Capítulo 10. Secretos

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Pensaba que estaba soñando, que mi mente me estaba jugando una mala pasada, como lo ha hecho desde que el se marchó, aquel alfa varonil, me besaba con pasión y desenfreno, sus manos sujetaban mi rostro, en un delicioso agarre.

Estímulos eléctricos me rodeaban, sus manos aún encima de mi ropa húmeda, hacían quemar mi piel. despegue mis labios de los suyos buscando aire, temblaba y no era de miedo. Era la respuesta a su presencia.

Sus ojos azules me hipnotizaban no apartando mi mirada, siento un escalofrío recorrer mi piel, tengo más miedo que nunca, porque se que no hay vuelta atrás, estoy enamorado de él, y llevo meses bailando sobre su mano, mi omega abre sus ojos, como hace mucho no lo hacía, el también lo extrañó demasiado, se ha levantado de entre las sombras, haciéndome liberar mi aroma, libre de supresores, buscando el calor del alfa que está frente a mi, despertando mis instintos, exigiendole a mi cuerpo aparearse con ese hombre varonil de nuevo, con cabello color de noche, la lluvia no para, no siento el frío del agua recorrer mi piel, cierro mis ojos, su nariz se dirige a mi cuello, olfatea peligrosamente, mientras clava sus dedos en mi cadera - Eren Jeager, tu hueles a gardenias - mis ojos se abren sorprendidos, el jamás lo había mencionado hasta hoy, se lo que eso significa, ignore esa cursi posibilidad de encontrarlo algún día, su aliento cálido, es un tormento para mí omega, que ahulla llamándolo, mis labios cosquillean, y me dejó llevar, lo beso profundamente, su lengua empuja en mi boca, me deshago ante su deliciosa intromisión.

El me estruja, me hace vibrar, sostiene mis glúteos y no puede más, me carga sosteniendome fuerte, respondo a su agarre, rodeandolo con mis piernas, mi corazón late fuerte, como hace tanto no lo hacía, el me lleva acuestas hacia su departamento, abre la puerta y la azota, estoy perdido entre su boca que succiona mi cuello.

Termino, siendo recostado en la cama, sus manos están bajo mi ropa, raspan, queman, duelen, porque estoy vivo, porque añoro que el me tome, como jamas había añorado a alguien. El calor nos inunda, el se quita su ropa dejándome ver su torso desnudo, ese que tanto me gustaba ver desde mi ventana, está frente a mi y sin reparo paso mis manos por toda su piel pálida, recordandole a su piel mis caricias, mientras el sube mi playera buscando mis pezones, el dolor que me causan sus dientes en mi piel, me confirman que no es una ilusión.

Me deshago de mi ropa, quedando a su merced, el me mira, pasa su mirada por todo mi cuerpo desnudo, recuerdo incluso por un momento, esa inseguridad que siempre he tenido, sin pensarlo, cruzó mis brazos tratando de cubrirme, el me gruñe mientras jala mis brazos para seguir succionando y lamiendo mi piel -No te cubras, eres hermoso desnudo.

Comienzo a gemir, el placer y la excitacion se acumulan en mi entre pierna, mi cuerpo reacciona llenándose de humedad para recibirlo, el no pierde el tiempo moviendo su lengua en mis pezones, doy un grito de placer que es ahogado por mi mano - Eren, gime para mi - su voz grave y ronca me da una orden, mientras mis piernas me tiemblan expresando mi deseo de ser tomado. Sus manos le brindan atención a mi entrepierna, su mano caliente recorre mi piel, sus dedos toman mi miembro llevándoselo a su boca, estoy temblando al sentir su lengua intrusa rodeandome.

Grito y muevo mi cadera preso del placer, el se aparta de mi, volteo a verlo, su lengua recorre sus labios, mientras me ve, sus ojos azules brillan como nunca, brillan por mí. Acaricia mi rostro, pasa sus dedos por mis labios, yo los capturó con mi boca, pasando mi lengua por ellos - No te apresures tanto, te deseo demasiado - le digo ansioso.

Hunde su boca en mi clavícula besando mi piel, mientras siento su dedo intruso en mis adentros, sabe como moverlo dentro de mi, para sentir su toque como una dulce tortura, un dedo, luego dos, me deshago en respiraciones entre cortadas, me aferro a su espalda - Porfavor Levi, no aguanto más - pasa su lengua recorriendo mi abdomen, mientras busca un condon en su cajón, lo veo ponérselo, y muerdo mis labios, ansioso por tenerlo dentro de mí.

Apago la luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora