Amor en alquiler 💕

11. Resiliencia.

El funeral de la madre de Fluke se llevó a cabo en medio de miradas de compasión hacia su hijo, el único de la familia que quedaba, todos tenían palabras de ánimo, pero nadie entendía en realidad el dolor de la pérdida, el no poder escuchar la risa, los regaños, no poder abrazar más a esa persona, olvidar poco a poco como sonaba su voz o como se veía su rostro.

Ohm podía observar como su pequeño resistía, pero sabía que muy dentro de él estaba esperando el momento para derrumbarse y el estaría ahí para sostenerlo y no dejarlo caer, su pequeño (porque era suyo) no estaba solo.

Todo terminó en relativa calma, Ohm esperaba a Fluke quien aún continuaba parado al pie de la tumba de su madre, con la mirada perdida y lágrimas retenidas en sus ojos, lo esperaría el tiempo que fuera necesario. Cuando fue momento de irse el pequeño subió de forma automática al auto y se marcharon juntos.

Llegaron al apartamento de Fluke y éste no había pronunciado palabra desde que todo empezó, lo condujo a su habitación, Fluke se movió por inercia, el mayor acarició su cara y lo sentó en la cama.

Intentó quitar su chaqueta negra, pero el pequeño lo malinterpretó, lo abrazó y comenzó a besarlo con desesperación.

- Fluke, espera, no... - lo apartó y pudo observar lágrimas contenidas en sus ojos.

- Por favor... Yo... Necesito... - rogó.

- No, no en este momento, necesitas descansar. - dijo Ohm tomando sus manos que avanzaban por todos lados.

- ¡Rayos! Ohm necesito sentir otra cosa que no sea esto, te necesito. - rogó de nuevo.

- En otras circunstancias amaría que me dijeras que me necesitas, pero ahora estás vulnerable y te arrepentirás mañana. - explicó.

- No entiendes... Yo... - con una mano golpeó su pecho conteniendo los sollozos.

- Puedes llorar, conmigo no necesitas fingir ser fuerte, puedes desahogarte, estaré aqui para ti y no diré nada si no quieres. - al decir esto lo abrazó y Fluke se desplomó en sus brazos, era ligero y el llanto salió a raudales.

Cuando su padre murió Ohm quería desaparecer, amaba a su padre, perderlo fue lo más doloroso que había experimentado en la vida, sabía que su pequeño debía estar pasando por algo igual o peor, siendo que siempre fue muy apegado a su madre.

Fluke se durmió abrazado a su pecho, después de lo que pareció horas de llanto, se levantó para desvestirlo y estuviera mas cómodo, fue por un paño húmedo y lo limpió, su respiración estaba en calma, pero sabía que cuando despertara volvería nuevamente ese dolor, volvería a sentirse desesperado y vacío. El esperaría en tiempo necesario para que su pequeño sanara, luego ya habría tiempo para confesarle sus sentimientos.

Pasaron los días que se volvieron semanas y su pequeño mostraba una resiliencia increíble, sabía que el recuerdo de su madre permanecía en su mente y corazón, pero ahora ya dormía mejor por las noches, y ¿Cómo lo sabía? Porque había estado con él cada día y noche, consolándolo, prestando cada parte de su cuerpo para él, su hombro, pecho, brazos, había sido testigo de una gran fortaleza por parte de su pequeño.

- Ohm necesito hacer otro viaje al centro de construcción. - le dijo Fluke entrando en su oficina. - Los materiales están tardando en llegar y cuando llamo a la constructora no muestran avances significativos, debo ir a ver que pasa. - agregó sentándose en una silla frente a su escritorio.

- De acuerdo ¿cuándo tienes planeado ir? Para reservar los boletos. - preguntó.

- ¿Boletos? - preguntó confuso el otro.

- Si, iré contigo ya deberías saberlo. - Dijo Ohm.

- Pero... -

- No es una discusión, se que haces un excelente trabajo, por si piensas que es por eso, solo que quiero acompañarte, es todo. - con eso puso fin a la discusión.

Al llegar a la construcción, pudo notar varias anomalías, primero el retraso en los materiales, luego el hecho de que había menos trabajadores que los asignados originalmente, todo eso lo expondría cuando se reúna con los encargados, entendía que Fluke estaba pasando por malos momentos, pero aun así eso estaba por fuera de sus responsabilidades, era la constructora quien debía encargarse de eso.

- También lo notas cierto, hay varios problemas que debemos resolver primero. - le dijo a Fluke quien estaba de regreso de hablar con uno de los capataces.

- Si, dijo el capataz que el dueño había hecho algunos cambios, pero no nos han informado nada, es extraño. - le dijo el pequeño confundido.

Fueron a una de las oficinas provisionales y se sentaron en el sillón a esperar a los encargados. Después de la reunión les informaron que el dueño original había dejado a cargo a su hijo y éste sin informarles nada había hecho cambios pequeños, pero significativos en toda la obra. Eso molestaba a Ohm.

Cuando todos hubieron salido de su oficina, se paseaba molesto bajo la mirada de Fluke.

- Calmate, por que no lo llamas y te reúnes con él, debe haber una explicación a todo. - Trató de calmarlo.

- No, deben aclararnos porque no nos consultaron o informaron sobre los cambios. - sonaba molesto y lo sabía, también sabía que no era culpa de su pequeño, así que no se desquitó con él.

Salieron a supervisar el resto del trabajo, se separaron en algún momento, alguien de los trabajadores había llamado a Fluke y éste fue a atenderlo, el por su parte seguía dando vueltas en el lugar, giró por uno de los pasillos sin terminar y observó como su pequeño reía con algunos de los trabajadores, su sonrisa le daba vida, hasta que uno de los hombres puso una mano sobre su mejilla, decir que sintió su sangre hervir fue poco.

Caminó rápidamente hacia Fluke y tomó su mano arrastrándolo lejos de esos hombres, casi arranca la mano del tipo por atreverse a tocar a su pequeño. Lo llevó hasta una zona donde estarían los baños, cerró la puerta y aprisionó a Fluke entre sus brazos y la pared.

- Nunca, dejes que nadie toque tu cara, ni ninguna parte de ti. - le dijo pegando su nariz a su mejilla.

- No estaba tocando, tenía polvo en mi mejilla y el sólo lo quitaba. - se defendió Fluke.

- Se supone que no debería sentir celos, pero ¡rayos! Si no quería arrancar su mano de su brazo por tocarte. -

- Ohm no deberías, no somos más que amigos con derechos. - esas palabras taladraron su corazón, quería decirle, quería confesarle que lo amaba desde hacía mucho tiempo, pero aún no podía, no hasta que Fluke se repusiera totalmente.

- Bien, sé lo que somos, pero tenemos la regla de ser exclusivos, eres mío, no quiero que nadie toque lo mío. - después de decir eso lo besó y lo atrajo a su cuerpo, su lengua se abrió camino hasta su boca, el beso era agresivo, quería marcar su territorio, quería que todos supieran que este niño era suyo.

- Dijimos que en el trabajo no. - le recordó a Ohm esa estúpida regla.

Después de dejar marcas en su cuello, salieron de ese lugar al pasillo, alguien vino a buscarlo.

- Señor el hijo del señor Xanders lo busca. - le dijo el trabajador, iba a preguntar donde, pero se le adelantó. - Ah aquí está. - se giró y observó a un joven apuesto acercarse, notó que por un momento Fluke inhaló fuerte a su lado, pero creyó que era su imginacion.

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Quería subir este capítulo cuando llegáramos a los 500 lecturas.
Gracias por acompañarme en esta historia, se vienen algunos problemas para nuestra pareja, pero seamos pacientes.
No olviden compartir, comentar y votar, gracias. ☺☺☺