10. 07. 2020

663 84 18
                                    

—¿Crees que eso es un párrafo decente? ¡¿Donde están los signos de puntuación?! —Aquella señora golpeó el escritorio repetidas veces, se acercó a mi y terminó por arrancar la página de mi cuaderno, por quinta vez en el día. —Tendré que reportarle esto a tu padre, no pensé que una hija de los Nakamura fuera tan estúpida e insuficiente. —Apreté los labios, cerrando los ojos con fuerza, lamentando lo que vendría si mi padre se enteraba de lo mal que me estaba yendo con la gramática. —Vuélvelo a escribir, y si encuentro algún error, tendré que castigarte.

Este año había dejado de asistir a la escuela particular, y me habían comenzado a educar en casa. Mamá había prometido que si me comportaba, tendría la posibilidad de asistir nuevamente cuando entrará a secundaria.
La escuela regular me parecía más fácil que las clases en casa, la señora Ishikawa parecía estar de mal humor siempre, solo pensar en ella hacia que mi estómago doliera.

—Akane, querida, ¿Por qué no acompañas a Shotaro al jardín? —Habló mi abuela desde la puerta de aquel salón. Asentí y salí de aquel lugar, a pasos lentos, pues la abuela parecía querer decir algo más. —Señora Ishikawa, por lo que se, no tiene permitido hablarle así a mi nieta, y mucho menos castigarla. Si la vuelvo a escuchar decirle así nuevamente, me aseguraré de que sea su última vez en este lugar y su último trabajo como educadora.

Oh no.

—¡Akane! —Shotaro me llamo desde afuera, sonríe, y corrí hacia él. —¿Ya has acabado tus clases?

—No, la abuela ha regañado a la señora Ishikawa, pero me ha dejado salir. —Me encogí de hombros y me senté a su lado.

—Es porque la señora Ishikawa es una bruja. —Susurro por lo bajo, haciendo que ambos soltáramos carcajadas.—Mira, ahí viene mamá. —Señaló hacia la puerta principal. Mamá venía junto con el tío Saito.

—¡Es Kiyoshi! —Exclame con emoción, corriendo hacia ellos, dejando a Shotaro atrás. —Buenas tardes —Salude, llevándome una mirada severa de parte de mamá. ¡Pero que tonto de mi parte! Mamá estaría molesta porque no salude de manera correcta. Sonreí apenada e hice una reverencia ante mi nuevo amigo. —Tío, ¿Kiyoshi puede jugar conmigo?

—Akane. —Mi madre me regaño, tomando mi brazo. —¿Qué haces aquí?, Deberías estar con la señora Ishikawa.

—La abuela me ha dejado salir. —Respondí, no entendía porqué estaba tan molesta, yo solo quería jugar con mi nuevo amigo.

—Entonces ve a tu habitación. —Me empujó levemente, haciendo que trastabillara.

—¿Puedo jugar con Shotaro en el jardín?—Sentí picor en mis ojos, no quería quedarme sola en mi habitación nuevamente.

—Sabes que tienes prohibido estar con él, ve a tu habitación. —Demandó, asentí y comencé a caminar hacia mí habitación.

Y terminé llorando en mi camino.
Nuevamente me harían quedarme aquí hasta la mañana siguiente, solo porque teníamos visita.

—Oye. —Escuché a mi lado.

—¡Kiyoshi! —Pase mis manos por mi rostro, limpiando mi lágrimas, avergonzada de que mi nuevo amigo me viera llorar. No quería que pensara que era una llorona. —¿Cómo has llegado aquí?

—Te seguí...

—¿El tío sabe que estás aquí? —Caminé hasta la puerta de mi habitación cerrándola, para evitar que alguien nos viera aquí y nos regañara.

—Él no puede verme... Nadie puede.

—¿Qué cosas dices? —Me reí ante su comentario. —Yo puedo verte, todos podemos.

Lycoris; Na JaeMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora