“Todo lo que quiero ser es tú chica, tú chica afortunada.”
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No pudo evitar sonrojarse al ver como ese chico de ojos azules le sonrió de manera amable mientras se dirigía a su asiento. Apretó con algo de fuerza su falda para proceder a sentarse y tratar de desaparecer ese delatador color carmín de sus mejillas.
—¿Te sucede algo, Joy? - le cuestiona su amigo Koichi
—E-Eh, si ¿Por qué preguntas eso? -tartamudeo nerviosa
—Estas algo roja.
—No es nada importante. - contestó la castaña
—Enserio, estas demasiado roja. - vuelve a mencionar
—Estoy bien, no tienes porque preocuparte. - la castaña se disponía a voltear si vista hacia enfrente
Sólo que al hacerlo, la inesperable cercanía del Higashikata la hizo retroceder, sólo que la vergüenza fue en aumente cuando este coloco una de sus manos debajo de ese desaliñado fleco.
—Por supuesto que no estas bien. - negó —. Tienes fiebre.
—¿Enserio? - cuestionó incrédula
Ambos chicos negaron ante la pregunta de esta, sabían que Joy era alguien que prefería ayudar a los demás antes que a ella misma, tener sus metas costará lo que costará hasta el punto de descuidar su salud.
-Deberías preocuparte más por tú salud, Joy. - le dice Koichi
—No podía faltar hoy, tenemos repaso para el examen de mañana y hoy me toca dar mi resumen en el club de lectura.
—Vamos a la enfermería. - le dice Josuke tomando su brazo
—Me regresarán a casa. - dice con terquedad
—Da igual, sólo ve a descansar. - jala con cierta fuerza su brazo para hacerla caminar
—Está bien. - accede
Joy Hirai
El estar cerca de Josuke me pone nerviosa y que este tome mi mano me pone aun más nerviosa de lo normal. Tal vez mi cara se encuentre demasiado sonrojada ya sea por la vergüenza o la temperatura. Pero por dentro esta ardía hasta el punto en que pensé que iba a explotar en cualquier momento.
Muchas chicas se sentiría afortunadas por que Josuke tomará su mano, ya que normalmente siempre están detrás de él pero en estos momentos me siento todo, menos afortunada, ya que todas las chicas me estaban lanzando miradas asesinas. Lo cual me hizo sentir temor.
—Ignoralas. - me dice Josuke
Creo que se dio cuenta de esto cuando intente soltarlo sólo que el se negó, ejerciendo presión en mi muñeca sin lastimarme.
No tardamos mucho en llegar a la enfermería, ya que estaba un piso abajo de las aulas. El lado bueno fue que pude recostar mi casando cuerpo, lo malo fue que la enfermera no estaba para valorarme, eso significa que perdería más clases y al final me regresarían a casa. En donde yo me tendría que ir caminando, debido a que mis padres estaban muy ocupados como para molestarse en ver sus teléfonos.
Mis pensamientos iban en aumento hasta el punto de olvidar que Josuke seguía conmigo, sólo que este me saca de mi laguna mental, tocando siento su mano en mi frente.
—Al aparecer tú temperatura subió. - me informa
—Rayos. - solté con cansancio
Debido a que mis padres son personas ocupadas y he sido independiente desde los nueve, he tenido que hacer los deberes del hogar, responder la correspondencia de mis padres por ellos, hacer mis tareas, entre otras cosas, lo cual me roba demasiado tiempo y energía.
