CARTA 3

8 4 3
                                    


Señor Bronte: yo estaba, en verdad, ansioso por no tener que hablar con usted de nuevo. El problema con las ratas lo habíamos solucionado. Nos costó, pero bastaron algunas trampas y líquidos para poder lograrlo, eso sí, procurando que a los niños no les suceda nada. Pero hace poco, mi hija, mientras la bañaba, metió mis dedos en su boca y lo mordió. Al principio no me sorprendió, pues he oído hablar sobre los dientes y la picazón en las encías. Pero, luego de un rato, ella no me soltó y comenzó a dolerme. El comportamiento no fue del todo problemático, en realidad, sólo me lastimó un poco. Pero ahora, Javier ya tiene tres dientes y se los ha clavado a mi mujer en el hombro mientras ella lo cargaba, le ha sacado sangre y le ha arrancado un pedazo.

No comprendemos qué está pasando, y por qué parecen disfrutar tanto el sabor de la carne. Por favor, necesitamos que se comunique con nosotros. Se lo suplicamos.

ATT: FAMILIA GODOY.

MACABRO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora