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Ryusui Nanami (18-21) + Amaryllis (18-21)
Canon Divergente • SexoCasual!RelaciónEstablecida • OOC
★◥▬▭▭▭▭▭◳◺✩◿◰▭▭▭▭▭▬◤★—Nada mal. — Amaryllis alza las manos para calificar con un ocho sobre diez a la faena amatoria que tuvo lugar—. Tu pedante actitud te resta puntos.
Ryusui bosteza.
Acepta sin más su inicial calificación y se acomoda para seguir disponiendo de la desnuda calidez de su atractiva amante. Una bella mujer que deseó al momento y, no sólo por su extrema belleza... ¡bah!, ¿a quién pretendía engañar? Ella estaba jodidamente buena, y acostarse con ella no implicaba incordios con alguien más (1).
—Así que con un ocho conseguimos molestar a Ukyo... con un diez, seguro que viene y se nos une. — Comenta, divertido porque no le pasó desapercibido cuando el vigilante descendió de su puesto de observación tan próximo al camarote principal—. Ukyo es el chico lindo al que le hablaste primero. — Esclarece, notando el desconcierto en los ojos ajenos.
—No soy muy buena con los nombres. —Confiesa de torpe manera, para después intentar volver a su papel de inalcanzable femme fatale, sin embargo, está bastante satisfecha y exhausta como para prolongar el engaño—. Ni siquiera recuerdo el tuyo. — Entrecierra los ojos, a la expectativa de que el varón le provea de su patronímico.
—Como quieras llamarme está bien, Amaryllis. — Sentencia el muchacho, a la par que sus dedos transitan por la obscura cabellera de la ex-doncella—. Relájate preciosa, estás con el capitán. — Ríe y prosigue con los mimos, incluso cuando la preciosa chica duerme sin más; hermosa moza que despide al Perseus con una sonrisa.
Y, también, con la seguridad de que aquél fue un encuentro de ocasión.
Un encuentro que se repite al cruzar sus caminos en la Ciudad del Maíz o, más tarde cuando Amaryllis se atreve a cruzar el mar y visitar Manaos. También en el camino de vuelta a Japón o cuando la fémina se ofrece voluntaria para reconstruir la sede de lanzamiento espacial en la Ciudad de las Estrellas, un pequeño emplazamiento al noroeste de lo que fuese Moscú.
—Entonces, irás a la Luna. — La morena se encuentra maravillada ante la sola idea de que la humanidad pueda llegar aún más alto que la infinita bóveda celeste—. ¿Y regresarás, Ryusui?
—Siempre que me estés esperando, Amaryllis. — El hombre bromea, más interesado en llevar la cuenta de su dinero que en el tema o en la natural sensualidad de su compañera de habitación, dueña de aquella vivienda—. ¿Acaso te estás enamorando de mí? Te advierto que mi único y verdadero amor es la libertad.
—Jamás me enamoraría de ti, idiota. — La fémina bufa y se acomoda la playera que sustrajo del equipaje ajeno, una costumbre que aprendió de la ingenua Luna—. Y tampoco te esperaré, ¿quién me crees? ¿Una tonta chica que aspira a tu pseudo-fortuna? — Bufa y toma asiento sobre el escritorio en el que trabajaba el blondo—. Viajarás al espacio, es tan increíble y...
—No es nada increíble. — Establece con presura el varón. — Los verdaderos misterios del universo están en la Tierra, en los océanos. — Declara y nota un abrupto peso en sus piernas cuando Amaryllis se deja caer sobre su regazo; hermosa y descarada—. Eres tan hermosa como la profunda primavera...
—Ajá, lo que digas. — La fémina rueda los ojos, sonríe levemente—. No quiero saber acerca de mi obvia belleza. Estoy aburrida, así que cuéntame del océano o fóllame.
Y, como ambas cuestiones son la especialidad de Ryusui, éste se las arregla para entremezclar relatos de portentos oceánicos con sinfonías de placer y mudos juramentos a su mujer. Después de todo, el rubio parte a la mañana siguiente entre vítores y suspicacias porque la nave es apenas un prototipo y el enemigo está a años luz de conocimiento y armisticio.
Él llega a la Luna, lo pierde todo.
Ella, aguarda.—¿Es mío? — Pregunta el joven sin una pizca de vergüenza cuando distingue a Amaryllis y a un sonriente bebé entre la multitud que recibe a los supervivientes—. ¡Francois! ¿Dónde estás? ¡Ven a conocer a Hiroshi Nanami! (2) — Llama a su fiel mayordomo a la par que aprehende al crio y lo alza por encima de su cabeza.
—Quisieras. — La morena rechina los dientes y observa al otro juguetear un poco más con el nene que Senku jamás conocerá—. Regrésamelo, estás mareando a Kepler (3).
La mujer se hace de nuevo con el hijo de su mejor amiga y, acto seguido deja escapar un suspiro de alivio puesto que el capitán regresó a ella, a su estrella polar.
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(1) En ese momento, Kohaku, Homura, Kirisame o Minami no eran opciones para el delicioso sin compromisos.
(2) "Hiroshi" tiene el kanji de: océano tranquilo.
(3) Kepler Ishigami, hijo de Luna y Senku; él pereció durante la exploración espacial.
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【PERPETUO】
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彡;✰ • La fuerza del destino ✦❫⋮ Fictober 2020 . - ̗̀↳ 'Dr Stone ) '
Fanfiction(ꕤ) ; No es «amor», tan sólo es tu sistema límbico haciendo de las suyas: enamorándote a primera vista, sugiriendo serle infiel a tu consorte, decidiendo que es tiempo de aumentar la familia... • • • •◦✿ MULTISHIP: HET/YURI/YAOI •◦✿ OOC / Universos...