En un mundo que juró recorrer solo, Taehyung se envuelve en una encrucijada. Darle la espalda a sus creencias o salvarle la vida a ese mestizo.
Alguien mató a su entrañable amigo, alguien le arrancó una parte de su propia alma y ese alguien iba a re...
La noche llegó y a excepción de Suga, todos habían permanecido despiertos, estaban agotados física y mentalmente, tenían que salir a supervisar el perímetro asignado, habían aumentado los ataques hacia los civiles vampiros, era una clara provocación hacia la élite de guerreros llamados Bang Tan, el jodido principado se regodeaba por las quejas recibidas en su recinto hacia la deficiente ayuda de los guerreros, el líder del principado se sentía plenamente seguro de que el plan iba a pedir de boca, nadie sospechaba que él comandaba a un grupo de asesinos para acabar con los vampiros mestizos y con las criaturas que el consideraba más peligrosas.
La estocada final sería cuando supieran que un miembro de su misma élite es un soplón.
—Señor, se han mandado las convocatorias para los civiles mestizos, el sello de la élite Bang Tan será la carnada perfecta, la locación también está preparada, los cambia formas estarán apostados en los sitios indicados para la emboscada, los lobos están inconformes, se preguntan porque no fueron convocados para está misión.—
—Porque si remotamente los guerreros encuentran evidencia de que los mestizos fueron atacados por lobos el plan se irá a la mierda. Toda la sociedad debe pensar que los Bang Tan son ineficientes y que los cambia formas actuaron por odio.—
—¿Cómo introducirá en la élite la idea del soplón?—
—Todo a su tiempo Seungri, es todo lo que necesitas saber por ahora—
—Si mi señor, ¿Necesita algo más?—
—Llama a TOP, Daesung y Taeyang—
G Dragon, el líder del principado se regodeaba en su oficina saboreando su más grande victoria, acabar con los Bang Tan, el odio venía de generaciones atrás, para él, tener una élite de asesinos representaba solo una amenaza a su linaje como rey de los vampiros, tenía la paranoia que en cualquier momento sería descubierto y todo su reinado se vería abajo si los que lideraran una revuelta fueran los más letales asesinos.
—6 guerreros no pueden con el principado, los acabaré y entonces acabaré con cada mestizo que respire en mi reino—
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Jungkook regresó por sus cosas, dejaría ese pequeño departamento junto con toda la amargura con la que vivía ahí. Se dio cuenta en pocos días que solo mirar el pasar del tiempo aferrado a la ausencia de sus padres no era vivir, encontró en las palabras de su padre el alivio por el que tanto rezó, el si lo amaba, su madre también lo amó y dio la vida por el. Debía regresarle la camioneta a Taemin, no sabía si renunciar a su trabajo, era la única cosa que podía mantener hasta que pasara la transición, debía agradecer también a su jefe, sin su ayuda tal vez su ahora nueva familia no estaría a salvo. Se dirigió de prisa hacia al SHINee, lo último que quería era llegar tarde. Estacionó la camioneta frente al Bar, ya había fila para entrar, tanto humanos como criaturas sobre naturales abarrotaban las calles en una sola hilera vestidos con sus mejores modas, Jungkook los observó antes de dirigirse a la entrada de empleados, llevaba en sus maletas sus nuevas ilusiones y sus recuerdos, accedió al bar saludando a sus compañeros, dejó las maletas en la bodega de licores, se cambió a su uniforme y esperó a su jefe, este apareció de repente dándole un susto de muerte, brincó y se le estremeció hasta el alma provocando que su jefe riera con ganas.
