C A P Í T U L O 14
I V Á N
Los dos días que el capitán Morales llevaba al mando de la Estación habían sido un infierno. Más que eso, era una total tiranía. Cuando Fred me dijo que el hombre tenía carácter estaba en lo cierto.Los gritos de Benjamín se escuchaban en cada rincón, e incluso había hecho llorar a la recepcionista. Los detectives estábamos asustados porque podría quitarnos nuestros casos en cualquier momento y así arruinar meses de investigación.
Él odiaba el desorden, pero Josh y yo teníamos un sistema para organizar los archivos que nos fue de mucha ayuda; aunque la mayoría se encontraban en la casa de Gretta. Benjamín Morales era un completo malnacido y un completo idiota con aires de grandeza. Me juré a mi mismo que, si algún día me convertía en capitán, no sería nunca igual a ese hombre.
El capitán estaba atento a cada cosa que pudieras hacer mal para echártelo en cara y estaba al tanto de cada cosa que sucedía dentro de la Estación. Aquel día tuve que pedirle permiso para ir a visitar a los familiares de la última víctima del Asesino de Almas.
Afortunadamente, Benjamín no había leído aquel expediente así que no tenía forma de saber que aquel hombre no tenía familia. Josh y yo fuimos a buscar a Gretta y nos encaminamos a la casa de Albert Carry.
Albert Carry tenía treinta y dos años, ningún pariente vivo, sin hijos y nunca se había casado. Solía vivir sólo en una casa pequeña que se caía a pedazos. Estaba construida de madera, pero con el correr del tiempo esta se había humedecido hasta doblarse y dar la impresión de que se vendría abajo en cualquier segundo.
Gretta se detuvo para observar el lugar durante unos instantes para luego negar con la cabeza.-Hace demasiado frío aquí fuera para saber si es de un espíritu o no.
Miré su exagerado atuendo invernal y sonreí ante lo tierna que me pareció. Llevaba una gran chaqueta térmica, con botas que le cubrían la mitad de las piernas y un gorro de lana negro que hacía resaltar sus bellos ojos. Josh me lanzó una bola de nieve para devolverme a la realidad.
-¿Vas a quedarte ahí parado y babeando como un imbécil o vas a venir aquí y abrirás esta puerta? -cuestionó mi amigo mientras Gretta reía.
Resoplé enojado y me acerqué hasta el pórtico. Sólo tuve que golpear la puerta con mi hombro una sola vez para que se abriera. El olor a podrido me inundó las fosas nasales e hizo que la bilis se me subiera a la garganta. Mis amigos apenas podían contener las arcadas.
Una oscuridad total caía sobre todo el lugar y no nos permitía ver qué teníamos delante. Encendimos las linternas de nuestros celulares hasta encontrar el interruptor de la electricidad, afortunadamente aún no habían cortado el servicio. Al prender la luz nos sorprendimos al ver el estado de las cosas allí.
Todos los muebles estaban tirados y rotos. Un sillón en particular nos llamó la atención debido a que todo su tapizado estaba cubierto de arañazos, como si un animal lo hubiera hecho con sus garras. Avanzamos hacia la cocina y descubrimos la fuente de aquel desagradable olor.Había comida podrida tirada por todo el suelo. Parecía llevar mucho tiempo allí por los hogos verdes y por como las moscas revoloteaban sobre ellas. Los platos y vasos rotos estaban regados junto con la comida y crujían bajo nuestros pies.
-¿Qué sucedió aquí? Parece que un puto tornado arrasó con todo -dijo Josh con su boca y nariz cubiertas por su mano.
Miré a Gretta en busca de respuestas pero no dijo nada. Cerró sus ojos a la vez que un escalofrío le recorría la espalda.
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El Legado De Los Muertos {COMPLETA}
Mystery / ThrillerLOS OJOS SON LAS VENTANAS DEL ALMA, LA MUERTE ES LA PUERTA Las cintas tenían las primeras pistas, pero ella era la clave para resolverlo. "Y recuerda, el Cazador está cerca"