IX

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Tiempo después, llegó la prueba de Ravenclaw. Raihan convocó un día a todos los herederos, y a su novia, Selene a la sala de los menesteres.

Aunque Selene fuera la pareja de Raihan, eso no había impedido los encuentros en el claro del bosque prohibido, donde se habían empezado a conocer fatídicamente ella y Cayden.

Todavía había algo de nieve cuando un día se encontraron en el Bosque.

Cayden estaba sudando, controlar la respiración se le hacía muy difícil según pasaba tiempo entrenando.

Se sentó al lado de Selene, que llevaba su libro. Como de costumbre.

-¿Llegaste a conocer a tus padres?- Selene cerró el libro y lo miró dudando si debía contárselo o no.

-Sí. Murieron cuando tenía ocho años. Malfoy era un buen amigo de ellos, así que me llevó a la mansión con él, y asumió mi cuidado. Además de darme su apellido.-

-¿Te acuerdas de tu apellido?-

-Lo olvidé, fue lo mejor. Has preguntado tú, ahora me toca a mí.- Selene se había puesto tensa por la pregunta, pero enseguida recuperó la compostura y el aire juguetón. -¿Eres del sur?-

-Little heat, Birmingham. Debes ser muy del norte para considerar Birmingham el sur.-

-Manchester.-

-Eso sí que está lejos. Tengo que ahorrar si quiero ir a verte este verano.-

-Ahora vivo con Draco. ¿Recuerdas? En Wiltshire, y no creo que seas bienvenido.-

-¿Por qué no? A mi me pareció que le caí bien. Conocía a mis padres.-

-Idiota. No pelearon en el mismo bando. Draco fue un mortífago. Pero puedo ver que tu opinión sobre los Slytherin sigue cambiando para bien.-

-Ya te lo dije.- Cayden se apoyó en las piernas de Selene, quedando completamente tumbado. -Sean me salvó la vida, desinteresadamente. Y tú pusiste tú vida en peligro por Hope. Draco te adoptó, si hay tres Slytherin buenos, significa que puede haber más.-

-Hay más. Por ejemplo, el mentor de Draco, y maestro de Harry Potter fue un Slytherin.-

-No sé a quien te refieres.-

-Da igual. Pero me alegro de que tú y Raihan veáis de mejor manera a la Casa Slytherin. Quizás lo que te falta es una novia de Slytherin. ¿Piensas en alguna?-

-No. Además no creo que ninguna Slytherin saliera con el heredero de Gryffindor.-

-Ya encontrarás a tu media naranja.-

-Ya la he encontrado.- susurró Cayden.

Durante esas semanas, dejó de tener sueños con la chica de ojos verdes, ahora fantaseaba con Selene rompiendo con Raihan para decirle que lo amaba. Selene y sus ojos grises se habían llevado los ojos verdes y los vestidos blancos de cintas verdes.

Pero cada vez que ella estaba con Raihan, algo dentro de él se partía. ¿Debería dejar de luchar por ella?

Sacudió la cabeza para ahuyentar los pensamientos, y se centró en la enorme cueva que había delante de él.

-La cueva se divide en tres caminos.- estaban tan altos que el aire impedía oir bien. -Yo iré con Hope. Cayden, cuida de Selene. Sean, vas solo.-Raihan tomó la mano de Hope y marchó hacia el interior.

Cayden y Selene tomaron la segunda entrada. El heredero de Gryffindor iluminó el ambiente con una llama en su mano.

-¿Qué crees que podrá haber en esta prueba?- preguntó Cayden.

-Si la hizo Rowena, seguramente haya que pensar. Será un acertijo o algo parecido.-

Después, silencio.

-¿Cómo va tu relación con Raihan? Él no es muy fácil de llevar, que se diga.- Cayden le preguntó, aunque cada palabra le doliera.

-¿Mi qué con Raihan?- Selene se rió

-Os pasáis el día juntos cuchicheando, y en el bosque me dijiste que la novia de Raihan era una Slytherin.-

-Mi prefecta, Anne-Marie Gallagher. Ella es su novia. Raihan y yo solo somos amigos.-

Selene se reía a base de bien, pero Cayden tenía la cara roja de vergüenza.

Pero por dentro se sentía aliviado.

La gruta no parecía acabar, solo oscuridad y piedra hasta donde alcanzaba la vista.

-Creo que esto va a ser fácil.- dijo Cayden, hasta que se abrió el suelo debajo de ellos.

En la caída, agarró la mano de Selene, y la protegió con su cuerpo.

-Helena, ¿eres tú?- estaban en una habitación decorada con símbolos de Ravenclaw, y sentada en una banqueta, una mujer.

-¿Quien es?- susurró Cayden.

-Rowena Ravenclaw.-

-Helena ¿quién traes contigo? ¿Es el barón?- la mujer se acercó a Selene y le acarició la mejilla.

-No, Rowena. Yo soy una estudiante de Hogwarts, y él es heredero de Gryffindor.- Selene le contestó, apacible.

-Pero que tonta eres, Helena. Claro que eres una estudiante de Hogwarts, hice esta escuela para tí. Y no hace falta que mientas, veo en tu corazón, que el Barón es tu ser amado.-

Selene se giró hacia Cayden sin entender que pasaba.

-Y no me llames Rowena, llamame mamá. Como siempre.-

En la garganta de Selene nació un nudo.

-Mamá, ¿como salimos de aquí?- preguntó.

-Acabas de llegar, Helena. No vuelvas a irte, llevo cientos de años esperando a que vuelvas. No me importa la diadema, solo me importa que tú estés bien, pequeña mía.-

-Pero tenemos que volver a Hogwarts.- Cayden intervino.

-Barón, muchas gracias por encontrar a mi hija. Pero ahora, debe marcharse.- Rowena hizo un gesto con las manos, y una corriente de aire se llevó a Cayden hasta el techo.

-¡CAYDEN!-

-Tranquila, mi amor. Pronto el aire de sus pulmones será expulsado, y nosotras podremos estar juntas para siempre.-

-No puedes hacer eso.- Selene encaró a Rowena.

-¿Es que acaso le quieres a él más que a tu madre?-


Heirs of HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora