Le sonrío a Drew mientras bailamos una canción lenta en la pista de baile, mis manos alrededor de sus hombros, conectándose detrás de su cuello, y él sosteniéndome de la cintura, bailando al compás de la dulce música y decenas de parejas danzando a nuestro alrededor.
Las luces de color rosa magenta y con tonos morados que iluminan por completo el salón de fiesta hacen que me sienta dentro de un capítulo de Euphoria, resaltando los brillos de maquillaje que hay en los rostros de las personas y haciendo que todo en este lugar luzca hermoso.
Mi padre y Beth hicieron buen trabajo con la decoración, porque todo luce tan bello y perfecto que no he podido encontrar ningún error, lo cual ha de ser satisfactorio para ellos.
No he tenido la oportunidad de hablar con mi padre desde que me dejó hablando sola en la iglesia, lo cual a pesar de haberme afectado por unos segundos cuando sucedió, a los pocos minutos ya lo había olvidado porque sabía que no lo había hecho a propósito y solamente me habló de una forma cortante porque tenía cosas que arreglar antes de comenzar la ceremonia.
Decidí no contarle nada a Drew para que no se preocupara por mí, ya que al menor de los problemas él siempre comienza a angustiarse porque piensa que yo, al ser altamente sensible, terminaré emocionalmente herida o triste por los comentarios de los demás.
Pero estoy bien, me siento excelente, y estaré aún mejor cuando logre entablar aunque sea una pequeña conversación con mi padre porque hace mucho tiempo que no me comunico con él y quiero saber cómo ha estado.
Estoy segura que en algún punto de la noche podré robárselo a Beth por un par de minutos y así hablar a grandes rasgos sobre nosotros y sobre todo lo que ha ocurrido desde la última vez que nos vimos.
No puedo esperar a hablarle sobre mi graduación en un par de meses, sobre lo feliz que estoy con Drew y que mi madre ha sido una excelente modelo a seguir porque siempre está atenta a mi persona y me apoya cuando necesito de su ayuda.
También tengo gran curiosidad por saber de él, porque físicamente luce distinto, lo cual me indica que han ocurrido grandes cambios en su vida.
Mi novio alza mi mano y me da una vuelta, mi cuerpo girando hasta volver a caer en sus brazos, "Gracias por permitirme esta pieza, milady," me dice en voz baja, solo para que yo lo escuche, una media sonrisa en sus labios y su mirada tranquila.
De todo el tiempo que tengo de conocer a Drew, nunca lo había visto tan calmado y en paz consigo mismo como lo veo ahora.
Literalmente se pude apreciar y sentir la felicidad que hay en su cuerpo, y la serenidad que sus ojos transmiten simplemente me hace pensar que se encuentra en un mejor estado emocional que cuando recién lo conocí.
Y no solo eso, los últimos meses lo he percibido muy dulce y tierno no solo conmigo, sino con todas las personas que él trata.
Siempre llevará consigo su personalidad cómica y confiada, es parte de su naturaleza, pero la arrogancia y actitud ególatra que alguna vez reinaba su carácter, ha abandonado el edificio para no volver nunca más.
Me alegro por él. Se merece una vida llena de amor y alegría, y aparentemente parece que está obteniendo eso, lo cual llena mi corazón de orgullo porque ha logrado alcanzar lo que siempre ha deseado.
"Gracias a usted por invitarme, my lord," lo observo como si estuviera viendo a un príncipe de un cuento de hadas, una sonrisa invadiendo mis labios.
La canción lenta se termina, cambiando a un estilo de música más movido y bailable, por lo que Drew y yo nos retiramos de la pista de baile para volver a la mesa donde está sentada mi madre al ver que todos los invitados están comenzando a acercarse para mover el bote al ritmo de la música de Bad Bunny.
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Soy la Niñera de Mi Jefe
RomanceMadison Holt comienza su nuevo empleo de verano en el vecindario más lujoso de Miami: Star Hill Palace. ¿Pero qué sucede cuando el esposo de veintidos años de su jefa inicia con coqueteos a espaldas de su esposa? ¿Estará solo bromeando o estará ocul...