CAPÍTULO 9 - Gas

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Narra Jace:

—Si no te tranquilizas no saldrá bien - repitió mientras preparaba una mezcla de hiervas raras.

Yo respiré hondo para intentar relajarme de una vez, pero Kaen no colaboraba, y en cierto modo le entendía perfectamente, yo me sentía exactamente igual de frustrado.

—Tómatelo de un solo sorbo - dijo mientras se sentaba en una silla frente a mi y me daba el vaso con la infusión humeante en su interior - vas a ver una serie de imágenes y escenas de lo que ella ha visto en los últimos 3 días - me miró serio - también oirás voces o incluso diálogos si tienes suerte - ahora me tomó de los hombros mirándome fijamente - yo no sé lo que ha vivido, no sé si está bien o no, de acuerdo - yo asentí, sabía que solo me advertía de que seguramente no era nada hermoso lo que vería, pero debía hacerlo, a lo mejor eso me daba una pista de donde se encontraba.

Tomé aire y miré al vaso en mis manos.

—Quiero que cuando me despierte, ya hayas inspeccionado al "humano" de las mazmorras, quiero saber que coño es exactamente y qué relación tiene con mi mate - mi voz salió seria y autoritaria, a lo mejor más de lo que quería dejar ver, pero tenía muchas preguntas y nadie me daba las respuestas, solo esperaba que este mejunge que me ha preparado Ram sirva para sacar algo en claro.

Vamos a ya

Sin siquiera mirar que me estaba bebiendo, me lo acerqué a la boca y lo tragué rápidamente para saborear lo menos posible la infusión.

Abrí los ojos nuevamente con miedo e intriga por ver que tenía delante, pero todo parecía estar exactamente igual, me seguía encontrando en la casa desordenada de Ram, con la ropa por el suelo y un montón de tazas apiladas en su mesa de trabajo.

—Dale 5 minutos - gritó desde el baño.

La verdad, creía que esto iría más rápido, no sé, me lo imaginaba más inmediato el efecto.

—los pétalos mágicos triturados de la infusión intentan conectarse con ese vínculo que te permitió hace unas cuantas horas hablar con ella - explicó - así que te aguantas y esperas sentadito y sin tocar nada.

Kaen le gruñó como advertencia por su tono de voz, le gustaba que todos supieran quien llevaba el mando como Alpha y que tenían que respetarle.

A mi.... pues no me importa mucho eso, solo cuando es necesario.

—Perdón Alpha - bajó la cabeza en señal de respeto mientras salía del baño - Voy a inspeccionar al prisionero señor - sin levantar la cabeza se dirigió con rapidez a la puerta para salir inmediatamente por ella.

- Has sido un pelin borde

- Quiero que nos respeten, y como tú no pones de tu parte, me toca a mí hacer todo el trabajo - contestó obvio.

- Lo que tú digas - dije rodando los ojos.

Creo que voy a ir a sentarme en el sillón ese de enfrente mio.... Parece cómodo y nadie lo está custodiando...

Cuando fui a levantarme para dirigirme al sillón, un mareo muy fuerte atacó a todo mi cuerpo, y mi visión se fue oscureciendo progresivamente, mientras yo intentaba volverme a sentar donde estaba antes.

Estar sentado no me ayudaba en lo absoluto, es más, yo diría que el dolor de mi cabeza no iba disminuyendo sino que se iba incrementando lentamente hasta que un pitido parecía querer intentar dejarme sordo para toda la eternidad.
Mi visión tampoco mejoró y cada vez todo se iba volviendo más oscuro a mi alrededor hasta llegar un momento en el que no había absolutamente nada y tampoco podía oír ya nada de lo que ocurría en ese momento en mi entorno.

Mi LUNA.... soy tu SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora