Soy la Niñera de Mi Jefe

52 | Nunca Quise Lastimarte

DREW'S POV

Mi cuerpo se torna rígido cuando observo que Maddie se ha sentado en el suelo de la biblioteca de mi padre, sus manos cubriendo su rostro mientras solloza por haber discutido conmigo.

Permanezco paralizado por un minuto ya que su abrupto cambio de reacción me ha tomado desprevenido, toda la molestia e ira que corría y llenaba mi cuerpo poco a poco disminuyendo entre más la veo llorar entre sus manos.

Mis ojos y mi cabeza me están causando tanto dolor que estoy seguro que tendré una migraña en un par de horas cuando toda la adrenalina se me baje y mi mente comience a estar más tranquila después de haberme alterado tan fuerte y haber discutido tanto en lo que sería una noche agradable para todos.

Veo que Fannie y Nick so fueron los únicos que tuvieron diferencias esta noche.

Siento mi garganta irritada por todo lo que discutí con Mad y por la manera en la que le hablé: en voz alta y casi gritando, que me está incomodando el simple hecho de pasar saliva.

Mantengo mi vista sobre mi novia, mi corazón acelerado y sufriendo por el estado emocional en el que se encuentra por mi culpa.

Mi intención no era lastimarla tanto al grado en que terminaría literalmente en el suelo llorando, lo único que quería hacer era aclarar el porqué de sus secretos y cuestionarla por su falta de confianza hacia mi persona, pero creo que mi enojo se apoderó de mis palabras y de mis acciones que simplemente la terminé rompiendo.

Comienzo a dar un par de pasos lentos hacia ella ya que no aguanto más escucharla llorar de una forma tan desgarradora frente a mí, "Mad," le digo en voz baja, apenas perceptible al oído, a diferencia del tono tan fuerte que estuve empleando hace unos minutos.

Me pongo de rodillas y muevo delicadamente su vestido hacia un lado para tomar asiento junto a ella, rodeando mis brazos sobre sus hombros para abrazarla y traerla hacia mi pecho.

Parte de mí se tranquiliza al ver que no me empuja ni me hace a un lado, solo continúa llorando con su rostro cubierto mientras la acerco a mí. Recargo suavemente mi cabeza sobre la de ella, mis húmedas mejillas tocando la parte superior de su cabello y mis brazos sosteniendo su frágil cuerpo.

Siento mis lágrimas caer de mi rostro hacia mi traje, marcando pequeños círculos de agua en la tela de éste con cada gota que cae sobre mi atuendo.

Nunca habíamos tenido un encuentro tan desagradable como este y definitivamente me siento como la peor persona del mundo por haberle levantado la voz y por haberla hecho responsable de mis emociones por no haberme confesado su secreto con Nick.

"Lo siento," escucho que me dice bajo sus manos, tensando su cuerpo una vez que pronuncia sus palabras por temor a presenciar mi reacción.

No debe tenerme miedo. Soy el mismo Drew que ella conoce, nada en mí ha cambiado.

Cuando se soltó de mi mano al traerla jalando del brazo hacia la biblioteca de mi padre, por primera vez desde que nos conocemos, pude percibir el terror que corría por su cuerpo y que transmitía a través de sus ojos porque parecía que estaba viendo a alguien que no conocía frente a ella.

Lucía como si quien la estaba sosteniendo del brazo no era su novio, sino un monstruo.

Todo este tiempo me he dedicado a demostrarle que no soy el mismo Drew de antes que solo buscaba problemas, ocasionaba caos y tomaba pésimas decisiones, porque ese tipo ya no existe más.

Toqué fondo cuando me acosté con un par de chicas ebrias, cada una en una respectiva fiesta distinta, y pensé que se estaban haciendo las difíciles, porque estaba tan drogado y con tanto alcohol en mi cuerpo que todo lo que me decían lo encontraba cómico.