C A P I T U L O 22
G R E T T A
A pesar de que la propuesta de Iván me había tomado por sorpresa, decidí aceptar. Mi vida había cambiado tanto en tan pocos meses que no tenía sentido aferrarme a algo. Incluso había reemplazado a mi té por el amargo sabor del café. A pesar de eso, me gustaba mi nuevo trabajo como Consultora, debíamos llamarlo de esa manera ya que ser médium no era un trabajo real. Renuncié a mi empleo como camarera y le expliqué a Charlie que ahora trabajaría con la policía para que no se preocupara más de la cuenta. Omití la parte en la que había estado en un manicomio, no era necesario que él lo supiera. Aunque mi antiguo jefe se negó dejar de estar en contacto conmigo.
Algo que nos pareció sorprendente fue que Silvia no pudo acompañarnos. Al parecer, su lugar seguía siendo el departamento y sólo se había esforzado demasiado para acompañarme en el hospital, razón por la que siempre tendría una deuda con ella. A pesar de que no me gustaba estar alejada de uno de los pilares más importantes de mi salud mental, prefería que mi amiga dejara de poner en riesgo su existencia espiritual y se quedara donde debía.
Decidimos viajar en auto debido a que Josh tenía un intenso miedo a volar. No llevamos la camioneta de Iván porque no estábamos seguros de si resistiría los cinco días en la autopista, no sin dejarnos varados en mitad de la nada. Durante el viaje parábamos en restaurantes y hoteles, donde dormíamos, realizábamos nuestras necesidades básicas, y donde pasaba la noche junto a Iván, para luego continuar con el viaje.
El auto de Josh era elegante, cómodo y bastante rápido. Yo intentaba traducir el At Médium con un libro de simbología que habíamos comprado antes de partir, mientras ellos se turnaban para conducir. En las primeras hojas traducidas no encontramos mucha información útil, sólo algunos algunos rituales, el proceso de momificación y detalles sobre su inframundo o el Duat. Sin embargo, aún faltaba la mayor parte y los jeroglíficos eran tan viejos que se veían algo borrosos, lo que me obligaba a esforzar mi vista para comprenderlos de manera correcta.
El cielo estaba cubierto de nubarrones grises en nuestro ultimo día de viaje y parecía que la lluvia no se detendría en un buen tiempo. Con un suspiro, pase a la siguiente página y me sobresalté al darme cuenta de que ya no habían sólo jeroglíficos egipcios. También habían letras de nuestro idioma y, a medida que avanzaban las paginas, cambiaba a chino, escandinavo, maya, etcétera. El At Medium no solo provenía de Egipto, sino de todas partes alrededor del mundo.
Era una recopilación de todas las creencias del mundo sobre los muertos y en diferentes épocas históricas. Sin embargo, la razón por la que el Cazador no debía encontrarlo aún era desconocida para nosotros. Les hablé a mis amigos sobre este nuevo descubrimiento y ellos quedaron tan sorprendidos como yo.
La siguiente parte era sobre la Edad Media. Lo supe por la tipografía y por los dibujos amarillentos en sus páginas. Decía:
Las ánimas de un hombre se determinan debido a la calidad de su alma y el grado de violencia de su muerte. Esto quiere decir que un Caballero de la Corte Real no tendrá el mismo espíritu que un simple panadero o el de una mujer. También por su unión al mundo terrenal o al mundo celestial.
En conclusión, quería decir que los Cazadores y los Comunicadores se convertían en eso debido a que su alma era mala o buena. Los Vengativos se convertían en eso debido a que habían tenido una muerte violenta. Y los Poltergeist y los Renacidos se convierten en esa clase de espíritu porque sus almas estaban conectadas al Más Allá o al Más Acá.
Lo leí en voz alta para conocer la opinión de mis amigos.
-En eso estaban en lo cierto -concordó Iván girando su cuerpo en el siento para poder verme -, aunque algo machista y clasista.
-Yo creo que deberíamos celebrar nuestros descubrimientos -dijo Josh a la vez que encendía la radio y subía el volumen -. Tienen suerte de que haya preparado una lista con canciones para la ocasión.
Comenzó a sonar Ghostbusters de Ray Parker Jr. a la vez que Josh cantaba a todo pulmón. Rápidamente, Iván se unió a ese karaoke improvisado y yo los seguí cuando pude dejar de reír.
Llegamos a un hotel justo cuando la lluvia se había intensificado y empapaba todo el asfalto. Corrimos a través del agua y nos registramos en el lugar.
A pesar de que había algo entre nosotros, Iván y yo siempre dormíamos en habitaciones separadas. Aunque en el medio de la noche, él se cruzaba hasta mi habitación y se quedaba allí hasta que era hora de volver a ponernos en marcha. Era un desperdicio de dinero, pero si él así lo quería yo no iba a oponerme.
Todavía no habíamos definido nuestra relación, y yo tampoco quería preguntar. A pesar de que sabía que me quería, no tenía la certeza de que me amaba. Sin embargo, nos divertíamos juntos y no era sólo sexo, también nos conocíamos y aprendíamos del otro.
Ya estaba durmiendo cuando Iván entró en mi habitación aquella noche. Se recostó a mi lado en la cama y me atrajo hacía él. Me encantaba que hiciera eso, mi estómago bailaba cada vez que lo tenía tan cerca. Dormimos así el resto de la madrugada y nos despertamos por los fuertes truenos que sonaban en el cielo.
Aún continuábamos abrazados cuando decidí iniciar una conversación.
-¿Por qué quisiste ser policía? -cuestioné sobre su pecho -. Pero no me vengas con algo como "me gusta ayudar a las personas".
-Como sabes, mi padre era policía. Y no sólo eso, fue la mejor persona que alguna vez conocí y el mejor padre que podría haber tenido -Iván sonrió ante su recuerdo -. Me di cuenta de que tenía dos opciones: convertirme en un delincuente y hacerle la contra toda mi vida, o en un policía y convertirme en alguien como el.
-Me alegra hayas elegido la opción correcta -dije riendo ante su comentario -¿Y por qué detective de homicidios?
-Soy bueno para resolver misterios -respondió orgulloso de si mismo, luego hizo una pausa antes de continuar y me sonrió -. También me gusta la idea de esposar a asesinos.
-Creo que hay un fetiche detrás de eso -le sonreí de manera coqueta y cambié mi posición para pasar una pierna sobre él -.¿Y qué hay de las armas? ¿Esas también te gustan?
Comenzó a acariciarme la pierna y fue subiendo lentamente hasta posar su mano en mi centro. Me estremecí ante su tacto y me posicioné para que pudiera tocarme más cómodamente. Hacía movimientos circulares con sus dedos provocándome cientos de escalofríos en mi columna.
-Con esas hay que tener mucho cuidado -dijo a la vez que comenzaba a introducir un dedo en mi interior y yo dejaba escapar un gemido entrecortado -, algunas pueden ser muy peligrosas...
En aquel instante, la puerta se abrió provocando que cerrara mis piernas al rededor de su mano y causándome algo de dolor. Me cubrí rápidamente con las sabanas al mismo tiempo que sentía como la sangre se acumulaba en mis mejillas.
-¿Gretta, has visto a...? -se cubrió los ojos rápidamente al vernos y se tiro al suelo como respuesta exagerada a la vez que exclamaba en voz alta -¡Mis ojos! ¡Mis ojos! ¡Qué asco!
Iván se levantó de la cama a la vez que intentaba ocultar su erección y fue hasta donde estaba su amigo. Le dio una leve patada y lo echó de la habitación. Desde el otro lado de la puerta cerrada, Josh comenzó a hablarnos.
-Llamaron de la prisión -dijo, aunque se notaba un poco de vergüenza en su voz -, dijeron que si queríamos hablar con el preso que lo hiciéramos hoy.
-¿Por qué hoy? -preguntó Iván contra la puerta -. teníamos una cita programada para mañana.
-Lo transferirán a un manicomio mañana.
-En unos minutos partimos -dije dándome cuenta de que no tendríamos otra oportunidad de hablar con ese hombre.
Aquella persona había sido inculpada por uno de los posibles crímenes del Asesino de Almas y debíamos hablar con él para determinar si nuestras teorías eran ciertas. Si eso era verdad, estaríamos frente a uno de los poseídos, frente a una victima y no frente a un culpable.
Gracias al At Medium, aprendimos que la gente que había sido poseída por un Cazador se llamaba Anfitrión. Nos gustaba ese termino ya que podíamos tener definiciones más certeras y nos permitía armar mejores perfiles.
Desayunamos en el auto mientras recorríamos los últimos cien kilómetros que nos separaban de la verdad.
Desde lejos pude sentir el frío de la prisión. Allí se realizaban ejecuciones, lo que explicaba la cantidad de espíritus que rodeaban ese lugar. En su mayoría eran Comunicadores, pero también habían algunos Vengativos rondando por ahí.
-¿Qué preguntas debería hacer? -cuestioné cuando Iván estacionaba el auto -. Porque vi todos los capítulos de Mindhunter pero no creo haber aprendido mucho.
-Tú déjale eso a los expertos -respondió Josh con un fingido tono arrogante.
Pero la diversión acabó en cuanto nos adentramos en aquel espeluznante edificio. Los guardias nos revisaron y nos hicieron dejar cualquier objeto que pudiera resultar peligroso. A medida que avanzábamos a través de esos fríos pasillos mi tensión iba aumentando. Tenia un mal presentimiento sobre eso, como si supiera que estaba a punto de encontrarme con algo que no me gustaría.
Nos llevaron hasta el pabellón de aislamiento y nos sentaron en una mesa de metal que estaba soldada al piso. Y, encadenado a los caños, estaba el hombre al que veníamos a visitar. William Hillton había sido condenado a cadena perpetua y tuvo suerte debido a que su abogado lo salvo de la inyección letal alegando demencia. Y aquel hombre si que parecía demente, especialmente si había cometido esos crímenes en realidad. Él tenia una mirada de horror en su rostro que nunca cambiaba, desconfiaba de cualquiera que quisiera acercarse y nos veía con miedo.
-¡Yo no lo hice! Yo no debería estar aquí -le dijo William al guardia que verificaba sus esposas.
-Claro que no, Hillton -respondió el guardia con cansancio, como si hubiese escuchado aquello en mas de una ocasión -, tu deberías estar en manicomio -luego se dirigió a nosotros -. Creo que están perdiendo su tiempo porque este loquito solo dice lo que acaban de escuchar.
-No se preocupe, nosotros nos encargaremos de él -dijo Iván con una sonrisa fingida. Miró a William con el ceño fruncido -. Si tu no lo hiciste, ¿entonces quién lo hizo?
-Él lo hizo, él los mató a todos -respondió. Nos observó con sus ojos bien abiertos a la vez que tiraba de las esposas provocando un ruido tintineante -. Tienen que creerme.
-¿Quién es él? -cuestionó Josh.
-La voz en mi cabeza -afirmó a la vez que asentía rápidamente -. No me dejaba usar mi cuerpo, me encerraba dentro de mi mente y me obligaba a mirar como los mataba.
Su voz se quebró con la ultima palabra y rompió en llanto. Sonaba demasiado sincero, con sentimientos verdaderos. No parecía ser el asesino psicópata que todos decían que era.
-¿Cuándo empezaste a escuchar su voz? ¿O siempre estuvo allí? -pregunté para tener la certeza de que no me estaba engañando.
-Desde hace unos cuantos años. Casi al mismo tiempo en el que comenzaron los asesinatos -respondió con sus ojos observándome fijamente -. Pero desapareció cuando me atraparon.
Lo habían capturado unos pocos días antes de Halloween, así que tenia sentido lo que decía.
-¿Y qué decía esa voz? -preguntó Josh mirándolo con los ojos entrecerrados -¿Recuerdas sus palabras.
-Dijo que sus almas le darían vida eterna, y que debía cazarlas para eso -Daniel comenzó a llorar nuevamente -. Yo no lo hice.
Y era verdad, Daniel no era responsable de esos asesinatos. Pero no podíamos probar nada, y eso era lo que estaba molestándome. Ese hombre era inocente y no había nada que nosotros pudiéramos hacer para ponerlo en libertad.
-¿Recuerdas algo mas sobre esa voz? -pregunto Iván. Su tono de voz se había suavizado y supe que pensaba exactamente igual que yo.
-No, casi siempre estaba en silencio. Preparándose para torturarme mas tarde.
No pudimos seguir preguntando mucho mas porque el tiempo se nos había acabado. El guardia vino a buscarnos y nos abrió la puerta. Antes de salir de la habitación me gire y observé a Daniel.
-Yo no lo hice -dijo él una ultima vez.
-Lo se -afirmé provocando que su expresión desesperada se transformara en una de tristeza, igual a la mía.
Nos fuimos de la prisión con los sentimientos tan grises como el cielo de esa tarde. No podíamos hacer nada para cambiar el destino de ese pobre hombre. Nos subimos al auto en un silencio total y regresamos al hotel. Era difícil volver sabiendo que una persona inocente estaba cumpliendo la condena de alguien mas.
Entré a mi habitación y me senté en la cama. Iván entró después de mi y me abrazó fuertemente. Nos quedamos en esa posición hasta que el teléfono comenzó a sonar. Luego de compartir un par de monosílabos, Iván me miró y me dio las malas noticias.
William se había ahorcado con unas sabanas en cuanto regresó a su habitación. No pude evitar ponerme a llorar frente a aquella injusticia.
Sus últimas palabras fueron "yo no lo hice", y no íbamos a descansar hasta que pudiéramos detener al Cazador, el verdadero responsable de todas las muertes.
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El Legado De Los Muertos {COMPLETA}
Mystery / ThrillerLOS OJOS SON LAS VENTANAS DEL ALMA, LA MUERTE ES LA PUERTA Las cintas tenían las primeras pistas, pero ella era la clave para resolverlo. "Y recuerda, el Cazador está cerca"