Say Something - HopeV

XI. Suficiente

Taehyung POV.-

Tranquilo principito ya llegué
Ya llegué
Ya llegué
Llegué

Nunca en mi vida me involucraría con una persona como tú, una persona débil y un omega varón.
Una persona débil
Débil
Un omega varón.

Mierda Taehyung ¿Omega? Carajo... Que desgracia, entonces no vales nada.

Un omega varón
No vales nada
Débil.

Mis ojos se abren, negándome a sonreír frente al calor que el cuerpo a mi lado desprende, su aroma a naranja y sandalo me indispone, su brazo alrededor de mi cintura pesa tanto como vientre kilos de concreto.

Mi lobo está herido, agazapado en una esquina, avergonzado, humillado y siento que se muere poco a poco, probablemente es lo mejor, no servimos para mucho después de todo.

Empujo su brazo sin delicadeza alguna y ni siquiera así él se despierta, mi ego está por los suelos, no es que antes lo haya tenido muy en alto, pero justamente ahora mi autoestima es cero y mi ego inexistente. Estoy asustado, estoy ansioso... No tengo idea de lo que este alfa quiere hacer conmigo.

FLASHBACK

El aroma que Hoseok despide era demasiado fuerte, mi lobo comenzó a menear la cola, rasgando mis entrañas, desesperado por cumplir, aunque sea una vez, con su rol de omega y poder aliviar al alfa que no había menospreciado por la tarde. Por unos instantes me debato entre si debo o no llevar a cabo mi plan, no quiero irme al extranjero, quiero regresar con Minho y solo hay una manera en la que voy a... Valer menos o básicamente nada para esos malditos alfas que ven en mí un simple objeto de placer que van a poder usar a gusto. 

Finalmente tomando una decisión camino hacia el pequeño armario que hay en la habitación y abro las puertas, con manos temblorosas comencé a quitarme las ropas que tenía puestas y me puse la camisa que apenas lograba cubrir mis muslos. Tenía que perder el valor que mi padre y este maldito alfa me habían dado. Cerrando los ojos giré la perilla y salí de la habitación, sentía mi cuerpo temblar tanto que tuve que caminar apoyado contra la pared o sin duda caería al suelo.

A través de la puerta lo escuché hablar con alguien, abrí la puerta y lo encontré recostado, sentí su mirada quemarme, me dolía aceptar que a pesar de todo, mi estúpido corazón insistía en latir alocadamente por alguien que no me amaba, que jamás lo haría.

—Alfa vamos a hacerlo -me escuché decir.

Nuevamente sus labios nos rechazaron, pero esta vez su cuerpo nos dio una cálida bienvenida, me recostó y lentamente se puso encima mío, tensé mi cuerpo entero, porque no quería hacer esto, no con él al menos.

—Crees que eres hermoso, que eres irresistible, que puedes aprovecharte de un alfa en celo, pero ningún alfa se sentiría perdido por ti cariño, no por un omega varón.

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas, mis manos se posaron en su pecho y empujé con toda la fuerza que mi lastimada mano me permitía.

—Eres un maldito -dije intentando morderlo, pero sin conseguirlo -no tienes corazón.

—¿Te duele escuchar la verdad?

Doblé la rodilla con fuerza, golpeando su entrepierna y logrando liberarme de su prisión, él aulló de dolor y yo me puse de pie para intentar huir, sin embargo se repuso rápidamente y ni siquiera pude llegar a la puerta y ya estaba recostado sobre la cama nuevamente.

—¿A dónde vas principito? -preguntó burlón -¡No querías sentir a un alfa en tu interior?

Sus labios tomaron a los míos con brusquedad, haciéndome daño, dándome pequeños descansos para poder respirar, sus manos recorrieron de mí lo que quisieron y como el maldito débil omega que era no pude impedirlo. Después de lo que para mí se sintió como horas, Hoseok cayó dormido con el brazo firmemente sujeto alrededor de mi cintura, sin darme opción a un escape.