Jonatan se sentó conmigo y me contó más sobre su familia de estirpe ilustre. Tan joven y ya tenía donde dormir y comer hasta reventar. El vocablo crisis ni se asomaba por estos lares.
—¿Vives solo? —pregunté mientras me llevaba a la boca la botella.
—Sí, pero no es tan bonito como dicen.
—Te envidio yo quisiera vivir solo. En mi casa vivo con mi padres, pero me siento solo igual.
—Pues vente a vivir acá...
—¿Hablas en serio?
—Si no ves una risa en mi cara, entonces digo la verdad...
Reírme con la boca llena iba a ser vergonzoso. Pude retener una sola risa.
—No quisiera incomodarte —dije y bebí mi gaseosa.
—Sabes, lo material no me hace rico ni poderoso, sino hacer el bien.
De repente volvió a salir del cuarto, y yo me puse a contemplar el vecindario. Al frente, había una chica que ojeaba la ventana de reojo. Se percató de mi presencia y desapareció.
Al poco rato regresó Jonatan y trajo palomitas de maíz. El estómago de este chico era un abismo profundo. De inmediato comenzamos a comer hasta vaciar el tazón. De acá iba a salir con unos cuantos kilos de más.
Después, se sentó en el escritorio y cerró las pestañas porno que yo había descubierto en su navegador. También cerró las páginas yaoi que pasaron desapercibidas.
Al frente, la chica veía todo lo que Jonatan hacía. Así que dije:
—Deberías cerrar las persianas.
—¿Tú crees?
—Sí...
—Tienes razón... Está empezando a hacer frío —dijo con firmeza.
El se sentó en la cama y yo junto a él. Vimos una película, que lastimosamente tenía escenas un poco candentes. Me abochorné, pero luego me gustó.
En ese instante, yo seguía teniendo hambre, pero no quería probar comida, exactamente.
De pronto empezamos a ver hablar de temas subidos de tono. Yo le pregunté si había tenido relaciones o había jugado con sus genitales. Todo fue negativa de su parte. Yo fallé en la segunda, porque el yuri era mi cena, cuando no hallaba nada qué comer.
Una chica no era capaz de provocarme una pizca de excitación. Solo Jonatan pudo derribar el paredón de mi libido.

ESTÁS LEYENDO
Ese chico de falda ©️
Teen FictionAriel es un chico que prefiere usar falda en vez de pantalón. Un día conocerá a un nuevo estudiante que cambiará su vida para siempre. Advertencia: Contenido adulto (+18)