Epílogo I Un Último Suspiro

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Apenas me subí al auto de Jin hyung sus brazos me envolvieron en un corto abrazo, para luego pisar el acelerador y comenzar a alejarse del lugar en el que estábamos.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó lanzando una rápida y corta mirada a mi crecido vientre.

—Sólo conduce.

Por espacio de casi una hora condujo en completo silencio, sé que tenía muchas cosas que decirme, pero también mucho miedo de abrir la boca, no era para menos, nuestra relación en este momento no era la mejor para ser hermanos.

Detuvo el auto rentado en el parqueo del aeropuerto, habiendo ya, previamente, acordado con la empresa de renta el que lo recogieran de allí. Mientras caminábamos mi hermano me extendió mi pasaje de regreso a Corea. Sabía que existía un riesgo alto de volver a encontrar a Minho, pero no quería que mi pequeña naciera en otro país, era por eso que le había pedido a hyung que me llevara de vuelta a Corea.

Subimos al avión y cuando ajusté mi cinturón sentí que se me partía el alma, si acaso Hoseok regresaba... Ya nunca podría encontrarme, ya nunca volvería a verlo y ya nunca habría un "nosotros" como mi lobo tan ilusamente creyó.

Muchos minutos de viaje transcurrieron en silencio, hasta que mi hermano posó su mano en mi vientre, paralizando mi cuerpo con la incomodidad.

—Si yo hubiera sabido…

—Tal vez habrías hecho lo mismo que Nam hyung —respondí mirando fuera de la ventana, en realidad no se veía absolutamente nada, solo la oscuridad que la noche dejaba caer sobre todos nosotros.

—Cómo se te ocurre decir algo así —reprochó, ofendido —puede que Namjoon haya desviado la mirada e incluso ayudó no solo a papá, también a ese maldito monstruo de Minho, pero Taehyung, eres mi hermanito menor, jamás habría permitido que te pasara…

—Pero pasó —corté, sintiendo demasiada ira, contra mi familia, contra Minho, contra Hoseok y contra mí mismo —de todas maneras… Gracias por sacarme de allí, no hubiera querido que ese alfa regresara algún día y supiera que… Bueno, logró lo que quería ¿No?

Queríamos que regresara por nosotros y que supiera que logró lo que ambos queríamos... Una familia que nos haga felices.

Agité la cabeza, negando levemente, ignorando las palabras de mi herido lobo, de mi enfermo y débil lobo, podía sentirlo, ahí, en una esquina, sin fuerzas para nada, tal como yo me sentía día a día.

Durante parte del viaje mi hermano me habló un poco de su vida y lo que había pasado, la manera en la que se dio cuenta de todas las mentiras de mi padre y en lo difícil que había sido poder dar con mi paradero.

No sé en qué momento, pero caí profundamente dormido, odiando el no poder despertar de aquella tortura que se repetía en mi mente, aquella primera vez que lo vi en el mall, nuestra primera conversación en aquella fiesta donde me mintió tan descaradamente, utilizando mis debilidades a su favor... Aquella vez en la biblioteca y aquel primer beso que me robó el aliento. Solo la luna sabía cuánto luché para negar lo que mi lobo quería creer que sabía... Que éramos destinados, cuánto daño me hice para obligarme a amar a un hombre que sólo me utilizó, igual que los demás, cuánto me odié por creer que le hacía daño a  un alfa que cuya primera misión era venderme al mejor postor.

Quise abrir mis ojos cuando me vi deshechando los supresores, cuando me uní por primera vez a Hoseok, creyendo que era lo correcto, porque lo amaba y estúpidamente creí que él también sentía lo mismo por mí. Que muñeco más sumiso fui, me dejé arrastrar de un lado a otro mientras él jugaba para finalmente seguir adelante y dejarme tirado, deshecho y olvidado en algún rincón del cual Hoseok se olvidó tan rápido, demostrando lo poco importante que fui.

Say Something - HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora