Holiii
Regreso con 4000 palabras para mediados de semana y antes del Dicembre!
Aunque en mi país "desde Septiembre se siente que viene Diciembre!!!!!" (Les juro que esto no me lo inventé yo, los panas de Colombia entenderán)
Ahem...
En todo caso, este capí es fluff en su mayoría para reparar kokoros destrozados por Ataduras del Pasado II y... bueno, disfruten este capítulo con Kiyoomi enfermito pero siendo cuidado y amado.
Esa mañana, cuando Kiyoomi abrió los ojos, lo primero que vio fue a Atsumu a su lado en la cama. El de cabellos rubios no estaba acostado, más bien estaba sentado, apoyando su espalda y cabeza contra la cabecera de la cama mientras el pelinegro le rodeaba la cadera con ambos brazos mientras usaba su pierna derecha como almohada. Una muy cómoda en lo que a Kiyomi le respectaba.
Cuando Kiyoomi abrió sus ojos y vio a Atsumu, lo que en realidad estaba en su panorama era la mano de Miya sobre su hombro derecho y, sabía que era la mano le pertenecía al colocador por la pequeña cicatriz perpendicular en el espacio entre el pulgar y el dedo índice, producto del gato gordo y peludo que Hinata había recogido de la calle un año atrás. De otra manera, hubiera pensado que quizá Komori estaba cuidándolo de nuevo, porque era el único—porque siempre echaba a Rei del cuarto de ambos para que "ella no se enfermara"—que se quedaba a cuidarlo y él sospechaba que lo hacia motivado por lo mucho que el de ojos oscuros ignoraba sus limitaciones con el contacto físico.
Kiyoomi ignoró el recuerdo de Motoya y se concentró en sí mismo.
A medida que iba siendo más consciente de su cuerpo—la mano derecha de Miya sobre sus cabellos; la manta que cubría su cuerpo, como si alguien la hubiera estado acomodando la noche entera estaba bastante seguro de que así fue, solía removerse bastante cuando estaba enfermo por la incomodidad—, llegaron pequeños fragmentos de cosas que dijo la noche anterior y aunque no podía recordar qué era lo que Atsumu respondía, sintió la vergüenza apoderarse de su cuerpo, recorriéndolo entero y arremolinándose en sus mejillas, por reflejo cerró los ojos y apretó aún más su agarre en la persona a su lado.
Cuando Atsumu abrió los ojos, no fue un despertar tranquilo y agradable como el de Kiyoomi—no. Él se despertó asustado casi quebrandose todas las vértebras lumbares cuando agachó abruptamente su cabeza para revisar al pelinegro aterrorizado y alerta tratando de encontrar si estaba despierto o se sentía incómodo y por reflejo se removía de nuevo en sus sueños. Lo que vió no era lo que esperaba—para nada—, pero suspiró aliviado cuando no sintió que la persona que le estaba sacando el aire tuviera fiebre. Y se dejó recostar de nuevo en el espaldar cuando escuchó a Sakusa murmurar un "lo siento" sin mirarle a los ojos, aún ocultándose en él. A Miya le parecía gracioso y tierno al mismo tiempo ese nuevo lado del pelinegro.
Después de pasar la noche en vela casi arrancándose el pelo mientras llamaba a Komori, a su madre—que por cierto no ayudó en nada y solo lo hizo sonrojarse—y a su hermano, tratando de conseguir ayuda, Atsumu podía decir que había valido la pena. Bueno, al menos la mitad de él mismo pensaba de esa manera; su cuerpo no le estaba agradeciendo la falta de sueño.
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ᴋᴀɪʀᴏꜱ [ꜱᴀᴋᴜᴀᴛꜱᴜ] ~ •ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ•
Fanfiction¿Como describir el momento en que Kiyoomi notó los sentimientos que tenía hacía Atsumu? Realmente el no encuentra ni puede precisar una hora en la que ocurrieron los hechos. Quizá era el roce entre sus manos mientras hablaban a deshoras en su aparta...