Día 23. Cross Fate Stay night

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Shaoran veía sus manos detenidamente, necesitaba estar seguro si era la realidad lo que observaba o estaba en alguna clase de sueño de nuevo. Un lugar oscuro donde voces se escuchaban pero no podía determinar frases en sí. Miraba su cuerpo y no podía determinar exactamente qué pasaba. No era la primera vez que lo soñaba, se volvía recurrente el mismo escenario y como en ocasiones anteriores de repente aquel lugar oscuro comenzaba a transformarse en un lugar, el mismo lugar de siempre… aquel bosque… 

"Debe ser el mismo sueño" pensó el chico

El castaño continuaba escuchando voces y caminando entre los árboles. El viento hacía bailar las ramas mientras algunas hojas comenzaban a caer.

"Siempre… en esta vida… o en la otra" 

El ambarino se paralizó. Por primera vez podía entender algo de aquellas voces perturbadoras que oía en ese lugar. La cálida y suave voz de una mujer sobresalió del murmullo haciéndolo estremecerse. 

"No me olvides… jamás.." 

—¿Quién eres? ¿Dónde estás? Porqué conozco esa voz… —el castaño lanzaba sus interrogantes al aire en espera de alguna respuesta, pero esta no llegaba—. ¿Dónde estas? 

"Duele… mucho…" 

Esas últimas palabras las oyó demasiado cerca, Shaoran corrió hacia el lugar de origen saltando algunas ramas que le impedían el paso. No estaba preparado para la escena que se manifestaba ante sus ojos. Se pudo ver así mismo, sentado en la hierba debajo de aquellos frondosos árboles con una hermosa chica castaña en sus brazos. La sangre en ambos cuerpos no dejaba dilucidar a quién pertenecía más Shaoran sentía un profundo dolor al ver aquella chica casi sin aliento besar con suavidad a su otro yo quien la abrazaba más mientras lagrimas salían de sus ojos. 

"Te amaré en esta y todas las vidas… Sakura… estaremos juntos de nuevo… es mi único deseo" 

La voz de su otro yo resonó como un eco en su cabeza mientras todo aquello se comenzaba a desdibujar y un frío lo comenzaba a embargar mientras todo volvía a oscuridad. 

"Sakura…" 

—!Master! Por favor despierte ¡Master! 

Los gritos comenzaron a resonar en la cabeza del castaño quien abría los ojos muy lentamente. 

—¡Master! ¿Está bien? 

—Caster… —Shaoran finalmente pudo ver a su servant con claridad. Aquella castaña de ojos esmeraldas había sido el amor de su vida que le fue arrebatado—. Sakura… ¿Por qué no me lo dijiste? 

La chica encapuchada lo miró con sorpresa y sin saber cómo reaccionar. Shaoran acarició su mejilla mientras bajaba la capucha de la castaña, para finalmente ver el rostro completo de su único deseo. 

—No podía decirlo… debías recordarlo… —dijo tímidamente Sakura con un sonrojo en su rostro. 

Shaoran sonrió y aún en el suelo tomó a la chica y la atrajo hacia sí fundiéndose en un apasionado beso que trascendía vidas y dimensiones. El latir de sus corazones unidos y sus alientos mezclados para siempre, o al menos ese era su deseo. 

—Shaoran… —dijo Sakura con la respiración entrecortada—, deberíamos volver a casa.. 

El ambarino cayó en cuenta de su alrededor. Si bien era de madrugada seguían estando en un parque público. Justo en ese momento recordó porque estaban ahí. 

—¡Oh Sakura! ¡Estábamos luchando contra Berseker! ¿Qué pasó? 

—El servant fue eliminado. El master huyó pero dudo que pueda hacer otro pacto. Eso si no lo encuentra otro master y lo mata primero. 

—¿Estás bien? —preguntó preocupado el chico, el recuerdo antes del sueño era borroso. 

—Si Shaoran… la última explosion no me afectó pero creo que use demasiado maná y por eso te desmayaste. Realmente lo siento… 

Shaoran la miró con ternura y la besó de nuevo. Sentía que su corazón estallaría en cualquier momento. Era como si sus recuerdos y emociones hubiesen vuelto instantáneamente y sólo quería amarla sin importar las condiciones en las que ahora se encontraban. 

Sakura se separó abruptamente del castaño quien la miró confundido. La castaña se levantó y colocó su capucha de nuevo mientras veía hacia algunos árboles cercanos. 

—¿Sakura? 

—Shield… —susurró la castaña. El campo protector se instaló sobre ellos mientras el silencio abrumador de la madrugada les causaba ansiedad hasta que el estruendo de varias luces azules chocando contra el escudo rompieron aquella pausa. 

—Jajaja veo que has detectado mi presencia… Bien  Caster… muy bien… no esperaba menos… —Una voz salía de los árboles mientras lentamente la sombra comenzaba a tener forma. Shaoran finalmente se levantó un poco alarmado al reconocer a aquella persona quien por las marcas en su mano era un master—. Oh pequeño Li… Era claro esperar que tu familia quisiera el santo grial ¿no?

—Pensé que la familia Qiang había dicho que se mantendría fuera de esto, Lan… 

—Bueno… yo sí tengo deseos que cumplir ¿sabes? —El peliazul sonrió con burla a ambos castaños que se mantenían en alerta—. Dime Shaoran… ¿Qué secretos esconde tu servant que ha acabado con Berserker, Archer y Lancer…? Es imposible que un clase Caster haga eso… 

—¿Qué secretos esconde el tuyo que te has arrinconado y escondido como una rata en un callejón, viejo amigo…? —Las miradas de desafío entre los dos subían en intensidad. Lan desvío su vista hacia Sakura quien lo observaba con recelo. 

—Jajaja el estupido de Kirei tenía razón en estar preocupado —volvió a su risa sarcástica—. Sabes pequeño Li, hice mi investigación. Ahh la bruja de las 7 bendiciones… aquel servant besado por los dioses con la habilidad de adaptarse para aniquilar a los demás sin importar su clase… es admirable… 

Sakura sintió preocupación. Si Lan conocía su identidad debía conocer su debilidad. Pero era imposible contar con aquella arma…

—No sé de qué estupideces hablas Lan —mintió el castaño. 

—Jajaja no importa pequeño Li, lo importante es que yo lo sepa —el chico de ojos negros esbozó otra sonrisa—. ¡Saber! ¡Ya sabes que hacer! 

Al lado del peliazul se materializó por fin su servant. Un joven alto y serio, con su cabellera larga y suelta de un color oro que hacía juego con sus ojos. Su esbelto cuerpo adornado en secciones por armadura y en su mano derecha una hermosa espada de mango dorado adornada de esmeraldas. La espada que Sakura más temía. 

La castaña miró a Shaoran y dio un paso al frente para encarar a su némesis. El grial estaba cerca y ni la única persona que podía matarla se iba interponer entre ella y su deseo. 

Fictober 2020: Reader's  edition Donde viven las historias. Descúbrelo ahora