Capítulo 17. Ultimatum

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Desperté en una camioneta, después de haber dormido un rato, Hanji estaba a mi lado, veía hacia la ventana, había mucho movimiento en aquella casa, sacaban cajas con extremo cuidado, la alfa me miraba, pasaba sus manos en mi espalda - Lo sabes todo cierto? - fue lo que me dijo, no quise contestar, solo la abracé y ella me correspondió.

Llegamos a su hogar, caminé hacia dentro con la mirada agachada, cuando pensaba acostarme sobre mí cama, el entró, me abrazó llenandome de su aroma, pero aun me sentia angustiado.

- Te amo Eren... - lo dijo bajo como un susurro, mis latidos se aceleraron, mi corazón saltó ilusionado.

- Estas seguro que me amas? - le dije, el se acercó a mí y asentía con la cabeza. Caminé hacia el ático, el me seguía sin entender, subí hacia aquel lugar, las cosas de ella seguían ahí - Si me amas, tira todo esto.

-No me pidas eso - me decía, mientras el aroma mentolado se estaba volviendo agrio.

-No puedes deshacerte de las cosas de esa mujer?, ella te engañó!!, ella es la culpable de toda esta mierda!!, te gusta que te pisen Levi?, te gusta que te humillen para enamorarte?, necesitas que te engañe para que te aferres a mi como a ella? - estaba enojado, el triste.

- No pienso hacerlo, aun no es momento, necesito que mañana me acompañes a un lugar, después de eso, tu me diras si aun quieres que me deshaga de todo esto.

El día siguiente llegó mi corazon latia como loco, el me pidió que subiera a una camioneta, Hanji manejaba, me veia por el retrovisor me sentia observado en cada uno de mis movimientos, estaba ansioso y temeroso, podian pasar muchas cosas, mas malas que buenas, siempre tiendo a ser terriblemente negativo, esta vez no es la excepción.

El camino hacia nuestro destino era largo, habian conducido mas de 2 horas, llegamos a las afueras del distrito, cruzando por un camino empedrado, adentrandonos cada vez mas entre la maleza, hasta que llegamos a un enorme jardin, mi sangre se congeló en cuanto baje del auto, un enorme letrero en la entrada, me decia del horrible lugar donde estabamos, Centro Psiquiatrico Maria, un edificio triste, viejo, con hierbas oportunistas colgando de sus paredes, al costado de su puerta un letrero labrado, con la escritura, Cogitationis poenam nemo patitur, bajo de el su significado, Nadie debe ser castigado por sus pensamientos.

Un aire frio paso por mi espalda, Levi me tomo de la mano y entramos al lugar, nuestros pasos se escuchaban como eco, un doctor nos recibio nos pidió pasar a un consultorio, se dirigió completamente a el - Me da mucho gusto verlo capitan Ackerman, la situación sigue siendo la misma, sin avance alguno con su familiar, me temo mucho que la situación no es ni sera buena, si gusta puede verla, esta en el jardin en estos momentos.

- Mi omega y yo queremos pasar a verla, espero no tenga inconveniente.

- No, no lo hay, pasen por favor -sujete su mano con fuerza, después de caminar mas, nos encontrabamos con varios pacientes, hablando solos o en silencio en alguna esquina, incluso llegamos a ver a uno que gritaba sin razón aparente, mientras corria por los pasillos, apreté su mano fuerte, el soltaba su aroma tratando de tranquilizarme.

El jardin era enorme, pero no habia flores mas que arbustos, varios pacientes caminaban sin sentido, mientras los vigilantes los observaban desde lejos, era un lugar lúgubre y triste, mi omega temblaba asustado, a lo lejos una mujer con cabello castaño claro estaba sentada con muchas hojas en sus piernas, hojas secas, que ella aventaba mientras alzaba sus brazos, sus manos estaban llenas de cicatrices, Levi se detuvo detras de ella, lo mire sin entender, pero volteo su mirada, a nosotros, a mi me ignoro por completo parecía que no existía, pero con el era diferente.

- Levi, Levi, veniste!!, veniste!! - se levantó del suelo, y se acercó a el, tomando su rostro entre sus manos -Hice la comida que te gusta, Levi estara feliz porque papá ha llegado, mira ven, ven, ha crecido tanto - lo tomó de la mano y lo jalo hacia los arbustos, saco un muñeco viejo, que acarició, para darselo a el.

Apago la luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora