Capítulo X: ¿Brenda?

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Brenda seguía en alerta, con sus músculos algo tensos y seguramente preparados para atacar, pero Cami en cambio activó su cerebro para combatir el problema. Fueron vistas en una habitación juntas y de noche, pero el delincuente no podría revelar tal detalle porque se delataría al no haber un segundo testigo. Lo que le quedaba era decir que alguien había intentado entrar a su habitación de noche, que había bloqueado la puerta, pero que llegó a ver que tenía la espada de los caballeros. Luego, en lo que era su contextura física, a ella le parecía obvio que no era ninguno de los soldados ya que no era musculoso, a parte que hubiese sabido pelear mejor. No podía asumir nada aún, pero tenía descartados a los soldados del grupo de sospechosos, con el que probablemente tendría que ser más cuidadosa.

-Brenda, ya se fue, no va a volver.

-¿Cómo lo sabes? Yo no voy a permitir que frente a mi-

-Lo sé por su manera de pelear-interrumpió intentando calmarla lo más rápido posible, sin mucha delicadeza-. No sé si lo notaste, pero no hizo ni un solo ataque, y a penas se pudo defender de los tuyos. No es del ejército, y no va a volver si no puede ganar. A parte, es difícil que pueda hacer algo con el brazo hábil lastimado.

Las cejas de Brenda se juntaron más, sin embargo con un movimiento brusco bajó su espada y la sostuvo apuntando hacia el suelo, en lo que parecía-o Camila creía que era-una pose de descanso, pero aún con las piernas separadas y sus brazos rígidos. Camila se levantó y cerró la puerta, obviamente no sin antes fijarse si había algún testigo. No lo había, por lo que esta vez, las cartas iban a su favor. Volvió hacia la rubia, que simplemente la estaba mirando, y ahora sí que con más delicadeza le sacó la espada de las manos. La enfundó con el pensamiento que Brenda realmente sabía lo que hacía cuando la usaba. Cada día le agradaba más estar a su lado... Cada día iba aprendiendo más a cómo encajar con ella. Seriamente se estaba encariñando, comenzaba a preocuparle sus pensamientos involuntarios sobre ella.

-No sé si deberías irte a tu habitación por lo que acaba de pasar...

-¡No, lo contrario! Hay putos ladrones en el castillo, ¡¿y esperas que te deje dormir sola?! Te podrían matar de una, sin pruebas, como estuvieron a punto de hacer... En frente mío...

-Hey... Ya, no te preocupes tanto...-pronunció Cami asombrada al notar su tono preocupado y el pánico en su cara, animandose a propiciar leves y ligeras caricias en su brazo-Podría pedir soldados en todas las puertas...

-¡No es suficiente! Camila Jaén, ahora que tú controlas las decisiones y que no está tu padre, como amiga y futura o actual confidente te exijo que me dejes dormir en esta habitación. No pienso dejarte vulnerable, y menos si eres tan flacucha y asustadiza frente a algún matón.

-¡No soy flacucha y asustadiza!... ¿Y cómo piensas dormir aquí? A parte, lo de los soldados no es mala idea, no quisiera que lastimen a nadie.

-Dormiría en tu cama, obviamente. El resto no me importa, Xenia puede dormir con Kai si quiere, o lo que sea, pero yo no confío en soldados para cuidarte si siquiera pueden mantener sus espadas junto a ellos.

Camila la miró con los ojos como platos, y segundos después, ella también los abrió, al parecer dándose cuenta de lo que dijo.

-Mierda, cierto que Xenia es mujer... Bueno, podrían dormir en habitaciones contiguas con una puerta en el medio, ya que Kai es más confiable que algún soldado en estas circunstancias.

Con eso, Cami se dio cuenta que realmente estaba en las nubes. Tenía que poner las cosas en perspectiva, definitivamente, ya que desde que Brenda había mencionado dormir en la misma cama no pudo parar de pensar en eso. Dejándose de estupideces la idea de Brenda no era mala. Pero ella... Durmiendo en su cama... Una parte de sí misma le decía que traería problemas, sería horrendo, sacrificaría aún más su paz, y demás... Sin embargo, una pequeña parte muy en su interior, le decía que podría ser divertido. Obviamente ignoraría aquella parte... O eso intentaría, como siempre.

Dos Reinas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora