruño y llegamos a la iglesia.

Buscamos un sitio en primera fila y nos sentamos, antes de sentarnos Louis baja del altar y nos saluda con emoción. Se le ve nervioso y feliz.