C A P Í T U L O 12

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C A P Í T U L O  12

G R E T T A
  Lo esperé durante días pero no volvió. No volvió ni a mi casa ni a la cafetería. Y tampoco lo hizo Josh.
  Afortunadamente, no me ignoró por completo. Hablamos un par de veces por teléfono para mantenerme al tanto de los nuevos descubrimientos acerca del caso, pero nada más. No volvimos a mencionar lo sucedido y eso no hizo más que destrozarme.
  La noche que había pasado junto a Iván había sido diferente a todas las veces anteriores que me había acostado con alguien. Esta vez se había sentido más íntimo, más importante que cualquier otra. Y sólo yo sabía lo que eso significaba ya que nunca lo había sentido antes.
  Mi vida había vuelto al punto antes de conocerlo. Me rodeaba la rutina y Silvia sabía que algo me sucedía pero no decía nada, hasta que un día ya no pudo soportarlo más.
-No puedes seguir fingiendo que no te sucede nada -dijo mi amiga al observarme con reprobación en su rostro -. No pareces tu misma. Hace unas pocas semanas que Iván ya no se aparece por aquí y tu luces como persona depresiva.
  No tuve que hacer nada más que mirarla para que mis ojos se llenaran de lágrimas. Silvia se acercó a mí pero no podía abrazarme, y eso era lo único que yo necesitaba en aquel momento. Necesitaba un abrazo, pero no de ella.
-Creo que ya no puedes negarme el hecho de que estás enamorada.
  Me conocía lo suficiente para saber que aquella afirmación provocaría una reacción en mi, pero decidí ignorarla. 
-No tengo tiempo para llorar -dije secándome las mejillas -. Todavía no desayuné y tengo que ir a trabajar.
  Silvia no dijo nada más y se lo agradecí en mi interior. Sin esperarlo, alguien tocó la puerta de mi departamento y mis manos comenzaron a sudar incontrolablemente. Me acerqué con el corazón a punto de salírseme del pecho. Al abrir, Josh me esperaba sonriente del otro lado.
-Hola -saludó dándome un beso en la mejilla. Lo dejé entrar y me miró con el ceño fruncido -. ¿Estás durmiendo bien?
-Sí -mentí -.¿Sucedió algo nuevo?
-No, nada nuevo aún -respondió y luego desvió su mirada al suelo -. Iván me envió a decirte que iremos a buscar el libro a la casa de Ethel hoy. Maggie está dando a luz y ella cuidará a las niñas, así que tendremos la casa libre.
-Está bien -dije cruzándome de brazos, enfadada con Iván por no tener el valor de mirarme a la cara y decírmelo él mismo -.¿Necesitan algo más?
-Sí, quería preguntarte si estarás disponible esta noche. Para intentar invocar a Drake otra vez -simplemente asentí. Josh parecía debatir consigo mismo para decirme algo. Parecía algo incómodo, pero habló de igual manera -. Mira... sé que entre Iván y tú sucedieron... cosas. Pero quiero explicarte por...
-No es necesario -le corté sin dejarlo terminar -. Creo que lo entiendo a la perfección.
-No, no lo haces -me contradijo algo desesperado así que me callé y lo dejé hablar -. Hace algunos años falleció mi hermana, Emily. Ella e Iván eran pareja, vivían juntos y se iban a casar. Pero Emi enfermó de cáncer -escuché asombrada su relato, nunca lo habría imaginado. No sabía que Josh tenía una hermana fallecida y mucho menos sabía que Iván había estado enamorado de ella -. Eso hizo que una parte de Iván también muriera con ella. No es que él no quiera estar contigo, pero siente que la traiciona cada vez que está cerca de ti.
-¿Por qué me dices esto? -cuestioné sin entender sus motivos para venir aquí y contarme aquello.
-Porque es mi amigo y quiero verlo feliz -me abrazó y continuó hablando -. Y porque tú también eres mi amiga y sé que podrían ser felices juntos.
  Le agradecí muchas veces antes de que se fuera. Sentí que volvía a renacer. Fui hasta el baño a lavarme la cara y a peinarme, me puse mi uniforme y ya estaba lista para el trabajo. Antes de salir, le lancé un beso a Silvia y ella negó con la cabeza a la vez que sonreía.
  Ahora comprendía los motivos de Iván para ignorarme. Sin embargo, solo pude sentir tristeza por él. Había perdido a su padre y a su futura esposa, él había sufrido mucho y no quería volver a hacerlo. 
  Lo entendía a la perfección, pero eso me daba una nueva esperanza y todo era gracias a Josh.
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I V Á N
  Al recibir la llamada de mi madre para avisarme que sería tío por tercera vez, supe que era mi oportunidad. Le dije a Josh que lo vería en casa de Ethel para buscar el libro.
  Las semanas anteriores las había pasado trabajando para evitar pensar en Gretta. Los recuerdos de aquella noche me golpeaban cada vez que tenían la oportunidad. No voy a mentir, fue una de las mejores noches de mi vida y disfruté cada maldito segundo. Pero el rostro sonriente de Emily hacía su aparición en mi memoria y me obligaba a enojarme.
  Pero no estaba enojado con Gretta, estaba enojado conmigo mismo. Furioso por confundirnos a ella y a mí sobre nuestra relación. No estaba listo para dejar ir Emily, pero tampoco sabía si algún día iba a estarlo.
  Mantuve aquellos pensamientos al margen y me concentré en lo que estaba por hacer. Ingresé a la casa de mi madre usando una llave de repuesto que estaba escondida debajo de una maceta. Dentro todo estaba a oscuras, encendí las luces y esperé a que mi compañero llegara.
  Josh llegó justo cuando comenzaba a impacientarme. Apenas atravesó la puerta de la entrada comenzamos con la búsqueda. Revisamos cada habitación, cada estantería, cada armario, cada maldito cajón.  Prácticamente dimos vuelta toda la casa y, aún así, no lo encontramos.
  Estábamos exhaustos y cubiertos de polvo. La frustración era notable en nuestros rostros. Estaba a punto de llorar por la rabia que sentía.
"¿Dónde lo pusiste, papá? ¿Dónde?"  Pregunté internamente, pero no obtuve respuesta.
  El ático y el sótano tampoco habían quedado exentos de nuestra búsqueda. Ni siquiera siguiendo el consejo de buscar en los lugares más obvios había funcionado.
-Creo que es hora de hacer un segundo intento y hablar con tu padre  -dijo Josh luego de desplomarse en una silla -. Hay que ir con Gretta.
-No creo que esté en su departamento hoy -hablé rápidamente.
-Sí estará, hablé con ella esta mañana.
  Tuve que haber sabido que Josh haría algo como eso. Ya no tenía opción, tenía que ir y verla. Pero no tenía idea de qué le diría o de cómo reaccionaría mi cuerpo al tenerla en frente. Resignado, conduje hasta su departamento.
  Al subir por el ascensor mi respiración se aceleró, pero cuando la vi mi corazón se detuvo por completo. Estaba muy hermosa esa noche, como si supiera que me derretiría al verla. Josh parecía ser el mediador entre los dos ya que yo no podía hablar.
  Decidimos ir directo al grano y hacer la sesión rápidamente. Encendimos la vela en el centro de la mesa y apagamos las luces. Cuando su mano hizo contacto con la mía tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no abalanzarme sobre ella y hacerla mía una vez más.
  A diferencia de como yo me encontraba, Gretta lucía despreocupada y segura. ¿Qué le habría dicho Josh en la mañana?
  Alejé aquellos pensamientos y me concentré en la sesión. Los tres cerramos los ojos y esperamos al llamado. Sin embargo, algo extrañó sucedió. Gretta nunca mencionó el nombre de mi padre, pero el frío de la sala se volvió más intenso que la última vez y la vela se apagó para dejarnos en una oscuridad absoluta.
  Los ojos azules de Gretta estaban perdidos en un punto fijo de la pared. Su cuerpo estaba rígido y su agarre en mi mano se hizo más fuerte, tanto que sus uñas me perforaron la piel haciéndome daño. No entendía que estaba sucediendo, miré a Josh en busca de respuestas pero él estaba tan perdido como yo.
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G R E T T A
  Frente a mí se encontraban el Vengativo. El mismo que ya me había visitado varias veces. Él me observó con el único ojo que tenía en su rostro.
-¿Qué quieres? -grité aterrada.
-El alma de Drake Nicholson ya no existe -dijo sin mover su boca.
-¿Cómo lo sabes? ¿Tú lo mataste?
-Yo estuve ahí cuando sucedió -habló, luego hizo una pequeña pausa y continuó -. El At Medium, está en su tumba. En la tumba de Drake.
-¿Qué? ¿Por qué me dices esto? -pregunté asombrada por su revelación.
-Porque debes detenerlo -se acercó a mí y yo me levanté rápidamente tirando la silla en la que estaba sentada.
  El Vengativo acercó su rostro al mío pero no me tocó. Abrió su boca y pronunció una última frase.
-Y recuerda, el Cazador está cerca.
  Luego de eso desapareció y la vela volvió a encenderse. Iván se levantó y me tocó los hombros suavemente haciéndome volver a la realidad.
-¿Estás bien? -cuestionó Josh mirándome con el ceño fruncido.
-Sí -dije en un susurro y presté atención a mi entorno.
  Josh presionó el interruptor de la luz y pude ver las pequeñas heridas en forma de semicírculos que tenía en su mano derecha. Iván tenía las mismas pero en su mano izquierda. Me miré las uñas y me asusté al verlas llenas de sangre.
  Corrí al baño donde me lavé las manos y tomé el botiquín de primeros auxilios. Primero curé a Josh y luego a Iván. Lo hice en silencio mientras me preparaba mentalmente para el anuncio que estaba a punto de darles.
-Era el Vengativo -dije vendando la mano de Iván, luego lo miré a los ojos y tomé aire antes de hablar -. Me dijo que el libro está en la tumba de tu padre.
  Él respiró hondo y asintió con la cabeza. Estaba a punto de abrazarlo pero Josh se me adelantó y lo rodeó por los hombros.
-Era obvio, yo tenia razón .afirmó sin dejar de abrazar a su amigo. 
-También dijo que el alma de Drake... ya no existe.
-¿Cómo lo sabe? -preguntó con los ojos llenándose de lágrimas. Golpeó la mesa con su puño y gritó -¡¿Cómo mierda lo sabe?!
-Él dijo que estuvo ahí cuando pasó.
-¡Esto es una mierda! -Iván se tomó de la cabeza y comenzó a dar vueltas por la sala -¿Dijo algo más?
-Antes de irse dijo el "Cazador está cerca".
  No pudimos decir nada más porque el teléfono de Josh comenzó a sonar. Se alejó de nosotros un momento y cuando volvió tenía un aspecto afligido.
-Era Fred, nuestro capitán -dijo en voz baja -. Acaba de invitarnos a una fiesta por su retiro.
-Ve tú -habló Iván sonando más duro de lo que pretendía -. Dile que no me siento bien y que me alegro por él. Se preocupará si ninguno de los va.
  Josh me miró y asentí con la cabeza.
-Ve, yo me quedo con él.
  Cuando Josh se fue caminé hasta donde Iván se encontraba y lo abracé por detrás. Pegué mi frente a su espalda y le dije cuanto lo sentía. Se dio vuelta sin romper mi abrazo y me acarició las mejillas suavemente. Verlo tan triste me partió el corazón y quise hacer cualquier cosa para volver a ver su hermosa sonrisa.
  Se inclinó desde su gran altura y pegó sus labios a los míos. Le correspondí el beso rápidamente a pesar de estar sorprendida. El beso subió de tono y él comenzó a guiarme hacia la cama.
  Iván tomó el control de la situación y me desvistió lentamente. Esta vez se sentía diferente, ambos lo necesitábamos y nos dejamos llevar por la situación. Disfrutamos el momento despacio.
  Se adentró en mí con una suave embestida y se movió aumentando la velocidad a medida que se acercaba al orgasmo. Me aferré a su cuello y cerré los ojos cuando alcancé el clímax. Iván acabó unos segundos después y continuó moviendo sus caderas como un acto reflejo.
  Me dio un último beso y se acomodó a mi lado, me recosté sobre su pecho y me quedé dormida mientras me acariciaba el brazo. Supe que él había tardado mas en dormirse ya que sus pensamientos no se lo permitían.
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  Iván hablaba entre sueños. Se removía incómodo y fruncía las cejas constantemente. Repetía mi nombre y luego el de Emily. Lo observé mientras dormía y sentí pena por él, debía estar sufriendo mucho.
  Me levanté de la cama y me vestí con su remera. Caminé descalza por el frío suelo para evitar despertarlo.
  Sentía lástima de mí misma también. Muy en el fondo sabía que, quizá, Iván nunca se olvidaría de Emily y nunca me amaría de la misma forma que a ella, o de la misma forma en la que yo lo amaba. No importaba lo que Josh podría decirme, me había enamorado de alguien que nunca me correspondería.

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¡Otra semana y un nuevo capítulo!
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Ig: legado_de_muertos

El Legado De Los Muertos {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora