Cuaderno

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El mayor de los cazadores despertó a las 5:10 exactos de la mañana, 25 minutos antes de que el despertador de ambos hermanos sonara.
Tiene alrededor de un mes despertando a esta hora y la verdad es que no le molesta, en realidad le gusta bastante porque se siente más tranquilo, porque puede chequear todas las líneas de sal y los símbolos antes de ir a trotar y hacer su rutina de 85 abdominales, 100 lagartijas y 5 minutos de plancha.

Ese día no se había despertado con tan buen ánimo, el ventilador del motel hacía ese pequeño ruidito molesto que Dean tanto odia y las sábanas definitivamente han sido lavadas con un detergente muy barato pero a pesar de eso el rubio no quería moverse de su cama y se dió cuenta luego de algunos segundos que había vuelto a tener una erección matutina.
Hacía casi 3 meses que no tenía una debido al estrés y las constantes carreras en las que últimamente se han visto envueltos ambos hermanos. Dean trata de recordar cuándo fue la última vez que tuvo sexo o que se masturbó mientras su mano izquierda se pasea sobre su propio abdomen, la respuesta es 2 meses.
Piensa que es muchísimo tiempo y que extraña los orgasmos como a nada, piensa en cómo el caso había terminado bien la tarde anterior y como eso debería ser un motivo para celebrar así que deja que su mano siga su camino y le da rienda suelta a su mente.
Lo primero que invade su cabeza son las notas musicales de Kahsmir, la canción de Led Zeppelin. Dean piensa que es una canción caliente, siempre ha pensado eso.
Se imagina a una chica delgada de pechos pequeños y cabello oscuro y liso bailando sobre él al ritmo de la canción, montandolo mientras baila.
Se imagina su abdomen plano, sus pechos suaves y pequeños en sus manos, el roce del metal frío de las perforaciones de sus pezones bailando justo en la palma de su mano.
Sus ojos: azules y rasgados que lo miran profundamente, leyéndolo.

Piensa en Castiel inmediatamente porque es la única persona con ojos azules que es capaz de leerle.
Siente su polla palpitar un poco, endurecerse aún más y gotear.
Los músculos de sus caderas, glúteos, muslos y piernas se contraen fuertemente cuando vuelve a pensar en Castiel.
Se le hace inevitable pensar en aquella vez cuando estaban en el cielo y el ángel lo acorraló con fuerza contra una pared mientras tapaba su boca y lo miraba directo a los ojos, directo al alma; amenazándolo, adviertiendole.

Se le hace inevitable no desear que ese momento se repita.

Le gusta.

Se sigue masturbando con fuerza y velocidad pero con el cuidado suficiente de no hacer ruido, no quiere despertar a Sam.
Se da un poco la vuelta en la cama quedando de medio lado y dándole la espalda a su hermano y en esta posición es plenamente consciente de que esta fantasía que está teniendo acerca de el ángel es una de las más calientes de su vida.
Un recuerdo inunda su cabeza: cuando Castiel lo golpeó fuerte en aquel callejón y él se sentía completamente sin fuerzas e indefenso, expuesto.
Recuerda perfectamente que le gustó sentirse así con Castiel porque a pesar de los golpes sabía que nada iría más allá de unos raspones.

Su otra mano empieza a acariciar sus propios pezones y siente su boca salivar muchísimo, muerde su labio fuertemente para evitar que cualquier ruido e incluso el nombre del protagonista de su fantasía escape de su boca.
Siente que está bastante cerca de venirse cuando recuerda en ese mismo callejón cómo Castiel le gritó que lo había dejado todo por él con su rostro obsenamente cerca del suyo.
El rubio realmente no sabe si lo que le calienta es el recuerdo de que Castiel es un ángel, infinitamente más poderoso y más fuerte que él o Castiel gritándole que dejó todo por él. Castiel haciendo algo por él.

Y ahora se está imaginando a sí mismo acorralado contra una pared aspera mientras el ángel de ojos azules lo folla con fuerza extraordinaria al ritmo de kashmir mientras lo mira a los ojos.
Dean no piensa mucho más porque sus músculos están contrayéndose violentamente y su orgasmo está nublandole la mente.
No siente nada más que placer y paz por un instante, su mente está totalmente en blanco mientras su cuerpo se retuerce en su propio placer.

ANATOMÍA DE UN ÁNGEL. Destiel ||| WATTYS2019 |||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora