Cayden observó a Raihan ayudando a Selene a lo lejos. La chica de pelo negro estaba pálida, más que de costumbre, y se aferraba sobre su torso. Le hizo una señal al Ravenclaw y entraron corriendo en los baños.
-Vamos, vamos.- Sean le gritó sujetando a Hope, cuyo cuerpo todavía emanaba sangre. -Busca a la enfermera.-
Cayden subió las escaleras como un suspiro hasta la enfermería, vacía.
-No hay nadie. Déjala en la mesa.-
-¿Y los profesores?-
-No hay nadie en el castillo. Se han ido a Londres.-
Hope se retorció en la mesa, chillando. Se estaba volviendo púrpura.
-Tranquilos, he traído a alguien.- Raihan entró arrastrando a Selene, que todavía tenía restos de dolor y angustia en la cara. -Cayden, sal.-
Ambos muchachos salieron, dejando a los Slytherin en la enfermería con la joven rubia.
-Sean, acércame una palangana y agua, rápido.- el chico le hizo caso y le puso al lado los materiales. Selene vomitó algo de sangre en el suelo. Se limpió con el antebrazo y metió las manos en la palangana. Notó el agua sobre su piel y aunque hubiera podido en ese momento haberse curado las heridas, dirigió la corriente hacia el cuerpo convulsionante de la chica.
Hizo que el agua entrase por sus venas, se llevase cualquier resto de veneno con ella. Después, con cuidado colocaba el agua corrompida en la palangana, y volvía a atender el cuerpo violáceo y cada vez más muerto de la más joven de los Herederos.
-Tiene veneno en los pulmones.- las manos le temblaban del sobreesfuerzo. -No puedo usar el agua, necesita sangre.-
-Estás demasiado débil. Has sujetado el lago entero y estás vomitando sangre. Puedes morir.-
-Ella es joven y sangre limpia, tiene que vivir.- abrió la camiseta de la chica, y colocó la mano en el pecho de la chica, la sangre pasó de un cuerpo mediante los poros diminutos de cada chica. El cuerpo de Hope cada vez se volvía más rosado y vivo, paralelamente, Selene se volvía más y más mortecina.
Fuera de la habitación, Cayden y Raihan estaban esperando cualquier noticia.
-¿Qué le pasaba a Selene?- le preguntó a Raihan.
-Vió todo, y se le revolvió el estómago. No hay más.-
El sonido de algo pesado cayendo retumbó en las paredes. Los dos volvieron a entrar con Sean, Selene y Hope.
La chica de pelo negro estaba en el suelo.
-¡Hope!- Raihan se lanzó contra la niña.
-¡Selene!- Cayden levantó a la chica del suelo, pero no contestaba, una vez la dejó en una de las camillas, se avalanzó contra el Slytherin. -¿Qué has hecho?- lo agarró por el cuello de la camisa.
-Tuve que usar su sangre para limpiar la del cuerpo de Hope, el veneno tardará un tiempo en abandonar su cuerpo, pero lo hará.- Sean notaba como la sangre abandonaba su cerebro.
-¿Que has hecho qué?- el puño de Cayden golpeó la mandíbula de Sean.
-¡CAYDEN!- Raihan abandonó el lecho de la Hufflepuff y tiró a Gryffindor al suelo.
-¡Suéltame!- Cayden se removía en el suelo, intentando deshacerse del agarre.
-No comprendes lo que haces.- Raihan colocó la mano en su frente, y se durmió.
Soñó con la serpiente. No, no era la serpiente, era un basilísco de ojos verdes y escamas de reflejo plateado. Notaba algo pesado en su costado, una espada.
El basilísco también se percató del arma. Agachó la cabeza y se acercó a Cayden. Él respondió acariciando la piel viscosa de la cabeza. Cuando se acostumbró al tacto, colocó su frente contra el animal.
Cayden.
Levantó la vista, los ojos grises de Selene lo miraron, vacios.
-¿Selene?- la chica estaba frente a él, como un cascarón vacío.
-Cayden, me estoy muriendo.- la piel se le tornaba azul, y los ojos blancos.
-¿Cómo te ayudo?- Cayden le apartó el pelo de la cara.
-Tengo frío.-
Despertó y dió una bocanada, seguían en la enfermería. Ni rastro de Raihan, Sean o Hope.
Intentó levantarse, pero el cuerpo parecía no responderle. Se deslizó hasta caer de la cama y se arrastró hasta la de su Selene.
Se concentró en no mirar el cuerpo falto de vida, y colocando las mano en su abdomen, intentó conducir el calor de un cuerpo al otro, pero a su cabeza vino la imagen de los ojos de la serpiente ardiendo bajo sus manos. ¿Y si le prendía fuego a Selene? Siempre había usado su don para la destrucción. ¿Pero como sanador?
No sabía si lo que pasó a continuación fue un acto reflejo, o deliberado, pero Selene colocó su mano fría encima de la de Cayden.
Y Cayden dejó que su calor se adentrase en Selene.
ESTÁS LEYENDO
Heirs of Hogwarts
Fiksi PenggemarSon diferentes, lo saben y no les importa. Y no solo por ser magos, si no por la sangre que llevan en sus venas. Ellos respiran los hechizos y emanan poder, y por primera vez en centenarios, la magia de los cuatro fundadores volverá a correr por los...