Especial 2K: Ser tuya

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Advertencia: capítulo con contenido para adultos.

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Era una noche tranquila para Camila y Brenda. Lancelot había terminado de enviar invitaciones a varios reinos para armar el dichoso baile, y no iban a mentir, el grupo de cuatro aún estaba un poco nervioso. Sin embargo, en un acuerdo tácito, nunca habían hablado de eso entre los cuatro, y habían intentado mantener más tiempo en grupo para disfrutar lo máximo posible.

En una de esas salidas retomaron lo de las pinturas comprando del único pintor del pueblo, y fue realmente gracioso intentar hacer algo los cuatro juntos otra vez. Aunque bueno... En realidad había sido Xenia pintando, Brenda jodiendo, y Camila intentando calmar a todos a los golpes y Kai riéndose de la situación. Pero fue una imagen muy bonita en la cabeza de la castaña, días después lo comenzó a pensar como si fuese su vivencia más cercana a las típicas escenas entre familias felices.

En ese día para ser más precisos, había llovido muy fuerte otra vez, y según Brenda y Kai las lluvias eran algo bastante común en su reino, contrario al de Camila en el que habían escasas y cortas. Se divirtieron con juegos de mesa y no mucho más, en algún momento Camila terminó entre libros, Brenda haciendo un nuevo cajón escondite pero esta vez en su espejo, Xenia acabándose los pocos materiales que habían obtenido del otro día, y el pobre Kai sacándole charla a esta última. Pero estaba bien. Era muy reconfortante para Camila leer con alguien a su lado, y Xenia se sentía muy acompañada con alguien hablándole mientras hacía lo que amaba. Brenda... Brenda solamente hacía eso con la ambición de esconder las cosas que podría comprar en la ciudad de Cami, no iba a mentir, la variedad de productos que había allí no era la misma que la de su pueblo, así que hacer un lugar específico para esconderlas sería un lindo gesto. Pero eso era cosa de ella, solamente ella sabía lo que pasaba por su propia cabeza.

Debido a la tranquila tarde que pasaron en conjunto, Brenda y Cami llegaron a la noche con mucha energía, pero a la vez en un estado completo de paz. Era raro relajarse tanto en los últimos días, así que se podía notar en la atmósfera la calidez, un sentimiento dulce y mutuo que hacía que, por más que cada una esté en lo suyo, ambas lo disfruten como una actividad en conjunto.

—Hey Cami—dijo Brenda, pareciendo contrariada por algo que leía—¿Te acuerdas el día que nos arreglamos?

Camila se dio vuelta para mirarla de frente, notando que había dejado de leer para prestarle completa atención. Llevaba una expresión de intriga, pero la expresión de Camila más que intriga indicaba desagrado.

—Perdón por no haber actuado mejor.

—No no, no iba a eso. Yo también actué mal, hubiese podido haber exagerado menos y hubiese sido menos complicado... Pero ahora que lo pienso, ¿tu padre alguna vez te hizo algo?

—¿Huh? ¿Algo como qué?

—Como pegar, maltratos por estar borracho, algo así...

Bueno, tenía que pensarlo la verdad. Sabía que Brenda hablaba de eso por el libro, pero normalmente no se ponía a analizar qué tantos malos tratos había recibido. Y mientras más pensaba, más se sorprendía, en parte notando cómo había olvidado muchas cosas.

Dos Reinas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora