Capítulo Décimo Cuarto. ➸

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Dean me asegura que se siente bien y que el golpe en su rostro de verdad no importa tanto pero yo no puedo dejar de pensar en eso, de verdad que no y te explicaré porqué:

Verás, cerca de los 14 años ocurrió algo en mi vida; afuera del colegio en el lugar donde Lucifer siempre nos recogía a mis hermanos a mí habían varios muchachos de años superiores y cuando me acerqué escuché claramente cómo se reían de Lucifer, de su ropa, de su mirada gacha y de las cicatrices en su rostro. 

En ese momento sentí la ira quemar cada una de mis venas y fluir con fuerza en mi cuerpo, se sentía como si alguien me estuviera empujando así que corrí ahí y les grité que lo dejaran, ¿Sabes lo que hicieron? Se rieron y siguieron burlándose así que no sé cómo yo solo empecé a golpearlos y a patearlos tan fuerte como pude, recuerdo lo bien que me sentí golpeándolos, cómo toda esa energía fluía en mi cuerpo casi sin control y yo solo me sentía tan bien y a la vez tan molesto que no pude detenerme, no podía determe hasta que Lucifer gritó mi nombre y de un empujón me separó de uno de los chicos que lloraba debajo de mí y yo ni siquiera me había dado cuenta.








Ese es el ángel guerrero que conozco, o bueno, al menos el soldado valiente que no teme protegernos. Protegerme.










Me suspendieron de la escuela y Chuck se preocupo demasiado así que empecé a hacer terapia con él todos los días y finalmente cuando regresé a la escuela todos me miraban extraño y solo hablaba con mis hermanos y con Naomi.

Chuck decidió que sería bueno que yo hablara con otra persona así que empecé a ir a terapia con Gen.

El incidente quedó olvidado para todos pero ¿Sabes algo? A veces aún siento esa energía en mi cuerpo, esas ganas incontrolables de golpear algo, de romper algo.

Suelo descargarlo pintando, tocando guitarra o incluso follando con Meg, que era la forma más física y natural en la podía liberarme, pero ahora sin Meg y con lo que acababa de pasar con Dean solo puedo dudar de mis capacidades para controlarme a mí mismo.

¿Y si le hago daño a Dean? O peor aún ¿Y si le hago daño a Sam?

Me sentiría fatal y no quiero pensar en lo que eso podría significar para Dean porque ambos hemos estado construyendo algo juntos y por lo que sé de su vida, por su manera de comportarse y por lo que Sam me cuenta, esto no es algo que Dean tenga con muchas personas, este tipo de confianza no es algo común en él. Romper esto con mis problemas de ira sería el error más grande de mi vida.








El error más grande de tu existencia ha sido elegirnos a Sam y a mí por encima del cielo a pesar de que sabes a dónde conduce nuestra vida.

ANATOMÍA DE UN ÁNGEL. Destiel ||| WATTYS2019 |||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora