ᴇꜱᴄᴀᴘᴇ ᴅᴇ ᴇᴍᴇʀɢᴇɴᴄɪᴀ

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— ¡Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola!— Bokuto se levantó animado en cuanto Miya les llamó— a pesar de que eran las seis de la mañana—. Hinata le siguió invitándoles a trotar a todos los demás miembros adormecidos. Shūgo les pido no demorarse, avisando que él no iría, se quedaría con Sakusa para limpiar y hacer el desayuno. Kiyoomi se sorprendió por la declaración del capitán, empero no era como si él quisiera salir a trotar tan temprano, dormiría unas cuantas horas y después ayudaría al capitán— Shūgo-kun, deberías ir, yo me quedaré.

— No, tengo que hablar de algo con Sakusa— Ambos tragaron saliva, especialmente el aludido ¿Había hecho algo mal? Y si era así... ¿Qué era?; por su parte Atumsmu le aterraba el hecho de que Meian quisiera hablar con él, no desea estar en su lugar— No es nada que hayas hecho—. Aclaró empero Omi no se relajó.

Vió a Miya salirse la habitación palmeando el hombro de Meian, siendo seguido por Shion, Thomas y Barnes. Hinata y Bokuto habían salido hace un rato.

Sakusa desechó la idea de seguir durmiendo y comenzó a organizar la casa que habían rentado en Hyōgo para que el equipo pasará la noche, Shūgo mantenía un silencio sepulcral mientras preparaba el desayuno, la media mañana, el almuerzo y la merienda de los Jackals.

Kiyoomi no puedo evitar compararlo con una niñera. Pensándolo bien él era la nana de los Jackals, era el cable a tierra de muchos— por no decir todos— de sus descerebrados compañeros y sobraba decir que era un buen capitán.

Shūgo se acercó a Kiyoomi en cuanto notó su presencia en la cocina, aunque debio haberselo dicho no más se levantó la verdad era que él, en medio de su incomodidad, no supo que palabras usar para anunciarle a Sakusa lo que se le habia encargado hacerle saber.

— Sakusa— le llamó—. No sabía cómo abordar el tema, aún no lo sé, pero tengo que enviarte a casa, no creo que puedas acompañarnos esta vez— ¿Qué?

— ¿Qué?¿Por qué?— Quiso saber—. Mi rendimiento no ha decaído tanto como para que me manden a la banca, ni siquiera ha terminado mi contrato—. Respondió mirando a su superior con el ceño levemente fruncido, no quería ser irrespetuoso pero tampoco podía evitar sentirse ofendido.

— No es por eso Sakusa, es...— suspiró—En la madrugada recibiste una llamada de tu primo— Kiyoomi levantó una ceja no porque Meian hubiese cojido el celular, sino por quien llamaba. No habia hablado con Komori desde mas o menos una semana y media, tan solo para saber del estado de su pierna. Se habia hecho un esguince en la rodilla al trarar de salvar el balon bloqueado por Suna y  Washio—, no lo mal entiendas—. Dijo, quizá porque su expresión era de pura confusion e incluso miedo—, no quería ser un  metido, pero... Las llamadas eran insistentes por lo que pensé en contestar y decir que te llamará entrada la mañana—. Tragó saliva y miró el suelo—; tu tía está hospitalizada, aún no saben qué podría ser; ya hablé con los de arriba y estuvieron de acuerdo en darte una licencia de al menos una semana— Sakusa abrió los ojos como platos al escuchar la palabra "hospital"; salió a buscar su teléfono y marcó el número de Komori, recibiendo toda la información para llegar al hospital.

Metió todas sus cosas en la maleta de nuevo, se puso un pantalón holgado, una camisa blanca, su tapabocas, guardó su gel antibacterial; Meian le aseguró que podía dejar sus cosas de entreno en la casa y ellos se encargarían de llevarlas una vez regresarán a Osaka.

Agradeció que Shūgo hubiese llamado un taxí, incluso le preparó el desayuno, pero antes de cruzar el umbral de la puerta se detuvo, confundiendo tanto a Meian como a él. Pero era simplemente que no quería irse sin despedirse de nadie, especialmente de Miya.

ᴋᴀɪʀᴏꜱ [ꜱᴀᴋᴜᴀᴛꜱᴜ] ~ •ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora