Luego de esa simple frase, muchas cosas cambiaron en la vida de Cami. Inesperadamente, la frase que más caótica sonaba, más paz le trajo a su vida.
Por supuesto, al principio por poco pegó un grito al escucharla, cualquiera que la escucharía sin contexto la malinterpretaría, pero rápidamente Brenda se explicó bien al darse cuenta que lo dijo en voz alta. Admitió que tenía verdadera curiosidad por ella, con la intención de conocerla realmente y poder ser cercanas, algo así como con Xenia. Supuestamente tenía ganas de tener ciertas experiencias con Cami, experiencias que viviría con alguien cercano en el que podía confiar, ya que tal y como la que estaban teniendo, no solían ser aceptadas por el resto. Tal y como aquella visita nocturna que casi le dio a Xenia aquel día. Aparte que a Brenda en sí le interesaba Cami, pensó que como no tenía miedo de romper ciertas reglas, se llevarían bastante bien. Era la única en el reino de la que pensaba así.
Luego de admitir eso, Camila—con un tono bastante vivo e intenciones de divertirse—, le dijo que en tal caso, con gusto le dejaría "convencerla" de ser su confidente, pero que no prometía que sería fácil. Para sus interiores, se dijo a sí misma que lo tomaría con calma. Si llegaba la oportunidad de dejar de mentir y ocultar, tal y como pasó con Xenia, lo haría. Si no, seguiría algo parecido a como estaban pero con menos tensión. Su prioridad sería conocerla a fondo más rápido que ella, así sabría si podría confiar o no.
Así que ahí estaba, al día siguiente—que era su día libre—, reunida con Xenia y Dasha, ambas discutiendo sobre cómo se deberían ganar la confianza de los músicos así podrían pintar, mirar atardeceres y demás cosas con mayor placer. Definitivamente eso sería un sueño para Cami, sin embargo aún así costaba evitar pensar en lo que había pasado el anterior día. Debía admitir, aunque no quería, que el hecho de pensar en Brenda intentando conocerla le sacaba una sonrisa. No sabía si por ternura o por sádica.
—Cami, entonces tú tendrás que pedirles que toquen más seguido, así yo le doy charla. ¿Estás escuchando?
—Si. Los llamaré en horarios que tenga libres por la tarde noche, así puedes terminar tu trabajo tranquila, Dasha.
—Exactamente... Dios, ahora que me doy cuenta, me sorprende lo frío que sigue siendo tu tono después de meses de hablar contigo. ¿Xenia, ella es así siempre?
—A veces...—espetó Xenia, en parte quejándose de que a veces era así hasta con ella, y en parte sacándola de la situación.
—¡Pero bueno, no es mi culpa! Perdonen la frialdad del corazón de este ser—canturreó haciéndose la tierna, disculpándose de la manera menos sincera posible.
—¡¿Dasha, qué haces ahí?! ¡Ven a trabajar ahora mismo!—interrumpió Luca, uno de los sirvientes más responsables de la familia. Básicamente, él cumplía la función de un líder con el resto de servidumbre, y gracias a eso era conocido entre los nobles. Sin mencionar que con él fue la primera vez que vio algo como celos en la mirada de Xenia.
Dasha se despidió con unas pocas palabras y se retiró rápidamente, ya que después de dos horas hablando de planes y cosas sin sentido como futuros dibujos de Xenia, inspiración y demás, era obvio que debía volver al trabajo.
Cami se quedó pensando a partir de ello. A Xenia le había empezado a gustar Luca a sus ocho, y a partir de ahí intentó lentamente caerle bien. Sin embargo, Luca, al no querer relacionarse con alguien de "menor rango", siempre la ignoraba y hasta maltrataba en cierto grado. Mientras todo eso ocurría, ella escaló en los rangos bastante lentamente, hasta hacerse amiga suya y pasar de ser confidente de la reina a dama de honor de la princesa. Finalmente, había pasado el rango de sirviente común, y a pesar de no ser tratada como una hermana más, su puesto terminó pareciéndose a uno en la nobleza. Obviamente, a partir de aquel momento, Luca se interesó por ella, y de la nada comenzó a ser caballero. En las pocas veces que había hablado con él en la antigüedad por tareas o simples peticiones, Xenia la miraba seria, a penas dejando demostrar su inconformidad, pero de una manera intensa y profunda. Luego de hacerse amigas y una buena charla suya, en la que le explicó el porqué del repentino interés del chico hacia ella, aquellas miradas de desprecio iban dirigidas a Luca, dejando en claro que no eran ni amigos.
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Dos Reinas©
Romance¿Qué podría haber pasado si en la edad de los castillos, dos mujeres con inteligencia y ganas de libertad se hubiesen juntado? En este libro se podrán encontrar, principalmente, con Camila, una mujer fuerte, inteligente y sutil; y Brenda, una mujer...