[Te Amo] youngwoong

39

Hasta ahora no puedo creer que esos niños que ahora corren por todas partes, esos pequeños que sueltan miles de risas al día, esos que juegan y  hablan fluidamente conmigo.... sean mis hijos.

Juraba que ayer aún eran unos bebés que les daba miedo quedarse por un segundo solos.
Esos bebés que apenas balbuceaban algunas palabras, esos que aún no tenían sus primeros pequeños dientes.

Esos niños que amo con toda mi vida estaban creciendo tan rápido que no me había dado cuenta de cuándo sucedió.

–mami, ¿a dónde vamos?–

–a un lugar especial– Dijo mientras seguía conduciendo.

–¿Papá sigue trabajando?– preguntó algo apenado.

–Sí Myeong, pero él también estará con nosotros en la tarde–

Ese día era el cumpleaños número seis de los mellizos.

Hwan sabía que su esposo y padre de sus hijos no podría asistir por la apretada agenda que tenía aquel día, así que se las ingenio para llevarlos a un parque de diversiones y así ellos no pensarían en Young.

–¿Geon va ir?– preguntó el mayor de los hermanos mostrando un linda sonrisa.

– sí Ju, él irá junto con tus tíos– dijo mientras estacionaba el auto.

Ambos menores no sé habían dado cuenta en el lugar en dónde estaban hasta que escucharon lo gritos de otros niños y la música de aquel lugar.

–Feliz cumpleaños mis amores– Dijo antes de escuchar los gritos de sus niños alegres mientras se quitaban de cinturón de seguridad.

Antes de entrar, saqué los boletos que ya tenía reservado, ya que sería un poco aburrido esperar en la larga cola.

Mientras tomaba de las manos a mis pequeños, buscaba con la mirada a Seoho o Keonhee ya que me dijeron que nos estaban esperando al lado de uno de los juegos que estaba cerca de la entrada.

–Hwan estoy aquí!– al escuchar la voz de Seoho logré encontrarlo con la mirada.

Mientras me acercaba a ellos pude notar que mi sobrino había crecido más que la última vez que lo ví y eso fue apenas hace un par de semanas.

–Hola Seoho, hola Keon– saludé mientras soltaba las manos de mis pequeños para que estuvieran más cerca de su primo.

Pasamos unas cuantas horas en aquel lugar antes de volver a casa para celebrar los cumpleaños de mis niños.

Dongju y Dongmyeong seguían algo tristes porque su padre aún no llegaba y tenían toda la razón porque ya eran la seis de la tarde.

Seoho y Keon ya se habían ido porque Geon tenía clases al día siguiente, así que mis pequeños ahora estaban totalmente pendientes a que Young llegara lo más temprano posible.

Aunque eran más apegados a mí, ellos amaban estar con su padre y más el día que cumplían años ya que él siempre los llevaba a pasear o hasta acampar, pero esta semana Jo no pudo sacar un permiso en su trabajo ya que tuvieron que adelantar un proyecto por el cuál había trabajado por varios meses.

Aunque nosotros lo entendimos, o al menos Ju y Myeong un poco, él se puso triste y pidió perdón a nuestros pequeños.

Ya eran las ocho de la noche y Youngjo no llegaba, no había llamado ni enviado algún mensaje de texto, no hubo absolutamente nada que me hiciera saber si él estaba en camino o iba a quedarse más tiempo.

No iba a entrar en pánico o en angustia tan rápido pero esa no era mala idea ya que eran las nueve de la noche y no había rastros de él hasta ahora.

Me cansé.

Hice que mis pequeños se vayan lavando los dientes mientras tomaba mi teléfono y me dirigía a la cocina.

Marqué el número una, dos, tres, cuatro, diez veces y nunca respondió.
Al parecer su celular estaba apagado.

Ya no estaba preocupado, estaba molesto muy molesto.

Solo me faltaba un empujón para salir corriendo hasta la empresa  en dónde Young trabajaba para golpearlo por lo idiota que se estaba volviendo.

Pero el sonido de la puerta principal abriéndose, hizo que vaya corriendo con todo mi mal ánimo.

Pero antes de siquiera reprochar al pelinegro, nuestros niños fueron corriendo a abrazarlo.

Youngjo había llegado con varios regalos aunque Ju y Myeong ni los vieron sino después de deshacer el abrazo.

–Lo siento mucho, mis pequeños– cargó a ambos– Tuve que quedarme por un problema pero logré resolverlo– besó la frente de ambos– Mañana sí voy a poder estar todo el día con ustedes–

Tenía que hacerle miles de preguntas a Young pero eso lo haría después ya que no quería malograr aquel bello momento.