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Estábamos tranquilamente caminando con Youngjo por algún parque cerca de nuestra casa.

Hace poco nos habíamos mudado, ya que por todo el desastre de hace unos meses, no tuvimos tiempo para estar juntos.

Sin darme cuenta ya habían pasado dos semanas desde que nos casamos.

Mis pequeños bebés ya tenían diez meses y junto con ellos estábamos caminando por aquel lugar.

A los dos los estaba llevando en su lindo cochecito doble, ya que de esa manera sería más fácil transportarlos.

Ahora que lo  recuerdo.
Antes de que nacieran mis niños, Youngjo compró dos modelos diferentes ya que quería probar cuál sería más útil, además,  dijo que ambos se veían adorables.






–Vuelvo en un momento, voy a comprar algo para comer– dijo antes de levantarse de la banca en la cuál nos acabábamos de sentar e irse a alguna tienda de convivencia.







No pasaron ni cinco minutos cuando sentí que alguien me tocó el hombro.

–Dis.. disculpe– hice una reverencia aún sin saber porque yo me estaba disculpando si aquella persona era la que me había tocado.

–Eres Hwanwoong?–

Aquella voz tan familiar, hizo que volteara  a ver quién era esa mujer.

No quiero....

no quiero volver a vivir esto...

–Eres Hwanwoong verdad?–

Por qué no puedo hablar....

por qué no puedo moverme...

–¿Cómo una madre no podría reconocer a su hijo? – Dijo antes de sentarse a mi lado.– No puedes hablar o qué?

Era ella...

La cuál hace bastante años me abandonó, la cuál jamás me buscó.... Era esa maldita mujer que había vuelto mi vida un infierno...

Sino me hubiera llevado a aquel lugar... Tal vez mi vida sería diferente... Tal vez Youngjo no habría sufrido tanto y menos su familia.

Pero... tal vez por esa razón lo conocí...

Debería agradecerle por tener la vida que tengo?

Debería odiarla por crearme varios traumas que hasta el día de hoy no puedo olvidar?

Qué debería hacer ahora que tengo la oportunidad de estar con ella?

Creo que no suena mal correr con mis niños hasta llegar a casa y después llamar a Young explicándole  la razón de mi desapareción repentina.

– ¿Quién es ella cariño? ¿Alguna amistad?– la voz de Jo, hizo que mi alma volviera a mi cuerpo.

–E..ella es mi..mi–

–Soy su madre– Dijo parándose de la banca– Y tú quién eres?– se acercó mirando de pies a cabeza al pelinegro.

– Eso no te importa– la expresión del alto cambio en un segundo.

Este sabía perfectamente quién era ella para Hwan, sabía que era la culpable de los terribles recuerdos que aún no puede olvidar, sabía que esa mujer era el motivo por el cuál Hwan llorara varias noches sin poder conciliar el sueño.

Rápidamente Youngjo terminó poniéndose delante del bajito, dejando en claro que ella no podría tocarlo o hacerle daño.

– Podría retirarse?– preguntó con una voz ronca esperando que ella hiciera lo que el ordenó.

–¿por qué tendría que hacerte caso?– dijo en tono burlón.

Sin decir alguna palabra, Youngjo tomó sus pertenencias y empezó a caminar junto con el rubio y sus hijos por la dirección contraria.

El pelinegro sabía que sería un problema empezar algún alboroto y menos cuando están sus hijos presentes.

Pero si por alguna razón la volviese a ver cerca de su familia, él personalmente se haría cargo de hacerla sufrir.








Bye♥️🌙

[Te Amo] youngwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora