Percy despertó en su cuarto, a pesar de que ya había pasado casi un mes desde el fin de su primera aventura como semidios,aún era incapaz de asimilar que todo eso era real, y a veces tenía la sensación de que simplemente lo había soñado.
Al fin y al cabo no era normal qué de un día para otro te enteras desde que eras un semidios griego, hijo de Poseidón y supuesto gran héroe de una importante profecía.
Encima y sin apenas tener experiencia en ese nuevo mundo, si había visto involucrado en una peligrosa búsqueda para recuperar el rayo maestro de Zeus.
Si a todo eso le sumas los problemas que tenía con su padrastro, que los dioses le consideraban a él el ladrón y que su primer amigo en el campamento mestizo había resultado ser un traidor al Olimpo, no era extraño que el chico creyese que todo era producto de su imaginación.Pero no lo era, todo, desde su victoria contra el minotauro hasta su combate contra Ares era completamente real.
Percy se desperezó, y se dispuso a levantarse para iniciar su día,pero antes de que pudiese incorporarse completamente de la cama noto como su conciencia le abandonaba y su cuerpo se volvía ingrávido.
Después de ese raro desmayo, Percy despertó en una extraña y amplia llanura, pero no estaba solo.
A unos metros de él se encontraban tres figuras paradas observándole.
Eran tres imponentes guerreros, uno de ellos tenía largos cabellos rubios que sobresalían por debajo de su casco, su armadura estaba ricamente decorada, y su escudo tenía grabados las más bellas constelaciones y mitos, una espada y una lanza completaban su armamento.
El penacho de su casco así como la capa que llevaba a su espalda eran de color negro.Pero lo que consiguió que Percy se diese cuenta de quién era ese misterioso guerrero fue la flecha que sobresalía de su talón.
Era el Pélida Aquiles.
Después se fijo en la segunda figura, era un hombre alto y fornido,con los cabellos de color oscuro, era claramente de mayor edad que Aquiles, este llevaba una imponente coraza anatómica con las hazañas de Heracles grabadas en ella, su casco era un yelmo corintio con dos carneros grabados en los laterales, el penacho transversal de su casco y su capa eran de color rojo sangre.
Portaba la clásica lanza larga de la falange griega, así como un kopis.
Pero lo que más le llamó la atención fue el escudo, un inmenso oplon con la letra lambda en el.
Desconocía la identidad de ese guerrero, pero era un hoplita espartano.La última figura era más baja que las dos anteriores y algo menos fornida, era al igual que Aquiles, rubio, llevaba un curioso casco dorado que simulaba en la parte superior ser la cabeza del mítico león de Nemea, en vez de penacho como los dos anteriores cascos, el de este guerrero llevaba dos plumas roja y blanca a los lados.
Otra diferencia era su armadura que no era ni anatómica ni de bronce, sino que era de lino prensado, llevaba un pequeño escudo circular de caballería y una espada más larga que las de los otros dos guerreros.
Una capa roja adornaba su atuendo.A pesar de sus carencias en cuanto a historia y mitología griega, pershing también reconoció a ese último guerrero.
Era Alejandro Magno, el conquistador del mundo.
Percy estaba tan sorprendido que ni siquiera se acordó de preguntar que hacían allí.
De repente,apareció otra figura y está Percy la reconoció de inmediato.
Era Ares, Dios de la guerra.
Percy hecho a mano a su espada, y rápidamente se puso en guardia.
"Baja el arma, Perseus Jackson." Dijo el Dios con tranquilidad.
Fue entonces cuando Percy se dio cuenta de que no sentía la antinatural rabia que le había invadido unos meses atrás al estar presente el Dios de la guerra.
Poco a poco y con lentitud hizo caso a Ares y devolvió a contracorriente a su forma de boli y la guardó en el bolsillo.
"Tengo una oferta que hacerte, chico." Continúo el Dios con un tono calmado para sorpresa de Percy.
"¿En qué consiste esa oferta?" Dijo Percy visiblemente alerta.
"Después del combate que tuvimos hace unos meses me di cuenta de que tenías potencial muchacho, lo que te ofrezco es precisamente desarrollar ese potencial, en pocas palabras te ofrezco que seas mi campeón y recibir un entrenamiento adecuado." Le propuso Ares.
"Vaya, que amable por tu parte." El sarcasmo era notable en la voz del chico.
"Es muy normal que el dios más sanguinario y bravucón del Olimpo le proponga entrenamiento y darle su bendición al mismo chico que le derrotó, muy creíble todo."Pero para sorpresa del semidios, Ares simplemente se rió.
"¿En serio pensabas que era realmente así? Soy el Dios de la Guerra, muchacho, y eso implica mucho más que solo combate cuerpo a cuerpo, implica todo tipo de armas y estrategias,que Atenea sea específicamente la diosa de la estrategia en la batalla no significa que yo sea solo un hábil luchador individual sin cabeza."Percy le miro con confusión.
"Bueno muchacho, aceptas o no."
Percy lo pensó durante unos instantes, pájaros al fin y al cabo necesitaba toda la ayuda que le pudiesen dar, y parecía ser que Ares era muy distinto de lo que le había mostrado en su primer encuentro.
"Que demonios...acepto."
Ares le miro con aprobación al detectar la determinación de su mirada.
"Bien,chico, ahora te voy a presentar a tus maestros, el primero es Aquiles, imagino que ya conoces su historia."
Percy asintió, todo semidios conocía la historia de Aquiles, el mayor héroe de todos los tiempos.
"El segundo es Leónidas I, Rey de Esparta, defensor de las termópilas."
Percy volvió a asentir, Quirón le había contado el verano pasado la historia del León de Esparta y su heroica defensa del paso de las Termópilas.
"Por último, Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno."
Después de las presentaciones, Ares se acercó al chico y lo derribó de un potente golpe en el pecho.
"Tienes habilidad para la espada pero con ese físico deplorable no duraras mucho en combate, a partir de ahora dividiremos tú entrenamiento en cuatro partes, quiero que cada día vayas 2 horas a algún tipo de gimnasio, luego te traeremos aquí, qué, para que lo sepas, es una extensión del limbo por lo que el tiempo transcurrido aquí no lo hace en tu mundo, primero te enseñaremos todo lo que tienes que saber referente a la historia de Grecia y la estrategia militar, por último te adiestra en homos en el combate. ¿Alguna objeción?"
A pesar de la pregunta final el tono era indudablemente de mando.
"No mi señor Ares." Contestó claramente Percy.
Ares no pudo evitar sonreír, el chico no solo tenía agallas, si no que además había aprendido rápidamente cómo dirigirse a él.
"Entonces, comencemos."

ESTÁS LEYENDO
Percy Jackson, Campeón de los Dioses.
Fanfic¿Y si Ares fuese muy diferente a la historia original? Después de que Percy le "derrotase" Ares decidió convertirlo en su campeón, otorgándole el entrenamiento de algunos de los mayores héroes de la historia. Contemplen el nacimiento de un héroe, de...