Capitulo 28

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Liam consiguió sacar de quicio por lo menos a seis personas, antes de descubrir dónde estaban Harry y Megan. Dio vueltas por Emergencias, hasta que lo amenazaron con ser detenido si no se calmaba. Megan había sido llevada a cirugía, pero Harry estaba aún en Emergencias, recibiendo una transfusión de sangre. Al principio, les dijeron que Louis y Liam no podían verlo todavía, pero después de que Liam juró que destruiría el vestíbulo pedazo a pedazo, la enfermera cedió y permitió que entraran. Liam abrió la puerta, ansioso por ver a su hermano menor. La apariencia de Harry lo conmocionó. A su lado, Louis también contuvo el aliento.Pálido, demacrado, ojeras alrededor de los ojos, Harry era horrible, para decirlo simplemente. Su hombro estaba fuertemente envuelto en vendas, y salían de él suficientes cables como para alimentar la electricidad de una pequeña ciudad. Los ojos de Harry temblaron al abrirse, cuando entraron sus hermanos. Levantó la cabeza, el dolor marcando profundas arrugas en su frente. — ¿Dónde está? ¿La habéis encontrado? —exigió. Liam se detuvo al lado de la cama, con las rodillas débiles por el alivio. No había pasado nada con Harry, que algunos días en el hospital no pudieran arreglar. —La encontramos —murmuró Louis.— ¿Dónde está? —masculló Harry con los dientes apretados. Liam se pasó la mano por el pelo, intentando desesperadamente mantener la compostura. —Está aquí. En el hospital —Louis habló más alto. A Harry le brillaron los ojos.— ¿Cómo está? —No lo sabemos — dijo Louis.Harry volvió la mirada en dirección a Liam, tragó saliva y preguntó:— ¿Qué pasó?Liam cerró los ojos.—La apuñaló en el pecho y le quebró un brazo. Está en cirugía. La trajeron hasta aquí en helicóptero. No sabemos mucho.Harry volvió a hundirse entre las almohadas, con el rostro pálido. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Liam sintió una punzada dolorosa en el corazón. No volvió a ver a Harry llorar desde que eran niños. — ¿Ella... ella estará bien? —murmuró él. Liam cambió una mirada con Louis. No quería mentirle, pero Harry no estaba en condiciones de sobrellevar ese tipo de carga. —Creo que ella se pondrá bien —dijo Louis, rezando para que no fuera mentira. —No la protegí. La fallé —dijo Harry desoladamente. —Yo les fallé a ambos —dijo Liam—. No debí dejarlos solos. Pero ahora, no podemos pensar en estas cosas. Louis puso una mano en el hombro sano de Harry.— ¿Cómo te sientes? —Estoy furioso —dijo Harry airadamente—. Permití que ese bastardo se saliera con la suya.— ¿Qué dijo el médico sobre tu hombro? —preguntó Liam, volviendo firmemente el tema de conversación a Harry.Harry cerró de nuevo los ojos y se hundió más profundo en la almohada. —Dijo que estaré bien. Me dio sangre, cosió la herida. Quiere que me quede un día o dos, pero en líneas generales, dijo que soy un bastardo afortunado.Abrió un ojo para mirar fijamente a Liam.— ¿Cómo la encontraron? ¿Qué pasó? No me han contado nada. —Podemos hablar de eso más tarde —pidió Liam.

Estaba seguro de que no necesitaba enfurecer a Harry más de lo que ya estaba.

—No me protejan —Harry dijo ferozmente—. ¡Díganme exactamente qué le sucedió, Maldición! —Si no te calmas, conseguirás que nos expulsen de aquí —dijo Louis.Fueron interrumpidos cuando la puerta se abrió y una enfermera asomó la cabeza en la habitación. Hecho una ojeada a la libreta que cargaba en la mano.— Sr. Tomlinson y Payne. La Sra. Bardwell salió de la cirugía. Pensé que ustedes querrían saberlo. Está en recuperación, pero el doctor bajará en algunos minutos para hablar con usted.— ¿Cuándo podremos verla? —exigió Louis.—Tendrán que preguntarle al doctor. Ya sabe que ustedes está aquí. No tardará. Liam suspiró con frustración.— ¿Sabe por lo menos cómo está?La enfermera sonrió amablemente. —Pasó bien por la cirugía.Sintió un vacío en el estómago, y por un momento, pensó que podría desmayarse. El alivio lo invadió de forma tan aplastante, que tuvo que buscar rápido un lugar para sentarse o iba a caer. Se dejó caer en la silla situada al lado de la cama de Harry y hundió la cabeza entre las manos. —Gracias a Dios —oyó susurrar a Louis.Liam no se había dado cuenta de lo asustado que había estado. No, hasta ahora. Su respiración salía entrecortada, mientras luchaba por calmar sus violentas emociones. Apretaba los dedos en puños y luego los aflojaba.Pasaron varios minutos y los hermanos permanecieron sentados en silencio. Entonces se abrió la puerta y entró un hombre mayor vestido de verde. Les lanzó una mirada y se ajustó las gafas. — ¿Están aquí por la Sra. Bardwell?—No la llame así —gruñó Harry—. Su nombre es Megan.El doctor parpadeó sorprendido. —Tomaré eso como un sí.Louis se levantó y extendió la mano. —Louis Tomlinson. Y sí, estamos aquí por Megan. ¿Cómo está?El médico estrechó la mano de Louis.—Dr. Phillips. Hice la cirugía en la Sra.... Megan —se autocorrigió. — ¿Está bien? —preguntó Harry ansioso.—Está bien, considerando la condición en la que llegó. Perdió una gran cantidad de sangre. Sufrió una fractura compuesta en el radio. También sufrió una laceración de seis pulgadas en el hombro izquierdo, además de una severa herida de cuchillo en el tórax. Pude reparar algo del tejido dañado y cerrar el corte. Afortunadamente, la hoja del cuchillo no alcanzó órganos vitales. Dos centímetros más a la derecha y habría perforado un pulmón.Louis soltó un suspiro.— ¿Cuándo podremos verla?—Está en recuperación. La trasladaremos a un nivel más bajo de cuidados, menor que UTI y un poco mayor que la sala normal de internación. Quiero monitorizar su progreso por algunos días. No veo razón para que ustedes no puedan entrar a verla en cuanto salga de la recuperación.— ¿Usted nos puede avisar cuando la trasladen? —preguntó Liam.—Pediré a la enfermera que venga a buscarlos —prometió el Dr. Phillips. —Gracias —dijo Louis—. Se lo agradecemos. El doctor asintió y caminó fuera de la sala, cerrando la puerta al salir. Liam miró a Harry.— ¿Cuándo te van a llevar a una habitación?—No tengo ni una maldita idea —refunfuñó Harry—. Han estado palpándome y pinchándome con agujas todo el tiempo.Liam vio el dolor en los ojos de Harry. Lanzó un vistazo a Louis, para ver si él también lo había notado. Louis apretó los labios, convertirlos en una fina línea. — ¿Has tomado algo para el dolor, amigo? —preguntó. Harry le dirigió una mirada enojada.—No, Maldición. Quería permanecer despierto y consciente hasta estar seguro que Megan estaba a salvo.—De acuerdo, ahora que sabes que está bien, voy a llamar a la enfermera para que te dé algo.—No lo necesito —dijo Harry entre dientes. —Harry, te dispararon. No puedes sentirte tan genial —Louis levantó la voz—. Deja de ser un idiota obstinado y toma la medicina. —Puedes tomarla por las buenas o juro que te sujetaré mientras la enfermera clava una aguja en tu trasero —dijo Liam.—Que te jodan —gruñó Harry.Pero se dejó caer pesadamente en la cama, los ojos cansados y llenos de dolor. Liam buscó el botón de llamada y lo pulsó. Pocos minutos más tarde, una enfermera entró rápidamente, con una jeringa en la mano. —Ya era hora de que me permitiera medicarlo, jovencito —dijo, lanzando una mirada severa en dirección a Harry.Se inclinó para sujetar la vía en la muñeca de Harry y rápidamente inyectó el medicamento contra el dolor. Palmeó suavemente su brazo.—Ahora intente descansar un poquito.Liam dio vuelta la silla para enfrentar a Harry, y se volvió a sentar. Louis atrapó la única silla que quedaba libre y la colocó al pie de la cama. —Díganle a Megan... díganle que la amo —Harry pidió con la voz desvaneciéndose. —Lo haré —prometió Louis bajito—. Ahora intenta descansar para poder decírselo tú mismo.La cabeza de Harry se hundió en la almohada y sus ojos se cerraron.Liam se recostó en la silla y enlazó las manos atrás de la cabeza. Miró fijamente al techo, los diseños del cielorraso danzaban ante su vista. Estaba tan cansado. Había envejecido una década durante aquella noche. ¿Había sido solamente la noche anterior cuando había estado sentado en la sala, reflexionando sobre lo buena que era la vida?Las cosas habían cambiado de un momento a otro.Louis y él continuaron sentados en silencio, mientras los minutos pasaban. Louis se veía tan cansado como se sentía Liam. Pero ninguno descansaría hasta que no vieran a Megan. Debió adormilarse momentáneamente, porque lo sobresaltó la puerta abriéndose. — ¿Son ustedes Liam y Louis?—preguntó una enfermera. Louis se incorporó.—Sí señora, somos nosotros. Hizo un ademán para que la siguieran.Una vez en el pasillo, los miró con ojos preocupados. —Sacamos a la Sra. Bardwell de la recuperación, pero está bastante agitada. Ha estado preguntando por ustedes. No queremos darle sedantes tan pronto después de la anestesia. Quizás la presencia de ustedes la calme. —Vamos —pidió Liam.Siguieron a la enfermera, y Liam tuvo que controlar sus zancadas para no adelantarla. Su impaciencia casi hervía, mientras permitía que ella los guiara por los retorcidos pasillos, hacia el ascensor.Después de lo que pareció toda una vida, la enfermera entró en una gran sala que albergaba varios cubículos más pequeños. En el centro se encontraba el puesto de control de enfermería, donde otras dos enfermeras se movían presurosas entrando y saliendo de los cubículos.—La Sra. Bardwell está allá en el final —la enfermera indicó. Caminó delante de ellos, hizo a un lado la cortina e indicó a Louis y Liam que pasaran al cubículo. Liam entró. Contuvo el aliento cuando vio a Megan sobre la cama, cautiva por una multitud de tuberías y cables que salían de todas partes. Sollozos ahogados provenían de ella, y las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Miraba hacia el otro lado, y él rodeo la cama, para poder enfrentarla. —Megan. Megan, cariño, estoy aquí —dijo, mientras se acercaba. Louis lo siguió, aproximándose al otro lado de Megan.Ella cerró los ojos y se giró, alejándose de Liam.Louis deslizó una mano por su pelo y se inclinó para besarla. —Me rompes el corazón —dijo Louis con voz ronca.