𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 | ᴮᴺᴴᴬ ʸ ᵀᵁ | ʜɪᴀᴛᴜꜱ?

10.- Hawks

[C A R D I N A L I S]

Pedido de AnaLey2

(T/n)~Tu nombre

(T/a)~Tu apellido

AU: Ninguno

Advertencia: Ninguna

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¡Qué noche tan calurosa!, fue un día pesado en la clínica y los pies te mataban por lo que estabas descansando plácidamente en el sofá con el ventilador encendido y la ventana del balcón abierta. Tu querida mascota se encontraba relajada frente al aparato, disfrutando de la fresca brisa que daba. La televisión estaba apagada, como todas las noches que estabas sola, lo único que te hacía compañía era tu fiel amigo canino y la música que sonaba por los audífonos en tus orejas.

Te extrañaba no haber recibido noticias de tu novio, por lo general ya tendrías unos diez mensajes de él diciendo lo mucho que te extrañaba con una de esas pequeñas bromas pícaras que solía usar para molestarte, incluso te habría llamado para saber de tu día mientras se iba a casa o luego de que se hubiera dado una ducha, eso era parte de su rutina y, a decir verdad, te encantaba que fuera así.

Te exaltaste cuando sentiste que alguien te quitaba los audífonos de forma delicada quedando aún más sorprendida al encontrarte con tu novio un tanto maltratado mirándote con una sonrisa.

—Cariño, te he dicho que debes cerrar el ventanal en la noche, alguien podría entrar.

—¡Por Dios, Keigo! ¿Qué te pasó? —dijiste mientras te levantabas rápidamente haciendo caso omiso a su broma para inspeccionarlo cuidadosamente.

La palabra preocupada quedaba corta para describir lo que sentías en ese momento, tu novio se veía muy mal herido, a sus alas le faltaban tantas plumas que te preguntabas cómo hizo para volar hasta el balcón de tu departamento para entrar, después de todo estabas en un décimo piso.

—Tranquila nena, solo fue un mal día en el trabajo. —respondió el rubio, pero a ti no podía engañarte, las heridas que tenía le dolían bastante.

—Keigo no deberías estar aquí tendrías que estar en el hospital, ¿Qué pasa si son graves? —realmente estabas preocupada por él.

—Estoy donde debo estar avecilla, solo te necesito a ti en este momento. —dijo mientras te abrazaba envolviéndote también con lo que quedaba de sus alas. —Deja que me quede aquí por hoy. —susurró en tu oído haciendo que te sonrojaras, no sabiendo si fue por el calor o por sus palabras.

—Está bien Takami, pero deja que te cure primero, no me gustaría saber que mi novio murió en mi casa por no atender sus heridas—. El joven héroe soltó una pequeña risa por la broma y se dejó hacer.

Fue un trabajo bastante difícil tratar de atender las heridas del joven héroe, pues él trataba de hacerte cosquillas con algunas de sus plumas desconcentrándote por completo. Si bien él sabía que a ti no te gustaban porque en lugar de un ataque de risa te daba una pataleta donde siempre terminabas golpeando a alguien, le parecía divertido ver cómo te movías para tratar de esquivarlas. Como pequeña venganza le apretaste una de las heridas logrando sacar un quejido de su parte y que las plumas volvieran a sus alas permitiéndote terminar tu trabajo, gracias a Dios no era tan grave como parecía.

—Gracias cariño. —dijo mientras te abrazaba haciendo que te sentaras en sus piernas.

—No es nada Keigo—. Le diste un corto beso. —Pero sabes bien que soy veterinaria, no enfermera, prométeme que mañana irás a que te revise un médico.