22. Hogar.

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Ohm siguió a Fluke hasta la habitación que ahora compartían, lo encontró viendo por la ventana con los brazos cruzados sobre su pecho, se acercó y lo rodeó con sus brazos por su espalda, Fluke se recostó sobre su pecho.

- Lo siento, no estés molesto, no quería decirte nada porque apenas venías recuperándote y... - su pequeño no lo dejó terminar.

- No estoy molesto o enojado contigo, es solo que me preocupa que ande suelto por ahí, siento que todo lo que hice o pasé no valió la pena. - dijo con tristeza Fluke.

- No pienses eso, lo que hiciste fue muy valiente, aunque al principio no lo entendía y estaba confundido, es gracias a ti que ahora podemos hacer que pague por todo el mal que hizo, lo encontraremos, te lo prometo. - le decía mientras besaba su cuello.

- Tengo miedo. - esa confesión lo dejó sin palabras momentáneamente, quería mantenerlo en sus brazos por el resto de su vida, quería mantenerlo seguro.

- Estoy aquí, esta vez estaré para ti, siempre. - le prometió apretándolo más en su abrazo.

Bajaron nuevamente a la cocina, su madre y su abuela aún estaban ahí haciendo planes para proteger a la familia.

- Mamá los guardias que tenemos están bien, quedarías tú sin protección. - le decía su madre a Yaya.

- No me quedaré desprotegida, viviré aquí por algún tiempo, nunca es poco cuando se trata de la familia. - le dijo Yaya poniendo fin a la discusión.

- Abuela ¿te quedarás aquí? - preguntó Ohm perplejo.

- Claro, ahora es cuando debemos permanecer unidos. - afirmó su abuela.

- Perdón por hacerlos pasar por todo esto, es mi culpa. - Ohm pudo ver la vergüenza pasar por el rostro de su pequeño, quería reconfortarlo, pero no estaban solos.

- Tonterías, no te sientas culpable, desde que eras un niño te consideré mi nieto, es mi deber protegerte, no pienses demasiado. - las palabras de Yaya hicieron que los ojos de Fluke se llenaran de lágrimas.

- Escucha; esa vez que te vi contemplando la foto de mi nieto, mi único nieto varón, y me dijiste que te casarias con él cuando crecieras, me di cuenta que podía existir un amor tan puro y sincero como el que le profesabas, a pesar de ser un niño, sabías amar, eso me conmovió, por eso cuando te volví a ver sabía que serías la única persona a quien le confiaría a mi único nieto. - la abuela les dijo a acercándose a ambos.

Fluke estaba sonrojado, su hermoso rostro irradiaba tanta ternura que Ohm solo quería abrazarlos y llenarlo de amor, el mismo amor que él le había entregado hace mucho.

- Gracias Yaya. - dijeron ambos al mismo tiempo.

Su abuela los abrazó y fue a acomodarse a una de las habitaciones.

Los días pasaban lentamente y Ohm podía notar el aburrimiento en el bello rostro de Fluke. El primero había regresado al trabajo, pero el otro aún seguía pasando lo último de su recuperación en casa de su madre, no era seguro dejarlo salir debido a James, quien aún andaba suelto.

- ¿Que pasa? - preguntó Ohm al pequeño cuando lo encontró pasando los canales en la televisión.

- Estoy aburrido, muero de aburrimiento ¿puedo pedirte un favor? - Ohm asintió a la pregunta del pequeño.

- ¿Puedo volver al trabajo? Claro si mi puesto está ya ocupado, puedo hacer lo que sea, pero si me quedo aquí moriré de aburrimiento. - rogaba con su carita triste, haciendo un puchero, cuanto quería besar ese puchero.

- No tienes que pedir permiso para volver, tu trabajo te está esperando, siempre, solo que... - no quería arriesgar su seguridad, podría estar en peligro ahí afuera, pero tampoco quería tenerlo encerrado siempre, debían afrontar la situación.

- Por favor... Por favor... - repetía su pequeño juntando las manos.

- Bien, pero debes mantener guardias siempre contigo. - empezó y al ver que iba a responder algo, agregó. - No voy a negociar tu seguridad. - después de escuchar esto Fluke no dijo nada mas, solo aceptó su destino.

- Por ahora ve a ponerte lindo tenemos algo que hacer. - se le había ocurrido una idea, no podían salir y tener una cita como las personas normales, así que tendrían una cita aquí, traería la cita a él.

Preparó todo antes de que Fluke bajara, lo guió de la mano por el jardín hasta uno de los quioscos, como estaba oscureciendo habían colocados luces decorativas y una exquisita cena les esperaba.

La expresión de Fluke al ver todo aquello no tenía precio, su cara estaba iluminada por la luces del quiosco, pero el brillo en sus ojos le decía más de lo que era capaz de expresar con palabras.

- ¿Tu hiciste esto? - preguntó observando todo a su alrededor.

- Dijiste que estabas aburrido, yo también si te soy sincero, así que esta noche tendremos una cita oficialmente como pareja. - lo tomó de la mano y lo hizo sentarse en un cojín.

- ¿Pareja? - preguntó Fluke sorprendido.

- ¿Despues de todo lo que hemos hecho, eso te sorprende? Eres mi novio. - esa simple declaración hizo eco incluso en su propio corazón.

Las lágrimas salían por los ojos de su pequeño, se acercó y con sus manos en sus mejillas las limpió, no queria verlo llorar, quería hacerlo feliz.

- Tengo algo para ti. - sacó una cajita cubierta de terciopelo. - Lo tengo desde hace un tiempo, quiero que lo uses. - de la cajita sacó un collar, era una especie de prisma de oro, lo había encargado personalmente para pedirle que su relación de "amigos con derechos" cambiara al estatus de "novios" antes de que el desastre ocurriera.

***
Fluke observaba el collar que Ohm ponía en su mano, era una prisma de metal, dedujo que era de oro por su aspecto, en cada lado del prisma tenia una inscripción, una fecha, sus nombres y "Te amo" estaba realmente conmovido por el detalle.

No solo Ohm lo amaba, la familia de éste lo había aceptado, la abuela y su madre lo consideraban parte de su familia, para alguien a quien no le quedaban miembros de su propia familia era algo realmente importante lo que esto significaba, se sentía amado y protegido por todos.

Dejó que Ohm pusiera el collar en su cuello y después de un beso, en la frente y otro en sus labios se dispusieron a cenar, la comida estaba deliciosa, la compañía y la conversación trivial, lo distrajeron un poco de los problemas que habían ahí afuera de la burbuja donde se encontraba en este momento.

- Por cierto, cuando todo esto termine viviremos juntos, te construiré una casa hermosa, ya tengo el diseño y la locación... - ante esas palabras Fluke dejó de comer.

- ¿Qué...? Espera ¿qué acabas de decir? - preguntó, esta vez la sorpresa era mayor.

- Mi apartamento me encanta, pero me gusta mas despertar contigo en mis brazos, iremos a vivir juntos, el diseño de la casa que construiré para ti es hermoso, te encantará. - Fluke no podía creer la naturalidad con la que decía estas palabras, sus sentimientos eran un caos en este momento.

- ¿Por qué? ¿No quieres? - preguntó Ohm al ver que se quedaba callado, el asunto era que ya estaba demasiado oscuro como para que notara las lágrimas que caían por sus ojos.

- Yo... - no tenía palabras.

Ohm se acercó a su lado y lo abrazó, fue cuando pudo notar sus lagrimas.

- Shhhhh has llorado mucho hoy, mañana que vuelvas a la oficina, te mostraré los planos, podrás agregar o quitar lo que quieras, ya pasé demasiado tiempo sin ti como para dejarte ir otra vez, te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo, quiero tantas cosas contigo que siento que no tengo tiempo suficiente del día o la noche. Te amo. Es todo. -

Fluke daría su vida por poder mantener este momento intacto, desearía no terminara y quedara grabado en su memoria para siempre, se dejó abrazar y sabía que no había lugar más seguro para el que los brazos de quien amaba, su hogar, su lugar favorito en el mundo.

Amor en alquiler 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora