44 | Confía En Mí

624 86 103
                                    

Drew se ríe de mi cuando nos acercamos a uno de los puestos de juegos de la feria ya que no cree que logre tumbar la pirámide de pinos de bolos con las pelotas que me acaban de dar, debido a que mi puntería es pésima.

Cuando Sean me pidió que pasara el día con su hijo para distraerlo y que dejase de pensar en su madre, me quedé en blanco porque no soy muy buena planeando citas.

Lo mío es quedarme en casa y pasar el tiempo divirtiéndonos con juegos de mesa, viendo películas o simplemente conversar mientras escuchamos nuestras canciones favoritas, pero permanecer en la mansión solo hubiese empeorado el estado emocional de Drew y hubiera ocasionado que su mente continuara dándole vuelvas a la visita que tuvo con su madre.

Admito que tardé un rato en comprender a lo que Drew y su padre estaban refiriéndose hace unas horas cuando el tema era encontrar al propietario de la droga, hasta que Diane finalmente alcanzó a descifrar el misterio y dio a conocer que era de la exesposa de Sean.

Nunca se me vino a la mente pensar que esa mujer seguía viva. No sé por qué motivo pensé que había muerto durante la infancia de Drew, pero saber que tiene una adicción y además Drew la visita cada cierto tiempo definitivamente me tomó por sorpresa.

Mi novio nunca la menciona ni cuenta historias o recuerdos de ella, por lo que supuse que no eran muy unidos, pero al ver su rostro lleno de tristeza y decepción una vez que volvió a la mansión, me hace pensar que hay demasiado que ignoro de su vida.

No me he atrevido a preguntarle nada desde que dejamos su hogar, en lugar de eso, tomé las llaves de su auto y nos traje a la feria que se ha instalado en la ciudad desde hace unos días.

Había leído que permanecerían todo el mes en Miami, y por las imágenes que vi en redes sociales, supe que sería divertido pasar el día en este lugar lleno de alegría.

Y no es por presumir, pero desde que llegamos Drew no ha borrado la sonrisa de su rostro, así que creo que hice un excelente trabajo al traernos a este lugar.

Hubiera preferido ir a Magic Kingdom para sentir que somos niños y conocer a nuestros personajes favoritos de Disney, además de que nunca he ido y está en mi lista de lugares por visitar, pero está a unas horas de la ciudad y un largo viaje no hubiese sido ideal para el estado mental de Drew.

"Pero cuanta falta de fe me tienes," le digo a Drew mientras tomo una de las bolas, presionándola entre mis manos, "Pensé que confiabas en mí," le digo, fingiendo ofensa.

Mi novio se recarga en el mostrador, junto a mí, mientras me observa formar confianza al prepararme para lanzar, "Confío en ti," me dice, "Pero tú pulso de maraquero me hace pensar que no tienes oportunidad alguna," se burla y no puedo evitar reírme de su comentario ya que es verdad.

Le lanzo una mirada, segundos después enfocando mis ojos sobre mi objetivo. Le voy a demostrar que si puedo tumbar esos pinos.

Subo mi mano al aire, mi concentración sobre esos malditos pinos blancos, y al exhalar lanzo la bola con todas mis fuerzas hacia ellos, éstos a unos metros de distancia frente a mí.

La risa burlesca de Drew llena mis oídos al ver el miserable tiro que acabo de hacer. Que vergüenza. Claramente la bola pasó por un costado de la pirámide, no tocando ni siquiera a uno de los pinos.

"Estaba practicando," le informo, "Esa no vale," mis mejillas se sonrojan porque no pude haber lanzado un tiro más espantoso que lo que acabo de hacer.

"Lo que tú digas," me dice, sus ojos clavados sobre mí mientras me vuelvo a preparar para tirar.

"Te voy a conseguir ese peluche de osito cariñosito," le comento, apuntando hacia el oso color rosa y con un arcoíris pintado en su estómago.

Soy la Niñera de Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora