7.- And I know in my heart, you're not a constant star

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Muggle AU.

Harry se quedó dormido esa mañana, apenas cinco minutos antes de la hora de entrada. No tuvo tiempo de nada más que vestirse y salir corriendo con un rápido adiós a su madre ocupada en la cocina. 

Corría por los pasillos casi completamente vacíos, apresurándose hasta su primer clase en el tercer piso, una caminata mucho más larga de lo que le hubiera gustado. Llegó tarde, por supuesto, pero la profesora no era tan cruel como los demás y le había dejado pasar con una advertencia al aire mientras continuaba la presentación de la clase.

Se sentó en el fondo del aula, como acostumbraba a hacer, al lado de Draco Malfoy desafortunadamente. No que no le agradara, eran muy buenos amigos, pero era tedioso que desde el inicio del año, habían estado juntos en casi todas las clases.

Aunque la verdad sea dicha, el problema no era el chico, sino Harry en sí. Porque tenía un vergonzoso crush de secundaria en ese particular rubio. ¿Podían culparlo? Era alguien encantador que le había tratado con ciega confianza desde que se conocieron. El problema estaba en que nadie le enseñó cómo actuar cuando le gustaba alguien, y mucho menos si eran cercanos. Por lo que respondía bruco y cortante a veces, pero otras reía de cada palabra que el otro pronunciaba, aún si no era gracioso. Eso terminaba en muchos encuentros y conversaciones incómodas que hacían a Harry querer esconderse en su habitación para siempre.

Además, era lo único que tenía en la cabeza últimamente y eso molestaba sin fin a sus mejores amigos. Su obsesión más reciente había superado a las anteriores y ellos no tenían idea de cómo controlarlo. Entonces, decidió guardarse esos problemas para sí mismo, a pesar de las muchas más contradicciones internas que se provocaba, pero no quería ser una carga para nadie.

Por otro lado, estaba la razón por la que se habían vuelto amigos, un recuerdo no muy placentero para el ojiverde pero que no podía olvidar. Y esa razón era Astoria Greengrass. No recordaba cómo ocurrió, sólo sabe que un día estaban conversando en medio de la clase y el otro confesó sus sentimientos por la chica justo antes de que sonara el timbre de cambio de clase y el rubio huyera de ahí, aparentemente preocupado por lo que el moreno pudiera decir.  ¿Qué iba a decir, de cualquier forma?

Se hubiera quedado en un crush no correspondido si Harry no tuviera un lío en la cabeza, porque casualmente, también comenzó a hablar con Astoria desde el inicio del año escolar. a Era extrovertida y agradable, por lo que la amistad fluyó con naturaleza, además ambos tenían opiniones similares de muchas coas que debatían alegremente cuando tenían la oportunidad. Draco no dijo nada al respecto, sabía que se llevaban de maravilla, pero los amigos del ojiverde no tenían nada que ver con él, no era su asunto.

Y eso conflictuaba terriblemente al moreno, porque veía claramente la razón de que a Draco le gustara, era difícil pasar de ella cuando la conocías. Hermosa y elegante, también destacablemente inteligente y segura de sí misma, Draco contrastaba tan perfectamente con la chica que podía verlos juntos en un futuro no muy lejano. 

¿Y Harry que tenía? Nada. Era un chico muy simple, no era invisible pero tampoco sobresalía, simplemente estaba ahí, no contribuyendo con nada al mundo.

Pero eso estaba bien, se resignaba a ser otro amigo de Draco al que probablemente olvidaría al salir de la escuela. Ese era el plan, sin embargo, no consideró los encantos de su amigo en la ecuación.

Y con cada pequeña acción lo estaba matando.

Lo mataba porque sonreía cuando le veía, porque lo buscaba en medio de los pasillos para decirle cualquier tontería que ocurriera y no podía evitar sentir algo cálido en su corazón al notar que el rubio estaba hablando sin parar. Era algo muy simple, pero le mostraba cuanta confianza tenía en él. Era generalmente muy callado y pensaba las cosas antes de decirlas. Pero con el simplemente salían tan naturales y espontáneas que no podía evitar sentirse especial. 

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