XVIII

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Otro día había pasado en el estudió, nuestro joven compositor se encontraba en su oficina a altas horas de la tarde componiendo la letra para una canción, había pasado un buen tiempo desde que Joey le había pedido a Sammy que se quedara hasta tarde para tener más canciones listas, porque como era de costumbre en el estudió, se estaban atrasando con la entrega de capítulos nuevos para la televisora, pero eso sí, esta vez sí se le estaba pagando por las horas extras.

Los únicos que se encontraban en el estudió eran Sammy, Joey que estaba haciendo las cuentas, Henry que sacaba varios bocetos para hacer un capítulo, y Wally, que era el único que tenía trabajo a esas horas de la tarde.

Sammy estaba terminando ya su última canción, solo quedaba esperar a mañana para poder ver con la orquesta como había quedado.

Sammy: Bueno Lawrence, por fin pudiste terminar, ahora solo queda recoger mi cheque y me podré ir.

Sammy se dirigío a la oficina de Joey, toco la puerta y espero a que le abrieran.

Joey: ¡Un segundo!

Se escuchó un grito por parte de Joey del otro lado, se escuchaba nervioso, como si tuviera prisa por hacer algo, Sammy apego un poco su oido y escucho algunas cosas caerse, luego de unos segundo de silencio Sammy se alejó y Joey le abrió la puerta.

Joey: Sammy, adelante, entra.

Sammy al entrar vio varios papeles y objetos en el suelo, noto que algunos de esos papeles eran cuentas de luz y agua, pero Joey rápidamente comenzó a recogerlas.

Joey: Disculpa el desorden, he estado bastante ocupado y no tengo tiempo para limpiar.

Sammy: Si quieres puedo llamar a Wally para que...

Joey:, ¡No!... hace falta que lo llames, ya tiene bastante trabajo de por si, puedo encargarme de esto, no te preocupes.

Esto le parecía bastante extraño a Sammy, desde hacía tiempo que Joey estaba actuando de esta manera tan extraña, parecía no preocuparse tanto, a pesar de que el nivel de audiencia estaba bajando significativamente, estuvo despidiendo un número considerable de empleados la última semana sin motivo aparente, y lo que más había notado es que Joey ahora siempre sonreía, sin importar lo que estuviera pasando o lo que le dijeran, aunque si se notaba cuando Joey se molestaba por algo.

Este comportamiento no era normal en una persona, pareciera que Joey comenzaba a ser preso de la locura o algo por el estilo, pero parecía que nadie más que Sammy le estaba dando importancia al asunto.

Luego de un rato de estar buscando entre varios cajones del escritorio, Joey sacó un fajo de billetes y se los entregó a Sammy.

Joey: Bueno, aquí tienes lo que te prometí por las horas extras, espero que no haya inconvenientes por tenerte trabajando hasta tarde.

Sammy: No hay problema.

Sammy se disponía a abandonar la oficina, pero una duda que tenía desde hace tiempo lo hizo que se detuviera, luego de pensarlo por unos instantes, se dio media vuelta y dijo.

Sammy: Joey, ¿te puedo hacer una pregunta?

Joey: Claro, ¿qué es lo que pasa?

Sammy: Antes cuando me pedías que me quedara más tiempo en el estudió, no solías pagarme las horas extras... o no de forma puntual almenos, y entonces me surgió la duda, si antes no tenias dinero para poder pagarme, ¿de dónde estás sacando el dinero ahora?

Joey: Prestamos del banco.

Dijo con simpleza.

Sammy: ¿Y no te preocupa que se acumulen las deudas, o que ya no te presten dinero?

Joey: Para nada, los de financiamiento lo tienen todo bajo control, no hay de que preocuparse.

Sammy: Bueno, si tu lo dices, entonces nos vemos mañana.

Joey: Nos vemos luego.

Sammy salió del estudio y se dirigió a su casa, una vez que llegó simplemente dejo sus cosas en el suelo y se recostó en el sofá un rato, el día había sido bastante largo y lo único que deseaba era descansar de todo lo que tuviera que ver con el estudió.

Se quedó mirando el techo por un rato, recordando todo lo que había pasado en su vida a través de los años, recordó como fueron las cosas cuando consiguió el empleo, cuando veía a Joey con esa expresión que lo hacía sentir inferior a él, cuando confundía a Wally con el pianista por ser sus primeros días, y cuando la conoció, cuando conoció a aquella mujer que con su sonrisa alegraba su día, que con su melodiosa voz tranquilizaba su corazón, y con su sola presencia iluminaba su vida.

Sin duda alguna, su vida cambió luego de haber entrado a ese estudio... pero, ¿las cosas habían terminado de cambiar?

Luego de un rato, el teléfono de la casa comenzó a sonar, Sammy lo tomó y atendió a la llamada.

Sammy: ¿Diga?

Susie: ¡Hola Sammy!

Sammy: Ah, Susie, ¿cómo estás?

Susie: Muy bien, ¿y tu?

Sammy: Igual.

Susie: Me alegro.

Un silencio se hizo presente por unos segundos, hasta que Susie volvió a hablar.

Susie: Oye, ¿no te gustaría salir a pasear o algo?

Sammy: La verdad es que estoy algo cansado en este momento, así que...

Susie: Hmm.

Sammy: ¿Sucede algo?

Susie: No, nada... es que no salimos mucho, y se supone que somos pareja.

Sammy: Lo se, pero no siempre estoy disponible Susie.

Susie: Bueno, pues creo que deberías de empezar a darme un poco más atención, ya que cuando quiero salir contigo siempre te encuentras ocupado o cansado para salir.

Sammy: Bueno, no soy el único que se encuentra ocupado cuando quiere salir con el otro.

Susie: ¿A que te refieres?

Sammy estaba hablando de varias ocasiones en las que invitaba a Susie a pasar el rato juntos, pero la mayoría de las veces le decía que no porque iba a tener una salida con Joey.

Si bien Sammy ya había comprobado que Susie no tenía intenciones con Joey, le preocupaba que algo malo le pasara estando con él, Joey ya no era al mismo de siempre, y esa nueva actitud que tenía hasta lo asustaba en ocasiones, no era normal esa forma de actuar en una persona que tiene altos niveles de estrés, era obvio que Joey pasaba por algo, pero no estaba seguro de lo que era.

Sammy: Nada, solo olvídalo.

Sammy quería que Susie se alejara de él, sentía que en algún momento algo malo le podía pasar si estaba junto a Joey, se podría decir que Sammy se estaba volviendo algo paranoico, pero si se trataba de la seguridad de la persona a la que más amaba, tomaría todas las precauciones.

Susie: Bueno... entonces nos vemos mañana.

Sammy: Hasta mañana.

Y la llamada finalizó, Sammy se quedó pensando un minuto, era cierto que casi no se tomaban el tiempo para pasarla los dos juntos, y si no fuera porque trabajaban en el mismo estudio, se podría decir que no se veían en lo absoluto.

Pero eso pronto estaría por cambiar, dentro de poco serian más unidos que nunca, y nada ni nadie podría impedir que estén juntos...

¿O si?

El Profeta y El Ángel (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora