Cami estaba sentada en la ventana de su pieza, con sus pies colgando y su pelo al natural siendo despeinado por leves brisas. A su lado estaba Xenia, también vestida en pijama, y en la misma situación que Cami. Era el día siguiente al baile, y para cuando terminaron de despedir a todos a la mañana, decidieron descansar un poco de la sociedad y sentarse en su ventana, una de las cosas "indebidas" que amaban hacer. La ventana daba a un paisaje bastante bonito, unas colinas que tenían muchas flores y algunos árboles tupidos, por lo que era el lugar perfecto para relajarse y pensar.
—Cami... ¿Qué hablaste con Kay la otra vez?—le preguntó cautelosamente Xenia a Camila al rato de sentarse, rompiendo el hielo.
—Él me dijo que su familia quería conocerme. Sólo estábamos siendo amables, no te preocupes.
—Sé que crees que me interesa, pero la verdad es que no—dijo Xenia de golpe, cosa que hizo que Cami levante una ceja a modo de interrogación—. Lo ví en tu mirada, te conozco. No me preocupa Kay, me preocupaban las miradas que te dieron los demás... A lo que voy... Podrías intentar ser discreta, ¿si?
—¿A qué te refieres?
—Digamos... Sé que tienes cierto interés en la familia Daren, pero no tendrías que demostrarlo en público. Tal y como tú, a mí también me parecen interesantes y prometedores, pero podríamos tener problemas si lo demostramos.
Y allí iba de nuevo. Cami se quedó en silencio, como siempre, reflexionando lo que su amiga confidente le decía. Lamentablemente tenía razón. Se pudo haber equivocado con respecto al significado de su mirada, ya que tenía más coherencia lo que acababa de decir que lo otro.
Como siempre, Xenia a lo largo de su vida se acostumbró a ayudarle a no mandarse cagadas más grandes de lo que podrían solucionar, y lo peor es que esta vez tenía razón, como siempre que apuntaba a algo. Le tenía un amor odio bastante grande a sus cuidados, ya que le ayudaron a estar en donde estaba, pero odiaba no poder salirse con la suya en un cien por ciento nunca.
—Si te parece bien, luego de que yo te cuente algo importante que ví, podrías contarme tu experiencia con Kay.
—No solo pasó eso, también tuve contacto más cercano con un miembro de su familia...—respondió resignada la princesa, sabiendo que no tenía muchos argumentos a favor—Pero sí, me gusta la idea. ¿Qué pasó entonces?
—A la mañana llegué antes que tú a donde estaban las familias, en parte porque te levantaste tarde, en parte porque quería ver un poco más de la familia Daren. Sin embargo, ellos no son los que llamaron mi atención...—expresó Xenia con un tono de duda y preocupación, apagando lentamente la sonrisa de Cami y transformando su expresión a una de interés, a la expectativa de lo que se avecinaba—Vi a Archie hablando con la familia Gareth, más con el rey y el príncipe que con otro miembro. Según yo sé, en algún momento hablaste con él, y la gente comienza a especular que a tu padre le agradan. Lo que sé es que no quería que ninguna de nosotras lo vea, ya que para cuando decidí entrar cambió bastante rápido de familia.
Con ello Cami frunció el ceño, sabiendo de que finalmente todo volvería a la normalidad. No encontraría familias interesantes, se casaría con alguien aburrido sin ser su elección, y viviría a base de libros, óleos, y escapadas para poder vivir.
—Preferiría que me cuentes algo de tí a eso si soy sincera...—soltó Camila en un suspiro. Nunca culparia a Xenia de hablarle de esas cosas, todo lo contrario, la amaba por eso, y de hecho era una mujer sincera pero suave, interesada, delicada con las palabras... A lo mejor esas características hacían que sea la única persona con la que no podía ocultar sus penas.
—Bueno, en tal caso... Hoy amanecí bien, contrario a ti ñque ya me dí cuenta que no pudiste dormir, y pude hablar un poco con Dasha—comentó, y por más que era irrelevante comparado al resto de cosas que le ocurrían, estos hechos le hicieron sonreír a Cami, que entendió la intención de Xenia, de distraerla. A parte, Dasha era otra sirvienta bastante amiga de ellas, de vez en cuando ayudaba a robar óleos, por lo que confiaban bastante en ella a pesar de las pocas veces que la veían—. Ella está bien, no le exigen más de lo corriente en el jardín, por lo que según ella nos podremos ver en tus días libres. Tu madre me trata bastante bien, más aún sabiendo que serví de ayuda para que te alejes de Kay, por lo que puedo afirmar que no les caen bien. No tengo mucho más que contar porque después de eso vine aquí, y de lo de ayer sé que tengo tu misma opinión. Por lo que, yendo al grano... ¿Qué tal es Kay, y qué clase de acercamiento tuviste con el otro miembro, y con quién?
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Dos Reinas©
Romantik¿Qué podría haber pasado si en la edad de los castillos, dos mujeres con inteligencia y ganas de libertad se hubiesen juntado? En este libro se podrán encontrar, principalmente, con Camila, una mujer fuerte, inteligente y sutil; y Brenda, una mujer...