—Harry —susurró ella—. Oh Dios, Harry.Liam se mordió el interior de la mejilla, para evitar desmoronarse. Se inclinó hacia delante, necesitaba tocarla, asegurarse por sí mismo de que ella estaba viva. —Cariño, Harry está bien, te lo juro. Está abajo, en Emergencias, esperando una habitación.Ella agitó la cabeza y gimió, la agonía deslizándose por la garganta. —Muñeca, escúchanos —suplicó Louis—. No es bueno para ti estar tan alterada. Liam la observaba, el pánico aumentando rápidamente en su interior. La enfermera revoloteaba en la entrada del cubículo, la preocupación grabada en el rostro. Megan no estaba consciente de lo que pasaba a su alrededor. Estaba demasiado afligida. Creía que Harry estaba muerto.Liam se volvió hacia la enfermera mientras Louis continuaba reconfortando a Megan.—Nuestro hermano, Harry Styles, está abajo, en Emergencias, esperando por una habitación. Haga traer aquí su cama.La enfermera frunció el entrecejo.—De ninguna manera. No tenemos manera de instalar una habitación doble aquí. Esta es una unidad de cuidados especiales. Tenemos que poder monitorear de cerca a nuestros pacientes.—Y yo le estoy diciendo que el único modo de calmarla es traer a mi hermano aquí —insistió Liam—. No me importa qué tiene que hacer para conseguirlo. Simplemente hágalo. —Yo no tengo autoridad para hacerlo —protestó la enfermera—. Tendré que llamar al médico de guardia y correr el riesgo de darle un sedante a ella.—Pondré este maldito hospital patas arriba si tengo que hacerlo —se empecinó Liam—. No se equivoque conmigo. No sobre este asunto. Él necesita un cuarto. Necesita ser cuidado. Puede venir aquí. Hay espacio para otra cama. Demonios, podría ponerlo en el cubículo de al lado y sacar la cortina. ¡No me interesa cómo lo hará, sólo quiero que lo haga!—Yo no puedo autorizar algo así —dijo la enfermera—. Solamente el médico que la atiende puede hacerlo.—Entonces llámelo —exigió Liam —. Quiero hablar con él. Llámelo ahora mismo. Estamos perdiendo el tiempo.La enfermera se retiró, y pocos segundos más tarde el Dr. Phillips asomó la cabeza por la puerta.— ¿Sr. Payne, qué está pasando aquí?Liam explicó deprisa su pedido. Mientras hablaba, el médico se acercó al lado de la cama de Megan y oyó sus ahogados sollozos. Dejó vagar la mirada por el cuarto, como considerando el pedido de Liam.Entonces suspiró. —No me llevo bien con la intimidación, Sr. Payne. Lo que está pidiendo usted, es muy irregular. Sin embargo, tengo que reconocer que quizás lo mejor para esta jovencita sea ver a su hermano. Tal vez eso la calme. Tendré que llamar al médico de Emergencias y organizar todo con él, pero no veo por qué no podríamos hacer una excepción por esta vez. Mucho dependerá de cuán estable sea la condición de su hermano. Tengo entendido que sufrió una herida de bala.Liam sintió que el alivio lo inundaba. —Gracias, doctor.Retomó su posición al lado de la cama de Megan, cogiendo su mano sana. El brazo izquierdo estaba enyesado, y su tórax y hombro izquierdo estaban envueltos en pesados vendajes. Nunca la había visto tan vulnerable. Las lágrimas continuaban escapando de sus ojos cerrados, sentía que el corazón se le apretaba en respuesta. Se inclinó y besó su frente. —Te amo, cariño —susurró—. Lamento tanto no habértelo dicho nunca.Mientras él y Louis mantenían la vigilia, Megan se durmió finalmente. Su respiración se volvió más estable, y el flujo de lágrimas por fin se paró. La cabeza caía abatida contra la almohada, el rostro pálido tenía manchas rojas causadas por el llanto. Algunos minutos más tarde, la misma enfermera a quien Liam había acorralado entró bulliciosamente, echándole una mirada de contrariedad.—Me dieron instrucciones de abrir el cubículo contiguo al de la Sra. Bardwell. Como imagino que ustedes no aceptarán irse a casa, haré traer una silla y un sofá pequeño también.Liam relajó la expresión.—Gracias —dijo con sinceridad—. Esto significa mucho para nosotros.La expresión de la enfermera se suavizó.—Sé que ustedes están preocupados por ella. Pero nosotros estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo por cuidarla bien. —Después sonrió traviesamente—. Además, lo más probable es que su hermano hubiera acabado aquí, de cualquier forma. El hospital está casi lleno, y él necesita más cuidados que los de una sala normal, pero no es un candidato para la UCI. Y por lo que he oído, no está siendo exactamente cooperativo.Los labios de Liam se distendieron en una sonrisa.—Sí, ése es nuestro Harry. Pero cambiará de actitud cuando pueda ver a Megan. Ha estado muy preocupado por ella.En menos de una hora, las cortinas entre los dos cuartos habían sido descorridas y dos ordenanzas habían traído una silla y un sofá que dejaron entre las dos camas. Treinta minutos más tarde, una enfermera doblaba la esquina, empujando a Harry en una silla de ruedas. Ella se veía bastante infeliz con su carga, y Harry también parecía desalentado. Ella hizo rodar la silla en dirección a la cama libre, pero él usó la mano sana para detener las ruedas. La enfermera apretó los labios, y meneó la cabeza. —Debe meterse ya en la cama, Sr. Styles. Consiguió lo que quería. Lo traje en la silla de ruedas, cuando no debería estar fuera de la cama, pero se acostará inmediatamente o lo llevaré de vuelta a Emergencias.Harry la ignoró, sus ojos se paseaban obsesivamente sobre Megan. —Ayúdame a incorporarme —le pidió con voz ronca a Liam.—Harry, deberías estar en la cama —comenzó Liam.—Tengo que verla —dijo Harry.Liam miró a la enfermera que encogió los hombros derrotada. —Haga cualquiera cosa que consiga meterlo en la cama lo más deprisa posible —dijo.—Échame una mano, Louis—dirigió Liam —. Vamos a hacer esto rápido.Liam se inclinó sobre Harry , y él le pasó el brazo sano alrededor del cuello, apoyándose en su hermano para incorporarse. Harry tembló recostado a Liam, , y el sudor brotó en su frente. El rostro se le puso de color blanco pastoso, y Liam supo que le había costado muy caro el gasto de tanta energía. Louis y él llevaron a Harry hasta la cama, donde Megan estaba acostada. Con los ojos llenos de lágrimas Harry la miró y acercó la mano para acariciarle la mejilla, después secó la humedad de su propio rostro. —Lo lamento tanto —dijo, con un nudo en la garganta. Ella se removió en el sueño. —Harry —murmuró. Entonces las lágrimas se deslizaron desde sus párpados cerrados una vez más. Harry finalmente perdió la batalla por permanecer en pie. Su cuerpo se aflojó y Louis y Liam reaccionaron a tiempo para atraparlo. Lo arrastraron a la cama y con ayuda de la enfermera lo acomodaron. Ella procedió a reconectar todos los cables y vías de medicación, antes de dejarlos a solas. —Promete que me llamarás cuando ella despierte —pidió Harry fijando en Louis sus ojos exhaustos.—Lo haré —contestó Louis —. Ahora descansa un poco. No le harías ningún bien en estas condiciones.Harry asintió y cerró los ojos. Estaba dormido antes de que su cabeza se reclinara completamente sobre la almohada. Louis giró y se dejó caer en el sofá mientras Liam ocupaba la silla cercana.—Estuvimos cerca de perderlos —dijo en voz baja.Liam asintió.—Muy cerca. —Hay que hacer algo con ese bastardo.De nuevo, Louis movió la cabeza. Liam apretó y aflojó los puños. Repitió la acción una y otra vez.—Mataré yo mismo a ese hijo de puta antes que dejarlo acercarse de nuevo a mi familia.


Alguna persona que lee esto sabe a que dios o demonio le tengo que rezar para tener a Liam, Louis y a Harry como esposo? es para una tarea

Rose

La Mujer de Nuestras VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora