Laura, de 22 años, deja su país natal, España, para adentrarse en una aventura dentro de McLaren, será una experiencia en la que conocerá a personas que serán muy importantes en su vida y reunirá sus pasiones mientras trabaja en lo que más le gusta:...
Llevaba ya unos meses trabajando para McLaren, había sido la persona mas feliz del planeta en el trabajo, pero en el ámbito personal... las cosas cambiaban.
Llevaba sin ver a mi familia bastante tiempo y con Alex la cosa se estaba enfriando. Ya casi no hablábamos, todas las llamadas que nos hacíamos se basaban en mi contándole emocionada todo lo que había hecho y en una contestación seca por su parte.
Lando y Carlos me estaban ayudando a no darle tanta importancia a las cosas. Solía premeditar mucho cada decisión que tomaba y con ellos estaba mucho mas relajada. Todos los días Lando o Carlos venían a mi casa a hacer cualquier cosa, veíamos películas, cenábamos juntos e incluso tenemos dormido los tres en la misma cama, éramos como hermanos.
Ellos entrenaban todas las mañanas mientras yo estaba en la oficina trabajando con el equipo para que todo saliese bien la temporada siguiente. Había mucho trabajo, incluso Carlos y Lando nos ayudaron tanto al equipo de Marketing como al de ingeniería. Eran dos seres de luz.
Las cosas se nos complicaron un poco cuando fuimos a probar los coches, algo fallaba en el motor, no era bueno para la publicidad. El equipo de Marketing estaba como loco, y Zak intentaba dar un poco de calma, pero sabíamos que él estaba tan nervioso como el resto.
- Chicos, sé que llevo poco tiempo aquí, pero tengo una idea para que la noticia del problema con el motor no nos afecte tanto. Debemos hacerlo como si se tratara de una broma, como si lo tuviéramos todo bajo control.
Publiqué un post que a todos les pareció alucinante
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La prensa no se volvió loca diciendo que McLaren había tenido problemas, al contrario, alabaron el trabajo del equipo. Empezaron a decir que teníamos mucho temple y que sabíamos gestionar los malos momentos y también hablaron maravillas de Lando, diciendo que no todos los pilotos se mancharían las manos para ayudar a su equipo. Pero eso era exactamente lo que éramos, un equipo, una familia.
El invierno fue duro, pasamos momentos realmente difíciles, a todos nos encantaba nuestro trabajo, pero habían sido meses de trabajo intenso. Pasamos mañanas, tardes y noches en el garaje, incluso yo les había ayudado a apretar unos cuantos tornillos. Ayudamos a los diseñadores con el modelo del coche, los colores, las pegatinas de los patrocinios... ayyy cómo nos había costado cerrar algunos tratos con patrocinadores.
Por otro lado, Alex y yo seguíamos discutiendo, aunque más bien yo discutía sola, porque a él parecía darle absolutamente igual todo. Pero me sentía incapaz de terminar mi relación con el, eran muchos años, muchas vivencias compartidas, su familia, mi familia, era todo muy complicado.
Lando y Chilli seguían apoyándome en todo, incluso me obligaron a mudarme a una casa que estuviera más cerca de donde ellos vivían. La últimas noches habíamos dormido todos en casa de Lando, me enseñaron a conducir en el simulador de F1 que tiene y he de decir, que no se me da nada mal. Nos pasamos las noches haciendo directos en twitch con otros pilotos, sobre todo con George Russell y Alex Albon. Todavía no les conozco en persona pero creo que nos llevaremos genial.
Quedaba poco para que la pretemporada comenzara y nosotros estábamos a punto de terminar los coches. Los chicos estaban en plena forma y el equipo motivado. Ya quedaba poco, lo mejor estaba por venir.
