Capitulo 10

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-Realmente perdí la cuenta de cuanto bebiste, no puedes llevarme así. – Quizás era influenciable pero no imbécil. -No te preocupes, iré caminando, es una pena que por aquí no haya taxis.

-Pero es de noche.

-Lo sé, ¿Tu como volverás? - Noté como una sonrisa salía de sus labios, no entendí el porqué.

-Creo que iré a la casa de Kik, en su auto, si esperas un poco más, él nos puede llevar.– Kik había tomado solo dos sorbos de cerveza y eso me dejaba tranquila.

-No te preocupes, me voy.

-Dame tu celular.

-¿Eh?

-Quiero que tengas mi número – Metió su mano en el bolsillo de mi abrigo, sin preguntar, ni pedir permiso, luego se agendó y se envió un mensaje a él mismo para tener mi número también.

-Ahora sí, adiós – Di media vuelta en dirección hacia la puerta.

-Oye

-¿Si? - Volví hacia él.

-¿Así te vas a despedir? - Caminó hacia mi y me tomó de las caderas acercándome hacia él. Luego de deslizar su lengua por los labios y acercarlos lentamente hacia mí, pude sentir como lentamente sus manos se deslizaban ¡Iba a tocarme el trasero! El momento era sumamente incomodo pero temía de que al frenarlo pensara que era una niña idiota. Para mi suerte mi celular sonó ¡Bendita sea la persona que decidió llamarme en ese momento!

-¿Si? - Dije fingiendo que respondía cuando en realidad había cortado y no estaba hablando con nadie.

-Oh ¡En un momento voy! - Fingí cortar – Debo irme rápido, adiós – Besé sus labios rápidamente, solo fue un rose, y salí del bar sintiéndome sumamente aliviada.

Una vez fuera suspiré mirando al piso de la calle, debían ser como las diez de la noche y con suerte recordaba como volver a casa, los faroles daban una luz tenue, y los locales estaban cerrados en su mayoría. Por lo lejano se lograba escuchar que algunos comerciantes bajaban sus persianas metálicas y algún que otro ruido de motor.

-¿Quién me mandó a venir aquí? Soy una idiota. – Susurré mientras comenzaba a caminar por la oscura calle.

-Claro que lo eres – Dijo alguien.

-¿Qu... Que? - Me dí media vuelta, ahí estaba, Hoseok, apoyando su brazo derecho sobre el techo de su negro y reluciente auto.

Los opuestos se atraen, las almas gemelas se unen | BTS J-HOPE / SUGA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora