Capitulo 24

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Llegaron a Clyde a mediodía y Liam paró en el pequeño aparcamiento de la oficina del sheriff. Megan parecía menos contenta, cuando se dio cuenta en dónde pararon.

—Necesitamos decirle a Danielle que está pasando, para que busque a Mason —explicó él—. Si lo ve, nos puede avisar. Protección adicional.

— ¿Pero lo hará? —preguntó Megan suavemente, mirándole—. ¿Nos lo va a decir?

La pregunta flotaba entre ellos.

—No veo por qué necesitamos implicarla —Harry dijo lo que pensaba.

Liam ignoró a Harry.

— ¿Confías en mí, cariño?

—Sabes que sí —contestó Megan—. Pero en ella, no.

—Entonces sabes que nunca haría algo que te ponga en peligro.

Megan lo miró fijamente un largo momento, y asintió.

La satisfacción lo envolvió. Le alcanzó la mano y la apretó.

—Vamos, no llevará más que un segundo.

Megan inspiró hondo y abrió su puerta. Personalmente, prefería arrancarse las uñas una a una, que tener que enfrentarse a la celosa, morena.

Los cuatro entraron en el pequeño edificio y Danielle levantó la mirada de donde estaba sentada, detrás del escritorio. Irguió una ceja interrogativamente, mientras que Liam se le acercaba.

Megan dudó, y Harry deslizó el brazo alrededor del cuello, dejando la mano oscilando por su hombro.

Danielle se puso de pie, echando una mirada cautelosa a Liam y más allá, en donde Megan, Harry y Louis se pararon.

—Liam —lo saludo con un movimiento de cabeza—. ¿Qué puedo hacer por ti?

—Tenemos un problema, Danielle. Necesitamos tu ayuda.

— ¿Qué tipo de problema?

—Mason Bardwell —dijo Liam con dureza—. Tenemos razón para creer que está intentando matar a Megan.

Danielle se apoyó en la mesa y cruzó los brazos.

— ¿Estás seguro de ello, Liam?

—Estoy seguro. ¿Podemos contar con tu ayuda?

Miró a Megan de arriba abajo, antes de volver a mirar a Liam.

—Sí, lo que pueda. Sabes eso.

—Tengo que saber si lo ves —dijo Liam—. Inmediatamente.

— ¿Quieres qué lo detenga? — preguntó Danielle—. ¿Quieres presentar cargos?

—No tenemos pruebas. Aún —agregó él.

— ¿Así que van a esconderse en la cabaña?

Liam asintió.

—Por ahora. Hasta que estemos seguros de que Megan está a salvo.

Algo que parecía como dolor, destelló en los ojos de la mujer. Megan sintió una punzada de lastima. Era obvio que Danielle sentía algo por Liam, e igualmente obvio que él no sentía lo mismo.

—Mantendré los ojos abiertos, y pediré que mis ayudantes hagan lo mismo —dijo Danielle—. Pero si viene, no hagas nada estúpido, Liam, llámame.

—Haremos lo que sea necesario para asegurarnos que Megan está a salvo —dijo Liam sin alterar la voz—. No haré cualquier promesa sobre como conseguiré esto.

La Mujer de Nuestras VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora