III

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Estaban tan próximos uno del otro, que él casi podía sentir en su musculoso pecho el latir del corazón de la chica, debido a que los senos de ella daban tales golpecitos. Ella, a su vez, podía sentir la respiración agitada del joven, que a medida que transcurrían los segundos se aceleraba más... y más y más aún, hasta llegar el momento en que ambos no pusieron resistencia ya, he hicieron lo que el corazón les pedía. Con violencia mezclada de ansia y deseo, toma el joven entre sus brazos a la muchacha que le ofrece sus labios rojos, cargados también por la ansiedad y el deseo, para perderse ambos en un beso prolongado y ardiente, olvidándose del mundo y sus formalidades, obedeciendo únicamente a un pedido fuerte y poderoso; el pedido del corazón... Y sólo cuando creyeron haber saciado ambos todas sus ansias juveniles, separaron sus labios, para luego volver tomados de las manos al lugar donde les aguardaban sus amigos, que desde la lejanía habían observando la escena. Nick estaba hasta contento de ver a su amigo del alma enamorado y mucho más si se trataba de una mujer tan bella como Nancy. En tanto que Daniela ya no parecía indiferente hacia los jóvenes, sobre todo a Alex, pues había descubierto en él, ese sentido intelectual no muy común entre los jóvenes de hoy. Al final su amiga estaba feliz, ella también lo estaría.

Al llegar los jóvenes al lado de Nick y Daniela, dejaron en evidencia que sus rostros estaban radiantes, se los veía más frescos aún, con esa lozanía que cubre el rostro de los enamorados.

Es Daniela quien les alcanza una lata de gaseosa.

— Sírvanse por favor, se les ve transpirando.

— Sí, gracias — responde.

Nick está a punto de alcanzar otra a su amigo, pero Nancy lo interrumpe.

— No te preocupes Nick, que de esta lata tomaremos los dos — y volviéndose a Alex en tono enamorado.

— ¿Verdad mi amor?

— Sí, será como tú digas. Y gracias Nick.

— Bien... bien, ¿qué les pareció la ola? — pregunta Nick con tono picaresco.

— Bien, muy bien — responde Alex algo tímido — creo que estoy endeudado contigo, te juro que agradezco tu invitación, fue una invitación que jamás olvidaré. Nuevamente Nick, gracias.

— Yo también agradezco tu invitación Nick y yo sí te lo voy a pagar — he inclinándose hacia el joven, Nancy le regala un beso en la mejilla.

— Vaya, no pensé que yo merecía tanto. Con verlos felices me hubiera bastado.

Los cuatro jóvenes sonríen y Nick como siempre tan atento, invita a Daniela lo acompañe en busca de más gaseosas.

— ¿Me harías el honor de acompañarme al bar? Voy a buscar más gaseosas.

— Pues, sí — responde algo tímida.

Y se alejan por la playa saturada de turistas, hacia el restaurant en busca de alguna bebida fría. Al quedar sola la recién formada pareja se cruzan una mirada muy enamorada para luego unir sus labios nuevamente en un beso cargado de pasión y deseo... tan prolongado y apetecido que sólo terminan al sentir que se aproximan nuevamente sus dos amigos.

— ¿Y cómo están los enamorados? — pregunta el joven en tono cómplice.

— Bien... —responde Nancy, orgullosa de haber sido conquistada por Alex, que a su vez sonríe, al tiempo que comenta.

— ¿Sabes Nancy? Nunca antes me había pasado algo así. No sé... contigo fue diferente, fue sólo verte y sentir el contacto de tu mano para descubrir que me estaba enamorando así tan rápido. Nunca antes me había ocurrido algo igual con ninguna chica.

Primavera... AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora