20 | ¿Cuál es Tu Problema?

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"Ah," me quedo sin palabras, ya que no sé cómo enfrentar la situación.

No puedo confesarle lo que estuve haciendo anoche con su hijastro pero tampoco me atrevo a mentirle y decirle que me acosté con un chico que conocí en esta zona. Además, Diane se ha de estar preguntando en qué momento ocurrió ya que paso todo mi día en esta casa.

"Me quemé con la rizadora de cabello," mi tonta excusa sale de mi boca antes de que pueda pensar en algo mejor.

Diane se ríe, no creyéndome ni un poco sobre lo que acabo de comentarle, "Tu madre también se quemaba frecuentemente con la rizadora," me dice, una sonrisa en su rostro, "Aunque yo siempre pensé que era obra de tu padre," Diane hace de esta situación una graciosa, ya que no puede desaparecer su gran sonrisa de sus labios.

Hago una expresión de desagrado al escuchar sobre el pasado de mis padres. Definitivamente no me interesa y no deseo conocer sobre sus experiencias íntimas.

Volteo hacia Sarah y por la expresión contenta de su rostro puedo notar que también le causa gracia. Por lo menos no están molestas conmigo o algo por el estilo, ya que si alguno de mis padres me vieran, a pesar de saber ahora que no eran ningunos santos, me mandarían a un convento.

"¿Y cuándo te quemaste?" Diane me cuestiona, tratando de imaginarse quién fue el responsable de ellos.

¿Se molestará si le digo que fue Drew? Yo creo que sí. Me conoce desde que soy pequeña y me ve prácticamente como a una hija, y a Drew lo trata como si fuera su hijo biológico, así que desde su perspectiva creo que pensaría que estamos cometiendo incesto.

"Que ricos están estos waffles, Sarah," le digo para cambiar de tema y alejar el foco de atención de mí.

Sarah me sonríe, "Les puse un poco de pumpkin spice," me dice orgullosa.

"Maddie," mi jefa me dice con un tono demandante para que no desvíe la conversación.

Regreso mi mirada hacia ella, "¿Quién fue?" Me pregunta curiosamente y sin tono juzgador, es más, pareciese como si fuera una de mis amigas y quisiera enterarse del chisme completo.

"Fui yo, con mi rizadora," continuo mis mentiras a pesar de saber que nadie en la mesa me cree.

Escuchamos que suena el timbre de la mansión y Sarah inmediatamente se disculpa del comedor y camina hacia la puerta para atender a la persona.

"Deberías probar estos waffles, están muy buenos," le digo a mi jefa y me gira los ojos porque sabe que no obtendrá información de mi parte.

Tomo mi cabello y lo vuelvo a posicionar hacia un lado para tapar mis marcas moradas del cuello. "Así que mi madre era traviesa," le digo a Diane para continuar la plática.

Sonríe, "Traviesa le queda corta," me sorprende al decir, "Se la vivía en fiestas, discotecas, paseándose por todos lados y era extremadamente noviera," me confiesa el lado salvaje de mi madre, "Nadie la podía contener y eso le encantaba. Era un alma libre y nunca dudó dos veces en hacer lo que quería."

"Y por eso se embarazó de mí," le bromeo y comienza a reírse. Agacha la mirada para detener su risa pero no lo logra. No me molesta bromear sobre este tema, estoy consciente que fui un accidente pero no me siento mal por ello, no fue culpa mía el haber sido concebida.

"Tú fuiste hecha con mucho amor," Diane me dice para no hacerme sentir mal pero no le creo. Toda mi vida me la pasé observando a mis padres discutir día y noche por numerosos problemas, así que la chispa del amor desapareció bastante pronto en su relación.

Escuchamos a Sarah aclarar su garganta cuando regresa, "Señorita Maddie," me llama y volteo hacia atrás.

Demonios.

Soy la Niñera de Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora