31 | ¿Cuál es la Trampa?

670 102 61
                                    

DREW'S POV

Maddie se aleja de mí en cuanto escuchamos ruido encaminándose hacia nosotros, sentándose sobre mi cama justo como estaba hace unos segundos.

Demonios, me hubiese gustado que me besara en los labios y me llenara de vida, pero entiendo que se vería extraño que un Doctor, enfermera o Diane entraran y nos vieran así.

Me encanta que Maddie se asuste de ser descubierta por alguien. Se pone nerviosa e inclusive tímida, y sus mejillas se sonrojan por la adrenalina que corre por su cuerpo por la probabilidad de ser descubierta, pero considero que es momento de terminar con el hábito de ella de alejarse de mí cuando alguien se acerca, y creo saber exactamente cómo cambiar eso.

Pero eso es algo que haré pronto, no precisamente en este momento.

"Hijo," mi padre me dice en cuanto cruza la puerta y se dirige a mi cama, rodeando sus brazos sobre mí para darme un abrazo.

No esperaba verlo aquí, pensé que continuaría en donde sea que estaba de viaje y solamente me llamaría para saber cómo me encontraba, si es que acaso le importaba saber de mí.

Me presiona fuertemente por unos segundos, pero justo lo necesario para no lastimarme las áreas que tengo heridas.

Sinceramente no tengo la más remota idea de cómo sobreviví toda la agresión que recibí anoche.

Pensé que terminaría enyesado de todo el cuerpo, inmóvil por tres meses y conectado a mil aparatos para ayudarme a respirar, pero por suerte solo tengo un brazo roto, o al menos eso es lo único que he notado desde que desperté.

No tengo muchos recuerdos desde el momento en que dejé la mansión hasta hace unos minutos que acabo de despertar. Todo está tan borroso en mi mente que siento que las últimas horas han sido un parpadeo.

Lamentablemente mi memoria mantiene intacta la visita de los idiotas enmascarados y del imbécil de Owen; recuerdo cada detalle de lo sucedido anoche que creo que tendré pesadillas de solo pensar en todo lo que vivimos.

Espero que le corten la cabeza al pendejo de Owen, le den cadena perpetua o lo avienten en medio del océano y lo dejen ahí hasta que unos tiburones lleguen a comérselo.

No me importa lo que hagan con él, solo quiero que lo castiguen y lo hagan sufrir, aunque por su historial, sé que siempre contrata a los mejores abogados para que lo defiendan y lo saquen de los líos que tanto le gusta crear. Ojalá este no sea el caso y se pudra en el infierno por todo el daño que ha ocasionado en su vida.

Mi padre me suelta, parándose junto a la cama en la que estoy acostado y presionando sus manos sobre ella para recargarse, "¿Cómo te sientes?" Me analiza cada centímetro del rostro, observando lo jodido que me encuentro.

No tengo la más mínima necesidad de verme al espejo pronto, ya que sé que me encuentro horrible y deforme, tanto que es probable que me confundan con Quasimodo si alguien me llega a ver en este estado.

Solo espero no terminar como Darth Vader, cuando le quitan la máscara, una vez que termine mi proceso de sanación. No podría vivir sabiendo que soy feo después de veintidós años de vida siendo uno de los rostros más bellos del mundo.

"Estoy mejor," le respondo, lanzándole una mirada traviesa a Maddie, quien tiene sus ojos azules sobre mí.

Ella voltea su cabeza hacia el suelo para ocultar su sonrisa de nosotros, pero yo sé exactamente lo que está sintiendo, siempre lo he sabido.

No me apena aceptar que me alegró encontrar su rostro junto a mí cuando recién desperté. No podía haber deseado una mejor forma de ser recibido que con su bella presencia cuidándome mientras estaba inconsciente.

Soy la Niñera de Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora