*Entra como si no hubieran pasado tres meses*
Holi :3
Bellezas, les llegó la hora de la verdad.
Recuerden que este capitulo es la continuacion de la primera parte; es decir, toma lugar desde donde Kiyoomi le dijo a su mamasita: "No me toque prra sucia."
¿Ok? Ok.
Me ayudo mucho Airplanes para inspirarme en escribir este capitulo que es muy largo.
Me daba cosita recortarlo porque se supone que este es el pasado de Kiyoomi y es muy complejo describir esto para mí. (Sí, me cuesta repartir emociones a traves de un texto).
:)
Bueno, ya no los retengo más,
Disfruten...
En un principio, se encontraba en la entrada del hospital con la única intención de llegar a Osaka cuanto antes y con el mínimo porcentaje de energía para lograrlo, y, sin embargo, ahora estaba sentado frente a su madre en un pequeño local que hacía de cafetería.
Mika Sakusa. En una cafetería. Frente a frente. Como un duelo entre vaqueros del viejo oeste: índice y pulgar descansando en el arma que los protegería del ataque ajeno; el suspenso oteando entre ellos.
Apunto de atacar pero sin atreverse.
A la defensiva.
A ojos de Kiyoomi, uno era una comadreja acorralada por un cruel depredador.
El otro hacía rapiña.
Intentó desatender sus pensamientos y ojear a su alrededor para explorar su entorno. La cafetería se encontraba medianamente vacía. Si no contaba al personal que los atendió—dos meseras y un cálculo aproximado de tres personas dentro de la minúscula cocina, escondida a los ojos del cliente—, la pareja, y su bebé, no había nadie en realidad. O al menos no la suficiente cantidad de personas como para que su corazón ansioso se preocupara por cosas insignificantes.
La risa del infante lo atrapó por un momento y, de nuevo, volvió su mirada a la pequeña familia que desde un rincón demasiado lejano a la mesa de ellos, se daban palabras de cariño y hacían musarañas que transformaban en carcajadas. Una sonrisa ingenua, que jamás había sido herida.
Kiyoomi quiso saber si alguna vez fue aquella ilusión infantil que iluminó su rostro y no esta sombría característica que disgustaba hasta el alma más noble que intentaba acercarse a él.
Si alguna vez su infancia no fue todo tormentas de arena o si quizá una luz esperanzadora, como aquella, iluminó el futuro de su familia.
Un destello milagroso.
Tal cual aquel que hace resplandecer a los santos. Lo que les daba virtud, gracia y sublimidad.
—Kiyoomi. —llamó la voz femenina frente a él, aquella que le pertenecía al rostro que, se suponía, debía adorar; que se había negado a mirar desde que lo convenció de entrar a esa estúpida cafetería llena de elementos que le recordaban épocas que deberían ser ahogadas en un mar de olvidos—. ¿Cómo has estado?
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ᴋᴀɪʀᴏꜱ [ꜱᴀᴋᴜᴀᴛꜱᴜ] ~ •ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ•
Fanfiction¿Como describir el momento en que Kiyoomi notó los sentimientos que tenía hacía Atsumu? Realmente el no encuentra ni puede precisar una hora en la que ocurrieron los hechos. Quizá era el roce entre sus manos mientras hablaban a deshoras en su aparta...