Family Love: Jiang-Lan

8. Día familiar

Jiang Cheng había estado planeando este día desde hace mucho.  Siempre estaba lleno de trabajo y no podía pasar tiempo con su familia.

Así que aprovechando que su hermano Wei Ying estaría con su cuñado una pequeña temporada en Yunmeng, dejó muelle de loto a su cargo.

La pequeña Tian había cumplido un año y aunque tuvieron una ceremonia sencilla Jiang Cheng sólo quería estar con su omega y sus hijos.

Xichen estaba terminando de empacar la ropa abrigada cuando el aroma de su alfa lo envolvió como una caricia.

-Mi gardenia debemos partir pronto le recordó dándole un beso en su cuello.

-Lo sé A-Cheng pero tuve una batalla con tu hijo, no quería abrigarse dijo con un puchero.

Jiang Cheng sonrió abrazándolo y se dió cuenta que su hija estaba acurrucada en el pecho de su omega y se maravilló una vez más.  Amaba lo parecido que son sus hijos a su esposo, aunque sacaron sus ojos violetas.  Ellos eran la mezcla perfecta de ambos.

-¿Dónde está A-Yi? preguntó el alfa.

-Debe estar viendo a Sizhui, sabes que lo adora le informó.

Sizhui hijo de su hermano era un bebé muy hermoso, ojos dorados como los de Wangji e inquieto como Wei Ying.  JingYi amaba tenerlo cerca

Jiang Cheng acarició el cabello de su hija, salieron de la habitación y montaron los carruajes. Irían a su casa en la montaña, alejados de todos.

JingYi estaba emocionado.

-¿Habrá nieve papá? le preguntó con sus enormes ojos, Jiang Cheng asintió.

Típico de JingYi habló y preguntó hasta que se cansó cayendo en el regazo de su padre.  Había sido duro porque su hijo quería llevar a Nube con ellos pero se le explicó que podría ser peligroso para el, finalmente dejó el berrinche.

***

Llegaron al atardecer, la pequeña Tian había despertado por hambre y ahora veía curiosa todo.

Jiang Cheng tomó a su hijo dormido en brazos y entraron al cálido hogar.  Rápidamente fue servida la cena, JingYi se levantó al sentir el olor de la comida. 

Una vez cenaron se sentaron frente a la chimenea buscando calor. 

-Papá ¿cuándo podré ver a mi primo A-Ling? preguntó curioso.

Jin ling era un niño mayor que JingYi por dos años y que ya cargaba un mundo sobre sus hombros.

-Te prometo que pronto A-Yi le aseguró.

Pareció conforme así que en brazos se su papá pidió una historia al final cayó agotado.

-Lo llevaré a su habitación, revisaré a Tian y volveré le dijo a su omega.

Una vez todo era calma regresó junto a Xichen y lo acurrucó en sus brazos olisqueando su aroma.

-Gracias por traernos aquí le dijo con una sonrisa adormilada.

Jiang Cheng lo sentó en su regazo besándolo, cortaron por la falta de aire.

-Ustedes siempre serán mi prioridad por encima de todo Xichen dijo volviéndolo a besar.

Hablaron hasta entrada la noche.

-Vamos a la cama dijo Jiang Cheng jalando con ambos brazos a su omega hasta levantarlo.  Durmieron envueltos en la mezcla de sus aromas, sintiendo esa magia especial.

***

A la mañana siguiente JingYi estaba desayunando cuando Jiang Cheng entró dándole un beso a su esposo e hijos.

-Buenos días ¿durmieron bien? les preguntó, su omega e hijo asintieron.

-A-Yi termina tu desayuno que papá Cheng nos llevará de paseo le informó Xichen entregando una taza de té a su alfa quien agradecido le besó su mano, éste se sonrojó.

Al mediodía partieron hasta llegar a un claro cerca del lago aunque hacía frío, estaban muy bien abrigados.

Xichen le entregó a Tian a su alfa y acomodó todo para su tarde, canastas con comida, ropa extra y mantas los acompañaban.

-Mi amor, mi pequeña estrella decía Jiang Cheng a su hija que reía maravillada con su padre.  Xichen sonreía, esperaba ver cuando su hija fuera una hermosa adolescente.  Su alfa se volvería loco.

Jiang Cheng entregó su hija a su esposo y tomó la manito de su hijo.

-Mi amor iré a buscar madera para una fogata, estaremos cerca le informó.  Xichen asintió.

***

Jiang Cheng estaba cerca del lago congelado.

-Papá ¿así está bien? preguntó mostrándole dos ramitas entre sus bracitos.  Éste rió asintiendo

-Llevemos todo A-Yi dijo antes de seguir a su hijo.

Al llegar al claro Jiang Cheng rápidamente hizo una fogata.  Donde Xichen aprovechó para calentar sopa, algo de té y leche.

-Papá ¿jugamos? preguntó mostrando su espada de madera.  El alfa asintió y desde su lugar Xichen vibraba de felicidad.  La imagen que tenía ahora grabada sería su favorita.

Ellos dos solos junto a sus hijos y las risas de sus hombres favoritos danzando a su alrededor.