22 | Me Atrapaste

881 115 127
                                    

Doy un par de vueltas alrededor de mi habitación, caminando rápidamente mientras pienso qué hacer con mi rostro.

Me paro frente a mi espejo de cuerpo completo y giro mi cabeza de lado a lado al ver una mancha morada con el contorno verde en la parte inferior de mi mejilla.

No pensé que el golpe de Drew fuese a lastimarme tanto. Admito que sí fue doloroso, tanto que caí al suelo cuando lo recibí, pero pensé que solo me quedaría el área roja por unos días y después desaparecería, no que se fuese a poner como un gran moretón. Pareciese como si alguien me hubiera dado una paliza.

Diane me matará cuando me vea de esta forma, ya puedo escuchar sus regaños cuando me vea con el rostro dañado.

Primero mis chupetones en el cuello y ahora esto. Mi jefa pensará que me gusta el sadomasoquismo si continúo obteniendo más lesiones corporales, y lo peor es que piensa que Nick es el que me ha dejado estas marcas.

De solo recordar lo que ocurrió anoche me dan ganas de regresar en el tiempo y decirle a Drew que no me sentía bien para asistir a la fiesta, de tal forma que nada de esto hubiese ocurrido. Pero el daño ya está hecho y más vale enfrentar la situación, por más miedo que tenga.

Además, de no haber sido por lo que sucedió, nunca hubiera encontrado la droga que Drew estaba escondiendo de mí.

Me preocupa demasiado que sus malas compañías lo estén afectando tanto, al grado que también esté consumiendo lo mismo que ellos.

No entiendo por qué lo hace, lo tiene prácticamente todo, y hasta siento que últimamente su actitud ha mejorado ya que se le ve en el rostro que está más feliz, así qué, ¿por qué arruinarlo todo con alcohol y drogas? Es algo que nunca entenderé porque nunca he intentado probar nada de eso, y espero continuar así toda mi vida.

Tomo una sombra en crema para ojos de color amarillo de mi estuche de maquillaje, y con una brocha comienzo a aplicarla sobre mi mejilla para neutralizar el color de mi lesión.

Escucho a alguien tocar la puerta de mi cuarto y mi corazón se acelera porque no estoy lista para que me descubran. Suelto mi cabello de la trenza en la que estaba y lo despeino alrededor de mis mejillas para tratar de cubrir mi rostro lo máximo posible, "¿Sí?" Le digo a la persona de afuera.

"Soy Drew," dejo salir un respiro que estaba sosteniendo cuando escucho su voz. Esa estuvo cerca.

Abre lentamente la puerta y se asoma, su mirada en el suelo, "¿Puedo pasar?" Me pregunta.

"Claro," le digo y obedece, cerrando la puerta una vez que está dentro.

"Que-," me quedo sin palabras cuando veo el estado en que se encuentra. Estoy boquiabierta y asustada por la forma en que luce. Si pensaba que yo me veía mal, este chico se encuentra diez veces peor que yo.

"Lo sé," simplemente me dice al notar mi expresión de sorpresa. Me siento pésimo al verlo así. Nunca debió defenderme ni haberse metido en mi problema. Hubiese preferido enfrentar el asunto yo sola y a recibir todas las consecuencias a verlo así de lastimado. Se me parte el corazón de solo pensar que está así por mi culpa.

Doy unos pasos hacia él para observarlo de cerca, "¿Te duele mucho?" Le pregunto al ver uno de sus ojos morados, la cortada en su ceja, su nariz lastimada y su otro ojo inflamado. Creo que deberíamos ir al doctor porque en verdad se ve mal.

Se encoje de hombros, "Estoy acostumbrado a esto," me responde, "Hace unos años me la vivía en pelas, así que esto no es nuevo para mí," me explica. Me sorprende que siga siendo atractivo a pesar de tantos golpes que ha recibido en su vida.

Soy la Niñera de Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora