Narra Aura:
— Ya te dije que no - le miré con ojos suplicantes - ya sabes que eso no es bueno - él suspiró con pesadez - ¿Es en serio? - yo asentí frenéticamente en contestación - que sea la última ¿me oíste?
Le dí una enorme sonrisa mientras cogía el nuevo bote de helado de vainilla con nueces de la nevera. Este era mi tercer bote, y la verdad me asombraba que pudiera comerme tanto, pero mejor para mí.
Aaron se sentó al lado mío en el comodísimo sofá del salón. Este sin duda era como sentarse en una nube.
— ¿Elegiste peli? - pregunté impaciente. Hoy era su noche para elegir que veríamos, ya que ayer me tocó a mi.
— Sí... - me miró con una sonrisa maligna que no auguraba nada bueno, eso me hizo entrecerrar los ojos con desconfianza - Cincuenta Sombras.
— ¡Ay no! - ya entendía porqué eligió esa película. Cada vez que tocaba una película con estos "temas", él acababa convenciéndome para que lo intentáramos nosotros.... - No había alguna peli un poco más.... cómo te diría..... sin sexo - se puso a reír con fuerza, tanto que lágrimas se escapaban de sus ojos.
¿Qué tiene tanta gracia?
— Amor - dijo cuando después de cinco minutos pudo regular su respiración después de casi llagar a morirse - ¿te había dicho lo mucho que te amo? - Cómo no amar a semejante cosita hermosa. Me hace sentir especial cada día que paso a su lado, como si fuera yo, lo más preciado y maravilloso que tiene y tendrá.
Yo le sonreí tímida, notando como el color subía a mis mejillas.
— Todos los días mi vida - le respondí mirándole como no miré a nadie, con puro amor.
Estos últimos seis meses habían sido sumamente perfectos, él era todo lo que una mujer pudiera desear en su vida. Era atento, cariñoso y jodidamente bello. Disfrutaba de nuestro tiempo juntos en cada segundo y me había hecho la mujer más feliz de este mundo, al enterarme de que nuestro amor iba a dar sus frutos.
— Te adoro con mi alma pequeña mía - extendió sus brazos arrullándome y dándome todo de él - Cómo se está portando nuestro nene hoy - me preguntó acariciando mi vientre de tres meses. Aun no estaba muy abultado, pero sin duda ya se notaba que había un pequeño intruso en mi cuerpo.
Me acercó más a él colocando mi cabeza sobre su duro y muy calentito pecho, llevándome a dormirme casi de inmediato.
(...)
<<Cinco meses atrás>>
Narra Aaron:
Mierda y mil veces mierda. Ese asqueroso chucho está dentro de mis dominios, y yo tenía que deshacerme de él de una buena vez para que Aura y yo pudiéramos ser felices por fin.
— Pero que maravillosa visita - dije con humor al tenerlos en frente. Había dormido a Aura con unas plantas aromáticas, por lo que no despertaría hasta dentro de por lo menos 10 o 12 horas, el tiempo suficiente para solucionar este detallito - ¿A que se debe su llegada?
— Devuélvemela hijo de puta - rugió el lobito - juro que te mataré de la forma más horrenda posible.
— ¿Dónde está? - esta vez fue Cameron quien me amenazó, su tono serio sin duda asustaría a alguien que no hubiera planeado todo perfectamente.
— Miren, no voy a perder el tiempo con vosotros - ya me estaban empezando a cansar, así que pasaría a la acción rápidamente - Esto es lo que voy a hacer - me acerqué unos pasos más hacia ellos con actitud despreocupada - Voy a dormirles a todos, después insertaré recuerdos nuevos y otros los eliminaré, de esta forma, tú no sabrás que ella a existido - señale a Jace - Tú no recordaras haberla conocido - señalé al mestizo cuyo nombre me importaba un rábano - y tú - señale al protector - no les conocerás a ellos dos y serás el mejor tío de mis futuros hijos - no pensaba dejar a Aura sin el apoyo de su hermano, tendría que cambiar un poco los recuerdos de la supuesta muerte de su familia para hacerla pensar que separaron a Cam de ella, pero por fin se reunieron después de años.
Todos me miraban atónitos por mis seguras declaraciones, no dejaría que nada se interpusiera entre mi alma gemela y yo, porque eso era para mí, mi alma gemela, mi mate o mi tua cantante como quieran llamarlo.
Desde hace años que sé que ella era mi alma gemela, mi padre lo determinó así, pero la Luna tenía planes diferentes para su hija, por lo que le buscó un mate, pese a esto, se determinó que ya que ella tenía dos Almas, y por tanto sentía amor por ambos. Su lazo con uno de los mates se rompería definitivamente en cuanto ella diera a luz, y ese bebé sería el mío, y nada la ataría a este enclenque frente mío.
— Espera sentado si crees que te dejaremos hacer eso - yo sonreí con arrogancia.
— ¿Seguro? - nada más acabar la frase, todos cayeron profundamente dormidos al suelo - Buen trabajo Delta, sabía que no me fallarías. La manada es toda tuya, hiciste una maravillosa actuación ahí fuera, hasta a mí me convenciste.
— Te dije que yo podría hacerlo - contestó con simpleza - además, necesitaba librarme de ese estúpido suicida - la relación con el Beta no había sido la mejor, es más, se odiaban a muerte.
— Bien - me acerqué a los bellos durmientes mientras les tocaba con mi pulgar en su frente - Llévatelos a los sitios que te pedí hermanito - asintió con una sonrisa de lado herencia de nuestro padre.
— Dios salve a los nuevos dioses - dijo con el puño en el corazón y seguidamente se fue sin dejar rastro.
Un chaval bien eficiente...
Todo había acabado saliendo mejor de lo esperado. Sus enemigos no buscarían a Aura más porque ni se acordaban de ella. Aura se había convertido en el amor de su vida y dentro de poco ella estaría embarazada y podrían formar la familia que tanto había querido.
Es cierto que hacía esto con mentiras, pero al final todos acabamos haciéndolo.... ¿no?
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Mi LUNA.... soy tu Sol
LobisomemEres mi Luna, mi amor, mi vida.... y no me importa que tengas otra Alma Gemela. Yo sabré amarte como ese lobo no puede ni sabe hacerlo. Porque yo soy tu Sol y tú mi Luna.... aprovecharé la oportunidad que mi padre me brindó para tenerte junto a mí...